El conflicto docente provoca cataratas de opiniones y conclusiones apresuradas. Una de ellas es la comparación con Finlandia, país al que se debería imitar en cuestiones educativas, ya que es el mejor según algunas encuestas. Sin embargo ahondando apenas un poco en la cuestión, difícilmente la Argentina y Finlandia puedan ser comparables. La Argentina en todo caso deberá buscar su propio camino para resolver los problemas educativos.
Por ANÍBAL GALLAY especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL
Se suelen afirmar que los educadores argentinos son chantas, haraganes, incapaces, que viven de licencia y se agrega el sambenito eterno que “trabajan cuatro horas y tienen tres meses de vacaciones”. Esto último lo repiten casi todos los opinadores profesionales. También lo han dicho algunos presidentes.
En este tiempo de conflictos entre el gobierno y los educadores, se trae a colación que todo esto no ocurre en Finlandia, país que tiene los más altos niveles educativos.
Y tras cartón se deduce que se debe imitar a Finlandia, para solucionar los problemas educativos que son de larga data..
Es apropiado en este caso hacer algunas preguntas, sobre las condiciones objetivas de Argentina y Finlandia.
¿Finlandia es un país con un inmenso territorio de varios millones de kilómetros cuadrados?
Finlandia tiene 338.000 kilómetros cuadrados. Es más pequeña que la provincia de Buenos Aires. Suma poco más de cinco millones de habitantes.
¿Finlandia tiene una diversidad de climas como la Argentina?
Finlandia tiene inviernos de 120 días, periodo en el que no existe la luz solar. En el verano ocurre la famosa aurora boreal. La temperatura en el sur del país llega a los 25 grados bajo cero, en invierno. Durante tres o cuatros meses el país permanece bajo la nieve.
¿Finlandia tiene, como Argentina, un 30 por cien de pobres y entre ellos un 7 por cien de indigentes?
Se considera con riesgo de pobreza a quien no llega al 60 por ciento del ingreso promedio. En el 2015 ese riesgo fue de 1.500 dólares. Dicho de otro modo: es pobre en Finlandia una familia (dos adultos y dos menores) cuyos ingresos sean inferiores a 1.500 dólares. No hay indigentes y la situación de pobreza es excepcional.
¿Finlandia es un país con altos niveles de ingreso porque todo lo que se consume es muy caro?
Un kilo de pan cuesta 1,85 dólares (29 pesos argentinos); un kilo de manzana 30 pesos argentinos; un kilo de arroz 32 pesos; un kilo de papa 16 pesos. Comer en un restaurante barato tiene un costo de 190 pesos, y comprar una zapatilla de marca (Nike, por ejemplo) cuesta 1.450 pesos. Para comprar un kilo de carne de ternera habrá que pagar 240 pesos argentinos.
¿En Finlandia las escuelas son privadas y cada familia paga para educar a sus hijos?
En Finlandia no hay educación privada. Es solo estatal y gratuita hasta los 16 años. El Estado provee todos los libros y el material necesario. Inclusive si un alumno tiene que tomar transporte para llegar a la escuela, el Estado le reembolsa el valor del boleto. El 12 por cien del presupuesto finlandés se dedica al sistema educativo.
¿En Finlandia la jornada escolar es más prolongada?
La jornada comienza a las 9 de la mañana y termina a las 15, con un paréntesis de 30 minutos para almorzar. Por esta tarea un maestro gana 2.500 dólares mensuales. Cada clase tiene un máximo de 20 chicos, quienes tendrán el mismo maestro hasta quinto grado. En este lapso no hay calificaciones numéricas.
¿En Finlandia los maestros tienen pocos días de vacaciones y más días de clase?
En Finlandia los maestros tienen 62 días de vacaciones. Son los meses de julio y agosto. Un año escolar suma 190 días de clase.
¿En Finlandia no hay sindicatos docentes?
Hay tres centrales de trabajadores y sindicatos docentes. En septiembre de 2016 los docentes salieron a manifestarse por las calles de Helsinki, para defender la permanencia de los convenios colectivos.
Estas respuestas permiten advertir que Finlandia y Argentina tienen realidades muy disímiles. Y si se analiza los niveles de violencia, drogadicción, delincuencia, maternidad adolescente, abandono escolar, promiscuidad… esas diferencias son aún mayores. Los finlandeses han ensayado una respuesta a su problema con buenos resultados. La Argentina debe buscar la suya. Pretender copiar lo hecho por Finlandia, probablemente conduzca a otro fracaso.
rubengallay@hotmail.com
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