Aprovechando el contexto de las recientes elecciones legislativas argentinas, Mario Daniel Villagra, entrerriano radicado en París, hace un análisis de la evolución política en gran parte de Europa sobre los movimientos migrantes. Uno de los grandes problemas de la humanidad que no está en la agenda de la mayoría de los países.
Por MARIO DANIEL VILLAGRA (especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL)
Todos somos migrantes. Hay algunos que en este momento no pueden escribir “yo soy migrante”. Por ejemplo, los que están ahora en el límite de Bielorrusia y Polonia, en el foco del conflicto. Por fuera de ese cuadro hay otros miles, millones de migrantes en todo el mundo, atravesando una selva, un bosque mientras yo trato de dormir, pero no puedo cerrar los ojos ante este panorama.
La jugada de ajedrez, hecha por parte del país ex URSS, pone en jaque ideas, no al conjunto de la Unión Europea.
De esa manera se acentúa una contradicción entre Polonia y algunos otros miembros de la plataforma: grosso modo, el ser nacional, que defiende Polonia, contra la universalización de los derechos humanos. Finalmente, la jugada puso en una ventaja transitoria a Bielorrusia, dado que consiguió que se le reconozca como interlocutor válido. Así, Alemania/UE fue quien tuvo el gesto de hablar sobre la necesidad de encontrar una solución humanitaria para los migrantes.
¿Cómo se traduce en hechos la ayuda al migrante?
Por ahora escucho que la UE pide que intervenga la OTAN, y más sanciones punitivas. Y qué piensan, según algún alto funcionario, que es necesario crear una fuerza armada europea… Me pregunto si no se le ocurrirá alguna idea más, no digo mejor, que la guerra.
"No conseguimos virar hacia la izquierda latinoamericana al proyecto kirchnerista, pues sus líderes así no lo quisieron en los hechos más allá de los discursos.(...) parte de los argentinos tienen como referente a Macri y su sequito; a Milei y sus delirios moralistas, dos personas que no pueden ver más allá de sus propios intereses, dinero y fama".
Como fondo de este hecho de la crisis migrante, el cambio climático, el suministro y la producción de alimentos, en suma, se conjugan para decir, en síntesis: el problema es la distribución de todo lo que es nuestro y nos ayuda a producir en la vida. Según escucho y leo, ninguno de los líderes mundiales quiere cumplir con su aporte para que este zenit planetario llegue antes a su fin.
Puertas adentro, las burguesías han hecho lo posible para camuflar sus caras y así confundirse con otro rostros en la pandemia: un caso que miro, adentro y de afuera de la frontera, es Argentina.
Cuando en 2005, en Mar del Plata, se puso freno al ALCA ideado por EEUU, sabíamos que no sería fácil pero nos metimos con la empresa “Argentina al ALBA”, plataforma política-económica, cultural y social, que, de hecho, prologó de alguna manera a la creación de la UNASUR.
No conseguimos virar hacia la izquierda latinoamericana al proyecto kirchnerista, pues sus líderes así no lo quisieron en los hechos más allá de los discursos. Durante la campaña, nunca pensé que estaríamos como estamos ahora: parte de los argentinos tienen como referente a Macri y su sequito; a Milei y sus delirios moralistas, dos personas que no pueden ver más allá de sus propios intereses, dinero y fama, respectivamente, dos partes de una misma moneda que les brinda poder. Dos personajes que nuevamente hacen girar la política en torno a un personalismo infantilizaste.
Hace poco cruce la frontera de Portugal. Allí, entre el Partido Socialista y el Partido Comunista Portugués no se pusieron de acuerdo en el presupuesto, marcando una ruptura entre el bloque de izquierda; como consecuencia, se desprendieron de la agenda política unas elecciones anticipadas para enero de 2022. Yo pensaba: no ven que en el mundo avanza la derecha agazapada de libertarios, y que hoy necesitamos unidad y más unidad entre los que queremos transformar para vivir en un mundo mejor.
Mientras tanto, mi yo migrante se solidariza con todos los migrantes y llama a la reflexión: todos somos culpables si no paramos estas atrocidades humanas disfrazadas con los trajes de política. Acaso no vemos la contradicción: se cierran las fronteras y se pretende levantar muros, y, mientras tanto, el mundo en el que vivimos está cada vez más hiperconectado. ¡Bien que a la hora de hablar de capital financiero, inversiones y préstamos no existen las fronteras!
¿Quiénes nos representan a los que migramos?
Cuando voté a Scioli para no votar a Macri, sentí que hay algunos que les gusta defender las libertades de elegir, pero sin cambiar nada. Para ellos, sepan que pueden comenzar a mirar su voto, pues los derechos no solamente se defienden, también se amplían. Es verdad que para eso tenemos que hablar de algo que incomoda: redistribución.
Quienes hablan ello, son los que tienen la vocación manifiesta de transformar la realidad; quienes nos representan. En lo cotidiano, por escalas, desde el primer círculo de amistades hasta pensar el mundo; allí la primera gran elección. Luego vienen las barriales, las departamentales, las legislativas, las ejecutivas, las asamblearias. Allí tenemos que comenzar a elegir a los que verdaderamente nos representan, y no a los que dicen representarnos.
Y para aquellos que aún no pueden entender la complejidad de un mundo migrante, y que incluso despotrican con quienes buscan otros rumbos por fuera del país de nacimiento; aquí les dejo un argumento: nunca se está del todo afuera. No se olviden, como dijo un poeta, que uno puede estar aquí, y, en un segundo, puedo estar allí. Siempre dentro.
A la puerta de Paris.
16 de noviembre de 2021
(*) Sobre el autor
Mario Daniel Villagra nació el 24 de febrero de 1987, en Villaguay, Entre Ríos, Argentina (actualmente reside en París, Francia). Se recibió en junio 2020 en el Master Études Hispaniques et Hispano Américaines, parcours Recherche (Sorbonne Nouvelle - Paris 3). y Licenciado en Com. Social, de la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER).
En 2015 publicó «Poemas del Principiante» (Ed. Árbol Animal, Buenos Aires) y en 2018 «Benavento» (Azogue Libros, Paraná), dedicado a la vida y obra del maestro y escritor. Entre 2014 y 2018 realizó tres films sobre poetas: «Marta Zamarripa, una poeta en pie» (2do Premio del Certamen Miradas 2016); «Miguel Ángel Federik, el poeta descalzo» y «Arnaldo Calveyra, tras sus huellas».
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