El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
De punta con el mandatario, el jefe del Ministerio Público Fiscal dejará en manos de la oposición la vacante que deje. Ya suena un nombre. La jubilación de Salduna.
Por FEDERICO MALVASIO de PÁGINA JUDICIAL
La jubilación de Jorge Amílcar Luciano García es como lo que fue la de Bernardo Salduna: un cúmulo de anuncios previos antes de que suceda.
La salida del ex vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) es antiquísima. Las intenciones de acogerse al sistema previsional tiene años. Las reiteradas publicaciones todo este tiempo no fueron producto del invento, sino porque el mismo magistrado oportunamente lo dejó trascender.
Finalmente se concretó la jubilación de Salduna. El concordiense dejó entrever que la celeridad del trámite fue posiblemente para dejarlo afuera del recurso extraordinario que presentó la destituida procuradora adjunta Cecilia Goyeneche, de quien se mostró como un aliado.
Salduna pretendía jubilarse en el 2017, justo en el momento en que la Legislatura se aprontaba para destituir a su par Carlos Chiara Díaz. La autoría de ese proceso se la adjudicó a Sergio Urribarri, quien aparentemente quería dejar afuera de la cancha al vocal –según se publicó hasta el hartazgo y hasta el mismo vocal se creyó – por entender que cuando sus causas lleguen a la Sala Penal éste votaría en su contra. Las causas del ex gobernador están en Casación y Chiara Díaz de no ser destituido estaría jubilado.
El inconveniente con Chiara era sus posiciones en los amparos contra el Iosper, tema que le preocupaba a Bordet, no a Urribarri. Era una urgencia económica del mandatario no una urgencia penal del entonces presidente de la Cámara de Diputados que en ese tiempo pensaba que a su situación judicial la arreglaba de taquito.
Cuando Página Judicial reveló esta trama, en el Gobierno hicieron saber su enojo. “El gobernador no tiene nada que ver”. Aquí la nota del 27 de marzo de 2017.
Salduna mantiene una amistad con un coterráneo: el padre del gobernador, Elvio Bordet. Quizás por eso fue (en silencio) uno de los principales aportantes de prueba al proceso que dejó afuera a Chiara Díaz del Poder Judicial. Todo ese clima interrumpió los planes del radical, además necesitaba tiempo para pensar de qué manera sumaba a sus aportes en la provincia los de su paso por el Congreso como diputado durante los períodos 1983 – 1987 y 1987 – 1991. Esperó, entonces, que pase el vendaval.
Cuando una jubilación se otorga, se espera comúnmente hasta fin de mes para cesar en el cargo. Acá no fue así, por eso la sospecha. Quedan dos días para determinar si Salduna tiene razón que lo corrieron para que no intervenga en el recurso extraordinario.
La próxima supuesta salida en el Poder Judicial que da vueltas en los pasillos de los tribunales de Paraná es la del procurador. Enojado con el Gobernador, en su entorno dejan correr que no le dará el gusto de jubilarse durante su gestión, que finaliza el 10 de diciembre del año que viene.
García le quiere entregar el bastón de mariscal que ocupó durante 16 años a Rogelio Frigerio, a quien ve como próximo gobernador.
El otro rumor que da vueltas es que en el hipotético gobierno de Juntos por el Cambio sería el radicalismo quien pondría el procurador. Se desconoce negociación alguna, pero en la comidilla de los tribunales se divierten con la especie. Incluso hay un nombre: Leandro Dato, el principal defensor de Goyeneche, que estuvo presente en el encuentro del que participaron Frigerio, la entonces procuradora adjunta y el camarista Marcelo Baridón. El lugar fue en el ex Mayorazgo según precisaron cerca del precandidato a gobernador de Juntos. Nada que esconder.
En el Ministerio Público Fiscal tienen la certeza que en la Corte Suprema de Justicia tendrán suerte y Goyeneche será repuesta en el cargo. Desde el STJ llaman al máximo tribunal del país para dar su versión. El contexto político, llegado el momento, influirá.
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