Este martes nuestro presidente de la Nación, Mauricio Macri, anuncio explícitamente que Argentina volverá a solicitar un préstamo al Fondo Monetario Internacional.
Por ANALÍA HERNÁNDEZ (*)
Es preventivo y para estar holgados en el Banco Central, luego de la disparada de los últimos días. Por lo tanto se subscribe a la línea de créditos flexibles (LCF) que sirven para atender desbalances en la balanza de pago. ¿Qué significa? Esta señala, a nivel nacional, la entrada y salida de divisas (moneda extranjera) en cuanto a exportaciones, importaciones, renta de trabajos en el extranjero, transacciones y capitales. Es decir, registra las transacciones económicas de nuestro país con el resto del mundo.
¿Para que nos sirven las divisas? Las necesitamos para comprar todo aquello que no producimos dentro del país, medicamentos, vacunas, alta tecnología, industria pesada y demás. Entonces necesitamos tener equilibrio entre lo que compramos y vendemos. Las producimos exportando los productos hacia el exterior. ¿Es la única manera? No, pero sí una de las más importantes. En ese marco la Casa Rosada decidió poner fin a la obligación de liquidar divisas por parte de los exportadores, como corolario de la serie de ampliaciones de plazo que fue realizando desde el inicio de su gestión hace más de dos años.
ANTES…
Las normativas que establecieron períodos máximos para ingresar las divisas se habían reglado en 2001. En los gobiernos siguientes los plazos de liquidación se fueron reduciendo hasta llevarlo a 15 días. Medida muy criticada por las empresas que entendían que era de difícil cumplimiento al momento de concretar una venta en el exterior. Junto con la limitación en el cupo de compra de divisas comunes. Cuando Mauricio Macri asumió, el plazo para la liquidación de divisas en el sistema financiero estaba en 30 días, límite que había impuesto el GOBIERNO en mayo de 2012. Durante 2016, el Gobierno fue prorrogando gradualmente el plazo de los 30 días a los 5 años.
Ante las distintas mediadas de un gobierno y otro hay matices, diría un arcoíris, pero la economía lejos de ser una ciencia dura, es social. Entonces ante el desequilibrio, consecuencias de sus mismas políticas económicas se ven supuestamente reparadas volviendo a pedir unos préstamos luego de quince años.
La diferencia no es ideológica, la diferencia es económica y ahí es donde lo social entra en juego. Hay una decisión de parte del Estado de donde se saca y a donde se pone. Qué sector de la economía es beneficiado y cual perjudicado. Todo gobierno debe erigir su política económica y de esa manera ejecuta la distribución.
Con el otorgamiento del préstamo, nuestro país debe responder a las directivas que este órgano exige a cambio. Ellas son congelamiento de las jubilaciones por dos años, achicamiento de la planta de empleados estatales, suprimir los subsidios de los servicios básicos como luz, agua y gas. Reforma laboral flexible, arancelamiento de la Universidad pública y sigue.
Dice el Negro Dolina siempre es recomendable recorrer la vida a contramano, sobre todo cuando uno sabe quién es el señor que pinto las flechas de tránsito. Y Ante esta certeza de tormenta porque el cuero tiene memoria, al menos si no puedo esquivarla, está bueno preparar cuerpo, piloto y paraguas.
(*) Comunicadora social. Docente. Militante social y de género. Integrante de “El Miércoles Comunicación y Cultura. Cooperativa de Trabajo Ltda”.
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