BNA
Inicio » Ambiente » Consumismo desenfrenado
Playas de Ghana llenas de ropa descartada. Foto: Muntaka Chasant/Rex/Shutterstock

Consumismo desenfrenado

Tenemos la obligación de comprar lo último, de estar a la moda, de tener eso que otros tienen. Pero ¿de dónde salen esas cosas y adónde van después que las descartamos?

 

Por MARIO ROVINA de EL MIÉRCOLES

 

Vivimos en un mundo altamente globalizado, donde cada vez es más fácil comprar cosas fabricadas en remotos lugares alrededor del globo y tenerlas en nuestra mesa en cuestión de días u horas.

Todo eso impulsado por compañías cada vez más globales, más grandes, más dueñas de todo y todos, que nos exige que compremos su producto más reciente y descartemos el modelo anterior cada vez más rápido.

¿Pero adónde va todo eso que descartamos? ¿Es ambientalmente responsable seguir produciendo objetos descartables con materiales que no se degradan y que tampoco se pueden  reutilizar? ¿Quién es responsable de todo eso?

La respuesta a estas preguntas y muchas otras que se me ocurren no es sencilla, ni simple y muchos menos agradable.

Actualmente el ritmo desenfrenado de consumo nos lleva a generar todos los días millones de toneladas de desechos, muchos de ellos son objetos nuevos sin uso, que por razones puramente económicas se descartan.

...una espiral de obsolescencia programa que nos lleva directamente a las profundidades más oscuras de nuestra humanidad.

Ropa, juguetes, perfumes, tecnología, plásticos y más plásticos se tiran a la basura o se esconden en lugares remotos por todo el planeta para que la industria pueda seguir fabricando más y obligándonos a vivir este frenesí consumista sin control en el que nos tienen sumergidos desde hace décadas, una espiral de obsolescencia programa que nos lleva directamente a las profundidades más oscuras de nuestra humanidad.

La industria no se hace cargo de sus productos una vez que salen de sus fábricas y nos responsabiliza a nosotros, los consumidores, de su destino.

Nos venden hermosos envases verdes con grandes logos de flechas circulares que nos dejan más tranquilos y nos hacen sentir parte de la solución, aunque solo somos un eslabón más del problema.

Si nos ponemos a pensar detenidamente, lógica o simplemente con un poco de sentido común nos vamos a dar cuenta de que lo que le estamos haciendo al planeta y a nosotros mismos no tiene sentido.

Por primera vez en nuestra corta historia como humanidad tenemos la capacidad, el conocimiento y la tecnología para ser una civilización global, una en donde todos podamos acceder a estos recursos, donde todos podemos crecer, vivir, disfrutar y ser humanos.

Pero sin embargo estamos desperdiciando recursos, tiempo y tenemos a las mentes más brillantes de nuestra generación dedicadas en generar nuevas formas de manipularnos para vendernos cosas y que sigamos consumiendo desenfrenadamente, en vez de ocuparse de resolver los problemas importantes que enfrentamos como civilización.

Estamos gastando recursos no renovables  a una velocidad nunca antes vista para alimentar la maquinaria de consumo en beneficio de unos pocos y a costas de todos nosotros.

La utopía de un mundo mejor, global y que incluya a todos, donde nadie pase hambre o miedo es posible con la tecnología y el conocimiento que poseemos actualmente, pero debemos cambiar nuestros sistemas sociales si queremos lograrlo.

Debemos salir de nuestras pequeñas cajas de clase impuestas para controlarnos y unirnos para exigir el cambio de rumbo de nuestra sociedad.

Seguir perpetuando este sistema de interrelaciones sociales llamado capitalismo, en el que solo importa el consumismo desenfrenado, no nos va llevar a buen puerto.

Si no dejamos de producir plástico y objetos inútiles sin sentido en el corto plazo va a ser demasiado tarde y las soluciones cada vez más complejas.

No van a venir brillantes naves a rescatarnos ni seres mágicos enfundados en blancas túnicas a salvarnos. Eso lo tenemos que hacer nosotros y convertirnos de una vez por todas en la civilización global que queremos ser.

 

Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores

Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.

Deja tu comentario

comentarios

Destacado

Por el verdín no autorizan el ingreso al agua en las playas de la ciudad

No cesa la cantidad de verdín detectado en las aguas de las playas en Concepción …