“Estos gurises lo único que querían era progresar”, dice Lorena, la mamá de dos de las cuatro víctimas fatales del siniestro vial provocado por el exfuncionario provincial, Juan Ruiz Orrico. Pese a una situación de dolor inimaginable, las familias de los trabajadores fallecidos aquella madrugada del 20 de junio, saldrán a reclamar justicia, luego de la resolución judicial que dejó libre y con domicilio en otra provincia al imputado: “Hasta que este hombre no esté preso, yo y las otras familias vamos a estar de pie”, afirma la mujer.
J.A. (de Análisis)
Lorena Dubini es la madre de Lucas y Brian Izaguirre, quienes iban en el auto Chevrolet Corsa junto a Leandro Almada y Axel Rosi desde Basavilbaso hacia Pronunciamiento para trabajar en el frigorífico Fadel. En el trayecto, el auto oficial de la provincia VW Passat conducido por el entonces presidente del Instituto Portuario de Entre Ríos los chocó de frente y provocó la tragedia. Ruiz Orrico iba a altísima velocidad, alcoholizado e invadió el carril contrario.
Lorena trabaja en el edificio NIDO (Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades) de la Municipalidad de Basavilbaso, donde se dictan talleres y funciona la coordinación del área de la Mujer y los Derechos del Niño. Se hizo un lugar en la mañana de este miércoles para conceder una entrevista al programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral).
“Debido a esta resolución que tuvo el juez con este señor homicida, el señor Orrico, más allá de estar pasando una situación muy difícil, perdiendo a dos hijos míos, junto con otros compañeros, dado a que esto fue algo inesperado, se decide hacer una marcha primero en esta ciudad donde los cuatro gurises eran re conocidos. Nos convocamos con las familias, se decidió más allá del malestar que tenemos, ponernos de pie e iniciar una lucha que se haga visible, porque creo que cuanto más alto es el poder, más corrupción hay”, dijo Lorena, y agregó respecto de la desilusión que se llevaron tras la audiencia del lunes donde Ruiz Orrico continuó en libertad: “Esperábamos mínimamente la prisión domiciliaria y en Concepción del Uruguay, porque si él fue candidato tantas veces allí, de repente tiene domicilio en otro lugar en la casa de la mamá. Es muy difícil de creer. Más poder, más corrupción”.
“Nosotros estamos en contacto permanente, yo quisiera estar tirada en mi cama llorando a mis hijos, pero si hago esto doy lugar a que este señor homicida siga de vacaciones como se lo ve. Es una burla que esté en la casa de la mamá con una libertad absoluta. Esto me mantiene de pie como a las otras familias”, afirmó.
Acerca de estos casi dos meses desde que ocurrió la tragedia, Lorena contó: “Es muy difícil, en mi caso son dos de mis hijos. Yo salgo a las 13 de trabajar, llego a mi casa y está vacía. Más allá de que tengo un hijo que se llama Diego, que es camionero, por su trabajo ahora por ejemplo está en Brasil. Pudo que darse 20 días acompañándonos, pero ahora mi casa está vacía”.
Luego, la mujer relató cómo eran sus hijos, así como los otros dos muchachos fallecidos, la vida de trabajo que llevaban por sus familias y cómo el suceso impactó y aún impacta en Basavilbaso: “Estos gurises lo único que querían era progresar. Brian hacía una semana había cumplido 31 años, Luquitas 26, Axel y Leo también gurises jóvenes, llenos de proyectos. Brian era árbitro federal, el único en nuestra ciudad, con todo el esfuerzo que eso lleva. Somos gente de trabajo, de levantarnos temprano, irnos a laburar, ganarnos el mango. Brian me decía que estaba cansado de viajar al trabajo, ‘pero ¿sabés qué ma? cuando termine mi casa vuelvo a trabajar a Baso’. Ellos viajaban todas las mañanas los cuatro, se iban a las 3.20 a Fadel, en Pronunciamiento, y volvían tres y media, cuatro de la tarde. Cansado como estaba, Brian iba, buscaba su hijo, porque era papá de tres chicos, los llevaba a practicar fútbol, seguía estudiando arbitraje. Tenían un futuro enorme. Luquitas hacía un mes que estaba viviendo en pareja, lleno de proyectos, papá de un nene de seis, y él me decía cada vez que sonaba el despertador ‘me levanto por él’”. Axel era jugador de fútbol, jugaba en Deportivo Peñarol de nuestra ciudad. Gurises que se criaron juntos en el mismo barrio. De familias laburantes. Y más allá de ser la mamá, eran buenos gurises, todo Baso los está llorando. Es muy difícil para las cuatro familias, los duelos no son iguales. Ayer teníamos la reunión con nuestro abogado querellante y ves que es todo muy doloroso. Eran gurises jóvenes, eran nuestro sostén, para cualquiera que es papá el motor de todos los días son nuestros hijos. A nosotros nos arrancaron los gurises”.
