Una serie de tormentas fuertes afectó durante las últimas semanas a la zona central de Argentina. Según un especialista, esto es habitual durante esta época del año. Lo que significa que podrían repetirse.
El ejemplo más plausible es lo ocurrido en veinte días en Córdoba, que fue azotada por fuertes vientos que hicieron destrozos. El 11 de noviembre, La Playosa, a 180 kilómetros de la capital provincial, quedó arruinada por un temporal de lluvia y viento, que arrasó todo el pueblo.
Dos semanas después, una cola de tornado golpeó la zona de Marcos Juárez, donde hubo voladura de techos, campos dañados y hasta una estación de servicio destrozada.
Mucha energía
El meteorólogo, Marcelo Ricardo Madelón, explicó que a esta altura del año chocan masas tropicales que tienen mucha energía (es decir, calor y humedad), con masas de aire frío que aún siguen llegando desde el Sur. "Ese choque desestabiliza mucho la atmósfera y pueden generarse tormentas severas", comentó.
Esas colisiones generan vientos y lluvias muy fuertes que algunas veces, debido a la inestabilidad de la atmósfera, pueden convertirse en tornados.
¿Por qué los años anteriores no registraron tantas tormentas como durante este?
La explicación es que hubo sequía. Eso hizo que hubiera menos fenómenos de ese tipo. "Son más frecuentes cuando disponemos de más energía para que se formen. Ahora, este noviembre, hemos tenido gran parte del mes con mucho aire tropical, y entonces la cantidad de eventos", dice.
"Las tormentas severas tienen relación, principalmente, con el aire húmedo en capas bajas de la atmósfera, y frío en capas altas. Mientras haya humedad hay tormentas, y cuando hay tormentas, seguro una de ellas da lugar a un evento de la gravedad que tuvimos en las últimas semanas", completó Madelón.
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