En la única audiencia de la semana este miércoles se realizó la sexta jornada de declaraciones en las audiencias orales y públicas contra los diez policías de la provincia de Entre Ríos acusados de cometer delitos de vejámenes, falsedad ideológica e incumplimientos de los deberes de funcionario público, como de torturas, contra el ciudadano uruguayense Jorge López.
Por JORGE RUBÉN DÍAZ
A diferencia de las ocasiones anteriores el Tribunal no dio lugar al pedido de la Fiscalía y Querella para que los imputados sean sacados de la sala.
Entre las 9 y las 13.15 fueron seis testigos los que declararon. Cinco civiles y un oficial de la Policía de Entre Ríos. Todos aportados por la Fiscalía y la Querella.
Un testigo reconoció que le hicieron firmar un acta por parte de la Policía sin leerlo y luego no recordaba donde había firmado otra serie de actas, si era en el mismo lugar de los hechos ese 25 de mayo de 2015 o de manera posterior en la sede de la Fiscalía.
La primera en sentarse a declarar fue Cecilia Hartmann, quien vive frente a la casa de Oscar López. Ella contó que esa mañana se despertó por los gritos provenientes de un baldío cercano donde se juntaba gente que incluso escuchó una voz masculina que dijo “calmensé o voy a llamar a los milicos”. Tiempo después sucedió los disparos y vio como “lo tiran los policías a Jorge López atrás en la camioneta, le pegan y le pisan la cara; le decían ¡cállate hijo de puta!”
Dijo que los policías tenían armas largas pero después no vio otro incidente, recién al mediodía se enteró que lo habían llevado a Oscar López y a Sánchez.
También declararon Sara Ramírez, suegra de Oscar López; Estela Enríquez y Miriam Poetto, vecinas del barrio. Todas ellas personas muy mayores. En el caso de Ramírez relató que vio como a Jorge López los policías le pegaban en el suelo en el mismo patio de atrás, ya que ella vive pegado a la casa compartiendo el terreno. Enríquez por su parte sólo recordaba los ruidos y gritos, pero después no recordó lo que declaró en Fiscalía tres años atrás. Si aportó el dato de que su hijo de apellido Almirón –quien vive frente a al domicilio de López-“recibió un balazo de goma en la cara”. En tanto que Poetto contó que al salir de su casa para ir de compras a la despensa “un policía le mostró un cuchillo que estaba en la cuneta” pero no recordaba haber firmado ningún papel.
FIRMAR SIN LEER
La declaración de Armando Hartmann fue contundente. Dijo que no vio ni escuchó nada porque estaba durmiendo. “Me levanté para ir a la panadería y me llama un patrullero. Me dijeron que tenía que firmar no sé qué. Me obligaron a que lo firmaran”. Según su relato los policías no se identificaron ni se lo leyeron. Lo que le hicieron firmar fue un acta donde atestiguaba que Jorge López opuso “resistencia a la autoridad”. Según la Fiscalía y la Querella esta situación justifica la acusación de “Falsedad ideológica” por parte de los policías involucrados. El testigo dijo tener sólo cuarto grado terminado y que “sabe leer más o menos”.
En sintonía con Hartmann declaró otro vecino del barrio: José Luis Blanc, quien dijo ser docente y que a López sólo lo conocía por “vivir en la esquina de mi barrio”, pero que no tenía ninguna relación. Según su testimonio tampoco vio ni escuchó nada, siquiera recordaba la fecha pero si que esa mañana tipo 10.20 sale de su casa “y un oficial me dice que debo ser testigo de que un vidrio de la camioneta de la Policía estaba rota; nadie se identificó, tenían uniforme pero ninguna placa”. Y después siguió: “No leí lo que firmé, creo que era una planilla. Fue una sola vez, considero que no tiene validez lo que firmé, porque no tenía sello, no había escribano”. Ante la pregunta del Fiscal señaló que no vio ningún objeto ni le mostraron nada. Después la Fiscalía le mostró actas con sus firmas, y dijo que no recordaba bien donde la había firmado, “creo que lo hice acá en este edificio, en el tercer piso, no me acuerdo bien”. Blanc insistió ante el Tribunal que “yo me desdigo de esa primera firma el día de los hechos, yo no sabía que era”.
Por último fue el turno del oficial Héctor Jacquet, jefe de Criminalística de la Policía de Entre Ríos. Él fue el encargado de relevar las pruebas de sangre y balazos de goma el día de la denuncia y acompañó a la entonces fiscal Melisa Ríos al domicilio de Oscar López como al edificio de la Jefatura Departamental. Si bien estuvo en la silla durante casi una hora y media, su testimonio consistió en contar cómo es su labor y ratificó todo lo actuado en ese día. La Defensa le pasó los videos del momento que Jorge López es “manguereado con la hidrolavadora” y de allí reconoció al imputado Eloy Fernández.
La semana que viene, lunes y martes, seguirán declarando testigos, mientras que es probable que el jueves se haga otra más.
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