Consultada acerca de si las familias recibieron algún tipo de ayuda luego de la tragedia y cómo es la contención y el apoyo en estos momentos, Lorena refirió: “El frigorífico aportó una psicóloga más que nada para los nenes de los gurises, también nos ofrecieron en mi lugar de trabajo una psicóloga, la contención de la familia fue fundamental en estos dos meses que llevamos. Y la gente de las estrellas amarillas, la mamá de Axel se encargó de comunicarse con ellos porque queremos hacer algo en la ruta y ellos están en permanente contacto”.
Asimismo, acerca de las circunstancias del siniestro vial con los numerosos agravantes que complican la situación penal de Ruiz Orrico en la causa, la madre de los hermanos fallecidos dijo: “Me hago mil preguntas, porque todavía los sigo esperando a las cuatro de la tarde a mis gurises. Cuando nos enteramos, nos fuimos directamente al hospital Urquiza de Concepción. Estuvimos en la vereda las cuatro familias desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la tarde sin ninguna contención. Orrico estaba internado y pusieron policías. El homicida era él, no nosotros. Nosotros somos gente de bien, no somos patoteros, no somos asesinos, más allá de la rabia, que en un momento de bronca podés decir cualquier cosa, pero nosotros no somos el homicida, es él. En ese momento vimos esa cantidad de policías, pero nunca se me cruzó que era para cuidar a este señor. En ese momento lo único que quería era entrar a la morgue a ver a mis hijos.
“Al test de alcoholemia se lo hicieron cuatro horas después -lamentó-. Y el abogado defensor dijo que no le habían pedido autorización para extraerle la sangre. Y a mi hijo le hicieron la prueba de alcoholemia ¿A mí me preguntaron? No, porque mi hijo estaba muerto. Fiajte el nivel con el que se maneja esta gente cuando él mató a cuatro personas por venir de una fiesta que la pagamos nosotros, que la paga el pueblo, con la plata nuestra. Y mis hijos iban a trabajar un día feriado y los mata por salir alcoholizado a la ruta”.
Finalmente, sobre las expectativas que tiene en cuanto al avance de la causa judicial y la posibilidad de una condena, Lorena expresó: “La Justicia tiene sus tiempos, no son los mismos que los nuestros, pero hay que saber armarse de paciencia. Todavía me queda algo de esperanza en la Justicia, porque no estoy sola en esto, tengo a una ciudad que me va a acompañar, al abogado querellante a quien se va a sumar otro abogado en la parte civil. Hasta que este hombre no esté preso, yo y las otras familias vamos a estar de pie”.
“Quiero agradecer a mi pueblo, a Basavilbaso, porque no me dejan de llegar mensajes, nos acompañan todos”, destacó la mujer.
La convocatoria para pedir justicia es para el viernes 16 de agosto a las 20, en la Plazoleta San Martín de Basavilbaso: “Es una concentración para pedir justicia por nuestros gurises, totalmente pacífica. El que quiera llevar una vela o una pancarta está bien. Se va a leer un documento donde cada familia va a decir lo que piense, y después se va a pasar a los medios de comunicación. Es un pedido de justicia con total respeto hacia todo el mundo, más allá de la bronca que uno siente, sin ningún tipo de violencia”, remarcó Lorena.
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |