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LAS OPORTUNIDADES QUE GENERA EL DEPORTE

Betiana Lorán: Mucho más que una campeona entrerriana de box

El viernes 14 de abril de 2017 en Ceibas cumplió su sueño: Obtuvo el título entrerriano de boxeo en la categoría mini moscas que se encontraba vacante. En un diálogo extenso y sincero con El Miércoles Digital contó cómo empezó, el porqué, lo que significa el boxeo en su vida, sus logros y objetivos, que al parecer recién empiezan.

 

La campeona trabaja en la Escuela Normal, es acompañante terapéutica, limpia el panteón de la Sociedad Francesa en el cementerio local, y se da tiempo para enseñar “boxeo recreativo” en el mismo gimnasio donde entrena a diario. (Foto El Miércoles Digital).

 

Por JORGE RUBÉN DÍAZ 

 

La uruguayense Flavia Betiana Lorán no deja de mostrar felicidad y orgullo con ese cinturón que la declara campeona entrerriana. Sabe que significa mucho más que un logro deportivo para ella, tras derrotar en fallo unánime por puntos a la nogoyaense Macarena Jumilla de 18 años.

Hace dos años que entrena en la academia de boxeo “Amilcar Brusa”, bajo las órdenes de Juan Manuel Garay.  Lleva once peleas en total y pesa 48,600 kg. Pero no se conforma con eso, tiene un montón de objetivos por delante. Sabe de golpes en el cuadrilátero como en la vida, y lo sintetizó en una frase: “Empecé en este mundo por dejar otro en el que ya no quería estar, me ayudó muchísimo”. En ese nuevo mundo del que habla cruzó guantes con la campeona mundial Jesica Bopp en una exhibición y pudo compartir charlas con otro campeón mundial, Maravilla Martínez. Así nomás para arrancar.

 

LA LLEGADA AL BOXEO PARA “DEJAR OTRO MUNDO”

“Hace más de dos años que estoy activa. En noviembre de 2014 hice mi primera pelea estando en Ferro con Sergio García, después hago otra, y en abril de 2015 me vine a este lugar, la academia “Amilcar Brusa”, con los hermanos Garay. No me voy más de acá,  con ellos hice todas las demás peleas que tengo hasta la fecha”, recalcó agradecida .

-Tu papá –el actor Mario Lorán- nos dijo en un reportaje que le apasiona el boxeo, y encima se sentía muy feliz por haber trabajado al lado de un ex campeón mundial como Sergio Maravilla Martínez, y ahora tiene una hija campeona.

-Sí, es cierto, eso me benefició bastante, hice una linda amistad con Maravilla. Mi abuelo paterno era boxeador, falleció en el 2008, pero no viene de ahí porque si bien hablamos mil veces nunca se me dio por el boxeo. Fue más de grande, empecé en este mundo por dejar otro en el que ya no quería estar, y me ayudó muchísimo ya que nunca fui deportista, me dio mucha vida, energía. Tengo 32 años y es el mejor momento que estoy atravesando en mi vida, alejada de cualquier cosa nociva que haya para la salud.

-¿Al boxeo lo consideras un deporte o una disciplina?

-Las dos cosas. Porque tuve que disciplinarme en esto, me costó. Si bien hace cinco años que estoy en el mundo del boxeo del que fui y vine varias veces, hoy en día es un deporte que respeto porque hay que dedicarse, cuidarse y hay que entrenar mucho.

-Si bien cambió bastante la mirada social sobre el boxeo, también no faltan quienes lo siguen considerando una actividad salvaje. En tu entorno ¿cómo toman que seas boxeadora?

- En los más allegados como el caso de mi hermana que tiene dos hijos, el más chiquito me sigue a todos lados y con cinco años tiene ya su pera y su bolsa, viene seguido al gimnasio; ella lo veía muy violento a este deporte pero con el tiempo entendió que no es así. En el resto de mis amistades hay gente que les cuesta irme a ver, tengo amigas que nunca fueron porque tienen miedo que me peguen y no les gusta el boxeo. Pero lo aceptan, me ven feliz y cuanto me ha cambiado, en todo, me ha disciplinado sobre todo en carácter porque soy bastante cabrona.

