En la previa del Consejo del PJ publicó un video en el que anunció que se corre de la pelea por una candidatura en Primarias. En Casa Rosada aclararon que se pondrá “al frente del armado electoral” del Frente de Todos.
Después de largos meses de expectativa y peleas internas en el Frente de Todos por el rol que debería tener el Presidente en las próximas elecciones, Alberto Fernández anunció que no se presentará para la reelección. Lo hizo en la previa del Consejo del PJ, que preside el Jefe de Estado, instancia en la cual el kirchnerismo había adelantado que presionaría, una vez más, para pedirle que se corriera de la carrera electoral hacia las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO),publicó Infobae.
En la Casa Rosada dijeron que la decisión sobre el rol que tendrá este año -una determinación que le venían exigiendo desde los distintos sectores del FDT y que el Presidente demoraba-, responde a que “debe concentrarse en resolver los problemas de los argentinos”, en medio de la crisis cambiaria, la suba del dólar, la sequía, la falta de reservas en el Banco Central, la altísima inflación, entre otras variables claves de la economía. Y aclararon que “se pondrá al frente de las PASO y del armado electoral”.
El Presidente lo decidió a último momento, ayer mismo. Lo conversó con su círculo de confianza durante el regreso de la segunda actividad del día, por la inauguración de una casa histórica, Mar del Plata, y se lo comentó por teléfono a otros dirigentes de su confianza. Después, ordenó llamar llamó a su equipo de comunicación, que, según revelaron fuentes oficiales, trabajó en el video durante la noche, para que saliera hoy temprano. Había premura por hacer el anuncio lo antes posible.
Es que, para esta tarde, estaba convocado el Consejo del PJ, que él preside, y durante los últimos días había dudas sobre el tono que tendría la reunión. En el ala moderada aseguraban que sería un encuentro “protocolar” y “formal”, y en algunos sectores del kirchnerismo coincidían en que sólo se leería la orden del día para hacer el llamado al Congreso del PJ, para mayo.
Pero ayer, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, dejó saber que La Cámpora iría al cónclave, una vez más, con un reclamo fuerte contra el primer mandatario de cara a las PASO. La última vez había sido en la mesa política del 16 de febrero, en la sede del PJ, donde el jefe camporista Máximo Kirchner, el gobernador bonaerense cristinista, Axel Kicillof, entre otros deslizaron que era “raro” que el Presidente compitiera en una interna y le pidieron que se baje.
De todas formas, el Presidente prolongaba la expectativa, y hasta ayer en la Casa de Gobierno deslizaban que no se conocería su futuro político inmediato hasta mayo, e inclusive junio (el cierre de listas es el 24 de ese mes). Finalmente, lo hizo esta mañana, a dos meses de la fecha límite.
El Presidente aparecía muy golpeado en las encuestas, pero en su entorno sostenían que se mantenía competitivo, a pesar de los bajos porcentajes, en relación a sus pares (excepto por Cristina Kirchner, la dirigente que más mide del espacio). Su decisión acerca de una candidatura era uno de los principales temas pendientes para el resto de los espacios y dirigentes para avanzar con el armado electoral. Ahora quedan en pie como posibles competidores en la interna el embajador en Brasil, Daniel Scioli; el ministro De Pedro; el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich. Y resta conocer la principal incógnita, sobre Cristina Kirchner, que había dicho que no sería candidata en diciembre tras su condena en la causa Vialidad, pero cuyo entorno brinda señales confusas y abre la puerta a una candidatura.
Hasta ayer, en la Casa Rosada, los funcionarios más cercanos al primer mandatario aseguraban que no tenía decidido qué haría. “Lo va a decidir de acuerdo a las encuestas, a la situación general del país, al consenso con el resto del espacio y su situación personal”, había dicho un hombre de su entorno más íntimo.
El anuncio se realizó esta mañana, en la cuenta de Twitter del Presidente, con un video con una larga explicación, en su propia voz en off, compaginada con música de cuerdas, sobre decenas de imágenes que representan a Néstor Kirchner, al PJ, a los sectores productivos la Argentina, a la militancia, y a obras públicas. El discurso empezó con una alusión directa a la interna, siguió recordando su primer rol de peso nacional, como jefe de Gabinete de Néstor Kirchner en 2003. “Estamos en las visperas de cumplir 20 años de su asunción”, recordó.
Sus palabras siguieron los lineamientos discursivos de la mayor parte de sus alocuciones: retomó las críticas a la herencia de Mauricio Macri, aunque sin mencionarlo directamente, y luego repasó los hechos externos que afectaron su gestión. ”Cuando me tocó asumir al frente de país, estábamos en una situacon límite. Recibimos un país endeudado”, dijo. Y mencionó la pandemia, la guerra en Ucrania, y la actual sequía.
Destacó, entonces, las acciones de la administración nacional que suele repasar en sus apariciones públicas, y que en Balcarce 50 resumen bajo el concepto de “poner en valor la gestión”: “Volvimos a crecer, construimos viviendas, hicimos obra pública, el Gasoducto Néstor Kirchner, ampliamos los derechos para las mujeres y las disidencias, revitalizamos el aparato productivo. Somos protagonistas del destino latinoamericano y tendimos puentes en un mundo en crisis”, añadió. El jefe de Estado había dejado de lado los anuncios a futuro, lo cual se interpretaba en el mundillo oficialismo como una señal de que no se presentaría.
Cuando promediaba el video, el jefe de Estado admitió los principales problemas de la gestión: mencionó “los bajos ingresos” y “la pobreza”, y describió las derrotas de la gestión económica, que llevó durante la primera parte de su gestión Martín Guzmán y que ahora maneja Sergio Massa, como “proyectos y sueños que no pudieron concretarse”. Sin embargo, cerró ese fragmento con una frase de auto reivindicación: “Tengo la certeza de que no tomé una sola medida contra nuestro pueblo”.
El video termina con una alusión directa a la interna que jaqueó a su gobierno desde el final del primer año de mandato, por la expresa desaprobación de Cristina Kirchner a la gestión y los constantes ataques de parte de sus espadas políticas más filosas. “En estos años tuve que soportar críticas y nunca respondí a los intentos de desprestigio. Evité toda escalada en el conflicto, siempre para garantizar la unidad del espacio politico”, dijo, sin mencionarla, ni a De Pedro, ni a Máximo Kirchner, ni Axel Kicillof y ni al ministro de Desarrollo Bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, que responden a la vice y se despacharon contra la Casa Rosada en numerosas oportunidades.
“Llegamos unidos para iniciar una nueva contienda electoral. (El Frente) se fortalecerá con la competencia, y la búsqueda de nuevas conquistas”, justificó el Presidente.
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