El jueves, en horas de la mañana y primeras de la tarde productores que viven en las islas del Delta de Paraná se manifestaron al otro lado del peaje del puente de Victoria-Rosario. Pidieron que se los escuche y tenga en cuenta a la hora de tratar leyes como la ley de humedales. Productores de Villa Paranacito se sumaron a la manifestación pacífica y a la entrega de panfletos. La Federación Agraria acompañó a los productores con la presencia de dirigentes nacionales y provinciales.
"La sequía golpea muy fuerte en el Delta. Cruzar el puente Rosario-Victoria es apreciar las secuelas de la seca que lleva casi cuatro años. Canales, lagunas, riachos, arroyos, bajos que siempre, en tiempos normales, estaban con agua, desde hace un tiempo se encuentran secos, al igual que el poco pasto que queda en superficies que no tienen hacienda", señalaron en el texto enviado a este medio desde la entidad agraria.
"Mucho se habla del humo que azota a Rosario, ciudades lindantes y a Victoria, pero poco se dice de quienes viven en las islas, humedales, como se los quiera llamar que sufren en primera persona los incendios. No solo productores ganaderos que llevan adelante una producción orgánica ciento por ciento, ya que no se aplican productos químicos. También a los pescadores y a los pocos cazadores que quedan y que viven en ranchadas que arman a las orillas de los cada vez menores cursos de agua", detallaron.
Elvio Guía, Vicepresidente de Federación Agraria Argentina y Director del Distrito Tres, dijo que quería ser claro “no veníamos a sumarnos al reclamo de nadie, ni subirnos a esto, por los isleños, que lograron ustedes. Silenciosamente desde la entidad, junto con Matías Martiarena , Vicedirector de Entre Ríos, y la gente de Villa Paranacito hace mucho tiempo que venimos trabajando en este tema, y estamos acá para seguir acompañándolos en todo lo que necesiten y lo que vamos seguir realizando desde nuestra humilde Federación Agraria, es apoyarlos con nuestra estructura. Eso es lo que queremos transmitir. Vuelvo a repetir no venimos a subirnos a una movilización que es de ustedes, que es genuina y auténtica. Así tiene que ser para que se entienda, para que la gente sepa que no hay una cuestión política, solamente seguir haciendo lo que saben hacer que es trabajar dignamente y continuar en el lugar donde nacieron. También agradecerles por dejarnos ser parte de esto, de poder ayudarlos como lo venimos haciendo con la gente de Paranacito”.
Por su parte, Andrea Sarnari, Secretaria Gremial de Federación Agraria, señaló que “se trata de una primera acción gremial territorial acompañando a Elvio Guía, Matías Martiarena, que están aquí junto a los productores de las islas en este tema tan candente como lo es la Ley de Humedales”. A su vez dijo “claramente los que están movilizándose son productores genuinos, gente que vive y trabaja en las islas, personas que pueden ser perjudicados de manera directa, observando a familias y acá es donde ponemos en valor que imponer una Ley de Humedales no solo tiene un impacto económico que puede ser lo primero que se ve a la luz de la comunidad en general, cuando en realidad se está poniendo en jaque una cuestión socio-cultural en la vida de las familias, del arraigo, los chicos y nos parece, entendemos desde la Federación Agraria que cualquier debate en cuanto a la conservación y mantenimiento de los recursos naturales no debe ser una cuestión menor, siempre teniendo en cuenta todos estos aspectos”.
Daniel Simón, vive y trabaja en la Isla Charigue frente a Rosario, dijo que “no se nos contempla como habitantes, como personas de la isla a las que se les están quemando los campos y encima somos injuriados”. Opinó que “el incendio se viene propagando de isla en Isla pasando por la gran sequía que hay, situación que el gobierno lo está usando políticamente”. También mencionó si a este “fuego lo quieren apagar se puede, pero da la sensación que no lo quieren hacer. No sé qué beneficios tendrán ellos, pero bueno, a la corta o a la larga se va a saber”. En su momento “Vialidad vino con maquinarias pesadas, efectuaron una serie de trabajos importantes que frenaron los incendios, algo que a los bomberos les hubiese llevado 20 días”.
Comentó que en el campo que trabaja se encuentran “entre las vacas del patrón y algunas propias, unas 500 y no tenemos casi pasto por la sequía que nos castiga por cuarto año consecutivo”. Señaló que este “año no hemos tenido focos, pero en el pasado se quemó la mayor parte de la superficie con la fortuna, si se puede emplear esa palabra, de que no teníamos hacienda en aquel entonces”. Contó que “un campo lindante de unas 12.000 hectáreas se incendió, pero tampoco tenía vacas cuando se inició el foco ígneo”. Remarcó que “las llamas por efecto de los vientos y de que bajos, bañados y lagunas que frenaban los fuegos no tienen una gota de agua, avanza de isla en isla”.
Simón refirió que forma parte de “una cuarta generación de isleños, mis hijos y nietos viven y estudian en el lugar. Nosotros no quemamos, queremos vivir en paz, somos los primeros en ser afectados por los incendios, el humo, las cenizas. Simplemente queremos que hagan cumplir las leyes ya promulgadas, que haya más control y nada más eso”.
Dijo que si se aprueba una Ley de Humedales "mucha gente va a quedarse sin trabajo, sin el laburo que hacían sus padres y abuelos. No nos tienen en cuenta y eso duele. El SENASA tiene los datos de la gente que entra y sale de las islas”.
Por su parte, Roberto Sotomayor, también isleño, dijo “mi casa está en las islas, tengo hijos que siguen mi camino y nietos que concurren a una escuela rural. Llevamos tres años y medio de una sequía sin precedentes. Es un fenómeno que no podemos manejar, pero indudablemente hay manos negras que han aprovechado para sacar tajada. De a poco me fui metiendo en el tema como damnificado por esta situación y no nos han dejado decir nuestra verdad y se busca una ley leonina que nos perjudica a todos, donde el único objetivo pasa los 500 millones de dólares del presupuesto nacional para movimientos sociales pueblos originarios y ahí encontramos el porqué de cada vez que ellos se movilizan empiezan los fuegos en las islas”.
Sostuvo que “una ley no apaga el fuego, además tenemos herramientas como plan de manejo de fuego y otras. En definitiva, leyes promulgadas que no se estarían cumpliendo. Esta nueva que quieren imponer es para armar una caja, sacar dinero y provecho de esto. Es muy dudoso lo que está pasando porque nos están echando la culpa a nosotros como nativos de la isla y queda claro que no nos estamos quemando nosotros mismos, y menos que menos destruyendo lo nuestro”.
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