-Los cambios no solo son físicos sino emocionales y de templanza.

-Sí, y de confianza. Si bien nunca fui de tener miedo, con la situación que nos toca vivir hoy con la inseguridad, en la calle me da otro porte, siento que camino las calles distinto, no me arriesgo pero tengo mucha confianza y seguridad en mí.

- Levantó tu autoestima

-Totalmente.

-¿Eso podés transmitirlo en tu rol docente en el boxeo?

-Sí. Siempre digo que es un deporte que da vida y salva vidas. Porque en mi caso en lo personal me ha salvado de un montón de cosas que hacía antes. En lo deportivo peleo con chicas más jóvenes, no vivo de esto y tengo muchos trabajos, y el boxeo me demanda mucho tiempo. Acá vienen chicos y chicas de muchas edades, así lo que lo promulgo todo el tiempo.

-¿Cuántas veces a la semana entrenás?

-Todos los días, para esta última pelea lo hice de lunes a lunes, no hubo sábado, domingo ni feriado. Pero si no sólo descanso el domingo, ya que el sábado lo ocupo para correr.

"Si bien hace cinco años que estoy en el mundo del boxeo del que fui y vine varias veces, hoy en día es un deporte que respeto porque hay que dedicarse, cuidarse y hay que entrenar mucho". Aquí en un guanteo con Carla Alcaraz. (Foto: El Miércoles Digital).

 

“NO TENGO LÍMITES NI TECHO”

El 17 de junio la academia “Amilcar Brusa” organizará un festival en el club Almafuerte, donde Betiana combatirá pero no expondrá su título.

-¿Cuáles son tus objetivos de aquí en más?

-Por ahora disfrutar el título por unos cuatro o seis meses, y después lo voy a defender. Tengo pensado subir de peso y cambiar de categoría para tener otro título, y también de bajar de peso para ir a la categoría supermosca. Quiero anotarme en una liga metropolitana que se hará en Buenos Aires, donde uno de los premios es ir a entrenarse tres meses a México. El año pasado me había anotado pero me bajé porque no lo estaba sintiendo al boxeo. Este año hice también un trabajo mental.

-¿No te interesa soñar con un Panamericano o un Juego Olímpico?

- Todavía no he llegado a soñar eso, cuando arranqué con este deporte siempre dije que me quedaría en el amateurismo y no ser profesional. Pero no me lo puse a pensar demasiado.

-¿Hasta cuantas peleas pensás hacer?

-No sé, cuando arranco con estas motivizaciones como las que tengo ahora lo hago con la idea de dedicarme de lleno al deporte y al boxeo. No tengo límite ni techo, no te podría decir, porque cuando agarro vuelo no me frena nadie, las que vengan, ojalá sean muchas.

-Para esa liga ¿seguirás entrenando acá o irás a un gimnasio de Buenos Aire o Santa Fe?

- Seguiré acá. Además en la parte aeróbica me entrena el atleta Marcelo Casado –dirige “La Histórica Runners Team”-, que para esta pelea tuvimos 20 días y se abocó netamente a mis piernas, pero de ahora en más trabajará todo el cuerpo. La parte técnica acá en el gimnasio.

- ¿Fierros nada?

-No, trabajo con el peso de mi cuerpo. No hago fierros porque no quiero trabarme, no quiero endurecerme. De hecho cuando puedo tomo alguna clase de baile para aflojar un poco y porque además me encanta bailar.

-Con la alimentación ¿cómo te las arreglás?

