Solamente van de mañana y no tienen la parte de la trade donde se realizan talleres y reciben la merienda.
Hay instituciones que son esenciales en el entramado colectivo por la ejemplar misión que cumplen, muy especialmente aquellas que están dedicadas a tender una mano a quienes más lo necesitan, como sucede con “Casa del Menor”, entre las más estimadas por los vecinos uruguayenses.
En las últimas, Leonor Boujón, Julia Hormaiztegui y Juan Carlos Cholo Aguirre, activos representantes de la solidaria entidad, se reunieron con el intendente José Lauritto. Plantearon inquietudes relacionadas con la actualidad del establecimiento.
Especialmente, las autoridades de “Casa del Menor” expusieron el problema relacionado con el servicio de traslado de un grupo de chicos del barrio “La Tablada”, sector de la ciudad que no está cubierto por el sistema de transporte público de los colectivos de línea.
La preocupación está centrada en el retorno de los niños a sus hogares. “Actualmente la Municipalidad los trae a las 8.30 y se retiran a las 12.30, por lo que se pierden la formación de la tarde en la que se desarrollan los talleres, las tareas de apoyo escolar y la merienda”, explica Leonor Boujón, al cabo de la reunión.
Las autoridades aspiran a que ellos puedan permanecer hasta las 16, como ocurre con el resto de los chicos que asisten al establecimiento “porque si no están en “Casa del Menor”, están en la calle; no tienen alimento, ni contención”, señaló en otro momento de la charla.
También plantearon la necesidad de acceder a un boleto gratuito para un total de diez niños con dificultades de traslado, que viven en lugares apartados de la ciudad.
Obras en el edificio
Actualmente, la comisión proyecta la reparación de la galería del edificio. A tal fin fue adquirida una parte de los materiales y, en tal sentido, solicitaron la colaboración del municipio para avanzar con la concreción de los trabajos.
Actualidad
A "Casa del Menor” concurren diariamente 88 chicos, que ingresan a las 8 de la mañana. Allí desayunan y asisten a la Escuela Privada N° 79 “San Francisco de Asís” que funciona en el lugar, donde a media mañana se les ofrece un refuerzo alimentario. Finalizada la tarea escolar, se retiran los maestros e ingresan los promotores de derechos que dependen del COPNAF.
Al mediodía, los niños almuerzan y luego de una hora dedicada a actividades de recreación y deportes, participan de aquellas que fueron programadas –específicamente- para cada jornada; que incluyen el apoyo escolar y talleres de música, lectura y cuento, corporalidad y manejo de emociones. Y antes de retornar a sus hogares reciben la merienda.
Las autoridades de la casa hacen particular hincapié en los buenos resultados alcanzados por del taller orientado al manejo de las emociones, puesto en práctica después del aislamiento obligado por la pandemia. “Estos chicos tuvieron dos años sin venir a la escuela y vimos la necesidad de organizar unos talleres para que aprendieran a manejar sus emociones -porque todo lo resolvían con violencia-, para que transformaran el enojo en una emoción positiva, con muy buenos resultados; hay que ver el cambio que han tenido”, expresó Leonor Boujón.
Fiel a su historia, en “Casa del Menor” los chicos se alimentan, socializan, pero fundamentalmente reciben los insuperables beneficios de la educación común, todo por iniciativa de muchas personas que dedican parte de su tiempo pensando en el prójimo.
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