El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Colón y otro día de casos confirmados de Covid-19. Otro relato con la radio años atrás como protagonista central en la espera de anuncios que dolían, hoy también.
Por GUILLERMO QUICHU LUGRÍN (Especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL)
La abuela Luisa, se levantaba siempre antes que todos.
Vivíamos en la casa de Vieytes y Noailles, blanca de paredes curvas y puerta verde, allí fuimos felices.
Me levantaba a las siete a tomar el desayuno, en la mesita de la cocina (desayuno vino después, ahí era a tomar la leche). Ella, la abuela, ya estaba pequeña e inmensamente seria, con su batón con flores.
La mesa tenía un mantel de hule con unas rosas groseras, que se habían ido desfigurando por el calor imprudente de los platos o las cacerolas.
La abuela desayunaba en paz, antes de que nos levantemos todos y armemos el barullo de 15 minutos, entre guardapolvos y mapas de último momento.
En medio de ese bochinche. La radio. Emitía una musiquita característica de las necrológicas, la abuela chistaba y nos callábamos todos.
- “¡A ver, a ver!”, decía malhumorada.
Y cuando el locutor anunciaba que no era en Colón, decía – “Ahhh”, como aliviada y seguía el barullo.
Los tiempos cambiaron, no está ni la abuela, ni la casa de Vieytes, ni las paredes curvas, aunque curiosamente a esa hora sigue siendo el mismo anuncio, con la misma musiquita.
Los tiempos cambiaron y en medio de esta pandemia, los casos sean de San José o de Colón son nuestros.
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