Hace un tiempo escuché que era racista no permitir las asociaciones de gente blanca. Es sabido de la larga lucha por los derechos de la población afrodescendiente, pero jamás imaginé que los caucásicos necesitaran agruparse para pelear por sus derechos. Allí es donde comencé a preguntarme por qué no existe tal cosa.
Por JAVIER ALEJANDRO GAUNA
Sin extenderme demasiado me gustaría ilustrar esta reflexión con un ejemplo muy claro. El mundialmente famoso Ku Klux Klan (KKK) es una asociación que brega por la supremacía del hombre blanco, para ello considera necesario directamente eliminar a todo aquel que sea diferente, ya sea negro, asiático, gitano, judío, comunista, homosexual, etc. En sus locos rituales mezcla de acto político y rito religioso cristiano llegaron a linchar a personas de color para mostrar al mundo su poder. Los asesinados al parecer eran juzgados por un único "crimen": no ser blancos. ¿Podía esta gente salvarse de semejante acusación? No, de hecho nadie puede evitar ser lo que es. Morían sólo por ser negros.
El Klan fue prohibido aunque todavía en buena parte de Estados Unidos sigue funcionando ya con actividades menos visibles, pero igual de grotescas. Para el caso lo importante es que ante los ataques a las minorías la respuesta fue la organización, no sólo para prevenirse del exterminio, sino para luchar contra el atropello a sus derechos. No olvidemos que en pleno siglo XX todavía había paises donde negros no podían ir a restaurantes, baños, escuelas, o cines reservados sólo para blancos.
Allí es donde pregunto, ¿qué derechos han sido violados a la gente blanca? ¿Qué hombre o mujer caucásico ha sido asesinado sólo por su condición de piel o raza? Debe haber casos extremadamente aislados tal vez, pero no ha existido una persecusión sistematizada como la que supieron implementar en contra de negros, indios, gitanos y demás. No hay lugares donde los derechos de los blancos sean suprimidos en beneficio de otras razas, por lo tanto no se justifica agruparse aduciendo la defensa de un colectivo que todavía usa y abusa del poder sin resignar autoridad.
De la misma manera ocurre cuando hay quienes se quejan por el accionar de grupos feministas, aduciendo que sus reclamos no son válidos como tales. Cuando una mujer es violentada, asesinada, abandonada por el Estado, lo sufre sólo por ser mujer. No se necesitan muchas estadísticas para saber que si hay una persona muerta en una discusión de pareja probablemente esa víctima sea femenina. Muertes que no ocurrirían en caso de ser hombre. Entonces nuevamente pregunto ¿puede una mujer dejar de ser mujer? ¿Puede ella liberarse de ese "crimen"?
El feminismo no es lo contrario al machismo. Es una respuesta organizada para defenderse de los ataques sistemáticos de una sociedad machista. Estoy de acuerdo en que a veces ciertas agrupaciones (las menos) suelen utilizar métodos extremos que no ayudan a la causa. Y muchas veces estos actos violentos son repudiados abiertamente por otros grupos feministas. Pero aun así, ¿tenemos los hombres alguna razón para defendernos? ¿De qué? Ciertamente es hora repensar nuestro modo de vivir, dejar nuestros miedos de lado en pos de una sociedad igualitaria, y para eso (aunque muchos lo nieguen) falta mucho.
(*) Javier Alejandro Gauna. Escritor uruguayense radicado en Florianópolis, Brasil. Publicó Itá Caabó (2008, cuentos). Posee varios artículos y publicaciones en distintos medios.
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