El mundo se renueva

Cristóbal Colón llegó a América el 12 de octubre de 1492. El mundo se revolucionó y cambió para siempre. Se trató de una conquista en la que España logró sus objetivos porque el hierro, las armas de fuego, las técnicas de navegación, y el caballo jugaron ampliamente a su favor. De todos modos, España aportó a la tierra americana instituciones que perduran, como el caso de las 26 universidades. Inglaterra y Portugal poco y nada sumaron al quehacer americano. La historia debe ser revisada, pero los dogmas no son lo más aconsejable.

● Por ANÍBAL GALLAY de EL MIÉRCOLES DIGITAL

Cristo Ferens Columbus (tal su nombre) llegó a Las Indias un 12 de octubre de 1492. Este hecho marcó un hito en la historia occidental, y de tal profundidad que se da por terminada la edad media. El mundo se “globalizó” por utilizar un término actual y la empresa de Colón fue un logro del capitalismo financiero. Este hecho iba a ocurrir inexorablemente. La primera potencia del mundo tomó el rumbo del expansionismo. Colón y los reyes españoles firmaron un acuerdo (llamado de Santa Fe) que terminó siendo impracticable y el genovés se reveló como un pésimo gobernante. Con la llegada de España a “las Indias”, consolidó su condición de primera potencia, aunque se inició también el camino de la decadencia.

Una burguesía en expansión y bajo el acicate del oro y la plata se lanzaron a la conquista no reparando en medios, ni métodos. Si bien América estaba habitada por grupos diversos, había una inferioridad técnica insuperable. Además de incas, aztecas, y mayas, otros grupos no habían siquiera ingresado a la edad de piedra. Hacia el sur del continente el grado de evolución iba de la alfarería diaguita hasta los más sureños quienes vivían de la caza y la pesca.

"España creó 26 universidades en América lo que pone de manifiesto un proyecto que superaba la conquista territorial y la captura de metales preciosos".

Pero los españoles traían como armas invencibles la pólvora, el hierro y el caballo. La navegación y la brújula ampliaron las ventajas. Algunos historiadores agregan las proteínas animales. Es decir, la nutrición fue un punto a tener en cuenta al momento de la guerra. Los aztecas practicaban la antropofagia e inclusive iban a la guerra para conseguir humanos y sacrificarlos. Los pueblos sometidos apoyaron decididamente a Hernán Cortes para ir contra la aristocracia azteca gobernante a la que debían tributar mujeres y niños para satisfacer a sus dioses

Bartolomé de las Casas escribió un libro que puso de relieve los malos tratos de los españoles hacia los aborígenes. El libro tuvo muchas ediciones, algunas de ellas financiadas por Inglaterra, como un medio de desprestigiar a España. No faltaban argumentos, aunque el cura Bartolomé de las Casas propuso esclavizar a los negros. Su humanismo era de corto alcance.

Las críticas hacia España son en muchos casos justificadas, pero es necesario, además contraponer proyectos para advertir diferencias. Inglaterra y Portugal fueron los otros países que ocuparon América. La ocupación inglesa tuvo carácter privado, fundaron las conocidas “Trece Colonias”. Inglaterra aportó muy poco a sus colonias que se desarrollaron con autonomía y las reglas de la Biblia. Portugal reinó para valerse de la agricultura importando esclavos africanos ocupándose del algodón, el tabaco y la caña de azúcar.

En el territorio español hubo diferencias notables. La primera es que los aborígenes no fueron legalmente esclavos, la fundación de ciudades en el interior del territorio y la creación de universidades. Durante la llamada época colonial, España creó 26 universidades en América lo que pone de manifiesto un proyecto que superaba la conquista territorial y la captura de metales preciosos. En lo que hoy es Estados Unidos nace Harvard en 1636 pero sin participación de la monarquía central ya que se trató de un emprendimiento privado.  Portugal no creo ninguna universidad en tierra americana.

Desde ya que toda la conquista española se hizo bajo la ideología católica y trajeron a colación temas como la “Guerra Justa” y la obligación de evangelizar a los paganos. Estos temas han generado largos debates.

Cristóbal Colon ha sido tratado de genocida, palabra que fue perdiendo sentido a fuerza de un uso cuasi banal. Pero impera una singular hipocresía, ya que hay centenares de colonias aborígenes en territorio argentino cuyos integrantes sobreviven en la indigencia, y prácticamente sin derechos a pesar de los reconocimientos constitucionales. Mientras se echa abajo la estatua de Colón quien llegó a América hace cinco siglos, los pueblos originarios son víctimas de enfermedades, del hambre del abandono y la indiferencia de los gobiernos.

Hace doscientos años que la América hispana logró independizarse. Los conflictos y los problemas no resueltos no son responsabilidad de Cristóbal Colón. La historia siempre debe ser revisada.  Aporta muy poco quien parapetado en alguna ideología se dedica a repartir condenas dogmáticas.

rubengallay@hotmail.com

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