-Intento cuidarme lo más que puedo, pero con la realidad económica, y que trabajo en una escuela hasta las 13, a las 14.30 ya estoy en el gimnasio. Se me hace difícil. Tomo un buen desayuno en casa antes de ir a trabajar, eso es antes de las 7 de la mañana, a media-mañana una colación, un yogurt o jugo, y después compro algo, aunque termino cayendo mucho en los hidratos de carbono, pero ahí le meto alguna empanada o una tarta, bueno la zafo así. Ya que es comida comprada que sea sana pero que también se acomode a mi bolsillo.

-¿Cuál considerás que es tu punto y golpe fuerte: tu uppercut o cross?

- Tengo una buena derecha, la mano pesada, me siento fuerte, los chicos me lo cuentan porque guanteo con chicos entre ellos Daniel Olivera –que también fue campeón entrerriano-, o con Carla Alcaraz, que es otra boxeadora de la academia. Conecto buenos uppercut, sí. Estoy teniendo buena técnica, conservando la modestia lo digo, pero son las cosas que me definieron campeona. Entrenar con chicos más pesados me ayudó, porque salvo en una en todas las peleas mis rivales eran más pesadas, entre cuatro y seis kilos… eso fue un error.

-Considerás un error pelear con chicas más pesadas por el golpe pero ¿en el último round no tenés la ventaja de estar más rápida por ser más liviana?

- No, lo único que te queda es tener ovarios y bancársela, porque las manos se sienten del primero al último round, además salvo ésta por el título, todas son a tres nomás.

- En caso de no aceptar combatir si no dan el peso, corrés el riesgo de no tener continuidad porque en la zona no hay muchos festivales de box para elegir.

-Bueno, pero lo entendí. Antes creía que si decía que “no” pensarían que soy una cagona, y no, me equivoqué, porque eran peleas perdidas. Hoy me cuido mucho. Aprendí que debía haber desperdiciado esos combates porque en definitiva eso baja el puntaje en las licencias. Después tuve la suerte de dar otros records y por eso me ofrecieron pelear por el título.

La noche que subió al ring en busca de su título lo hizo con la remera del "Ni una menos" y con cartel pidiendo "Justicia" por Micaela. (Foto: Facebook personal de Betiana Lorán).

 

LA RIVAL Y LA EXHIBICIÓN CON JESICA BOPP

Además de Carla Alcaraz, también Milagros Melgarejo del club  Lanús son boxeadoras activas en la ciudad, “aquí tenemos una gurisa de 14 años que va camino a eso” adelantó Betiana, quien además de trabajar en la Escuela Normal, es acompañante terapéutica, limpia el panteón de la Sociedad Francesa en el cementerio local, y se da tiempo para enseñar “boxeo recreativo” en el mismo gimnasio donde entrena a diario.

Sobre la rival a la que venció en cuatro rounds en Ceibas comentó que: “Me ofrecieron pelearlo con ella, quien se ganó el derecho por venir invicta en cinco combates, para mí fue un desafío, no la subestimé. Me divertí más a partir del tercer round cuando empecé a adquirir la certeza y la seguridad de que la pelea era mía” confesó.

Otra de las alegrías que le dio el boxeo fue que tuvo la fortuna de realizar una exhibición con la campeona mundial Jesica Bopp en el verano del 2015, en una actividad solidaria para ayudar a los afectados por las inundaciones en esa ciudad.

“Por estar en la misma categoría me tocó con ella, a otras con la Pantera Farías o la Tigresa Acuña. Fue genial cruzar guantes con ella; con Maravilla Martínez no pude porque estaba lesionado, pero si tuve las mejores charlas, y eso se lo debo a papá”.

Sonó el campanazo final y no quedan dudas, esta chica siquiera necesitó el fallo del Jurado porque ganó por nocaut, en el ring y debajo de él.

"Tengo 32 años y es el mejor momento que estoy atravesando en mi vida, alejada de cualquier cosa nociva que haya para la salud" aseguró. Aquí posando con Juan Manuel Garay, su entrenador. (Foto: Facebook personal de Betiana Lorán).
 

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