El viernes 5 de agosto en la planta de la Cooperativa La Nirva Grandote Ltda, la fábrica de alfajores recuperada por sus trabajadores, se llevó a cabo la primera producción de un producto innovador. Se fabricaron galletas con un alto poder nutritivo y de menor costo a partir del reciclado de malta y cebada que utilizan las cervecerías artesanales. La historia parte del trabajo conjunto de La Nirva y Perlecop, unidas por las Mesas del Asociativismo del INAES, y el departamento de nutrición del INTI.
Perlecop es una cooperativa de la Provincia de Buenos Aires que nace a partir de cerveceros artesanales y profesionales. Comenzó a investigar qué hacer con lo que se denomina “bagazo cervecero”, la malta y la cebada resultado de la primera cocción. Ese bagazo -hasta ahora desperdicio- se lo daban a los chancheros para alimentar a los animales. Los problemas llegaban cuando los chancheros no se lo llevaban. El presidente de la cooperativa y socio de la cervecería DUNN, Julián Varga, tras consultar en otros países el destino del bagazo, encontró la opción que más lo cautivó: un neoyorquino le explicó que lo secaban, lo molían y hacían unas galletas. Es así como Varga se puso a trabajar en su desarrollo.
Una vez obtenida la fórmula y hechas las pruebas, a través de las Mesas del Asociativismo del INAES se puso en contacto con la Cooperativa La Nirva para continuar el proyecto. El INTI los asesoró en el aspecto nutricional. El producto a partir de la harina de cebada y malta de bagazo, no solo abarata los costos, sino que tiene un valor nutricional quince veces superior en fibra, el doble de proteínas, mayor cantidad de vitaminas y una gran reducción en su nivel de gluten en comparación a la harina cruda.
La Nirva ya está trabajando para utilizar la masa en las tapas de sus alfajores y en la base de los conitos de dulce de leche y, junto a Perlecop harán una línea de galletitas nutritivas y económicas. Con bagazo seco y sin moler también desarrollarán unas barritas nutricionales. Los alfajores de chocolate rotos que no se pueden comercializar, Perlecop lo transforma para cervezas. La cervecería artesanal DUNN sacó recientemente una línea de la variedad Stout denominada La Yunta-Grandote.
Acerca de esta primera producción en La Nirva, el presidente de Perlecop, Julián Varga, dijo: “Fue una jornada excelente, donde nos sentimos muy gratificados de poder mostrar nuestro trabajo y a la vez de estar acompañados en este proyecto que venimos desarrollando desde hace tiempo. Explicar el proceso de transformación de lo que era un residuo a en alimento y poder probarlo en el momento fue excelente. Nosotros quedamos muy contentos de que nos brinden su apoyo desde el INAES y nos guíen para los pasos siguientes de la cooperativa. Fue un día exitoso y desde Perlecop estamos muy agradecidos.”
Por su parte, el coordinador de la Unidad de Vinculación con las Mesas del Asociativismo y la Economía Social, Carlos Cleri, expresó: “Para nosotros es muy importante potenciar las capacidades productivas dormidas y que los propios trabajadores se hagan cargo -y tan bien- de una empresa que no pudo ser conducida por los capitalistas. Por otro lado cumplir con cero desperdicios, ya que los alimentos tienen valor. Se estima que hay un casi 50% de los alimentos que se producen que terminan en desperdicio, de allí la importancia de reconvertirlos en alimento humano como esta experiencia de la harina de malta y cebada. Así como transformarlos en alimento animal o que sirva para compost o fertilizante.”
Los trabajadores de la cooperativa La Nirva, luego de dar una gran lucha para que no los desalojen de la planta tras haber sido abandonados por los propietarios, recuperaron la producción y en la actualidad alcanzan los 30.000 alfajores mensuales que estiman es poco menos del 30% de la capacidad. Hoy son 50 asociados y esperan seguir creciendo incorporar más trabajadores.
Walter Santillán, secretario de la cooperativa, muy emocionado comentó: “Estamos muy agradecidos, muy contentos y muy satisfechos. La venimos remando desde hace dos años en el medio de una crisis por la pandemia y, con la unión y la fuerza de cada compañero, estamos levantando con toda la voluntad de seguir creciendo. Los 50 compañeros de la cooperativa estamos convencidos que sacaremos adelante a La Nirva Grandote, por eso agradecemos el apoyo de todos porque nos motiva a seguir trabajando.”
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