La cumbia es una expresión musical surgida entre los sectores más vulnerables. Ha logrado extenderse, seguramente por su ritmo pegadizo y a veces sus letras desgarbadas. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich ha puesto de manifiesto, una vez más su desprecio de clase al informar al país que los pobres se dedican a muchas tareas, entre ellas formar grupo de cumbia para sobrellevar su situación.

Por ANÍBAL GALLAY de EL MIÉRCOLES DIGITAL

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich lanzó al mundo una de sus tantas verdades, impropias de una persona con alto grado de reflexión y capaz de extraer conclusiones brillantes.

Un par de dirigentes, entre ellos Axel Kiciloff indicaron en alguna declaración que la pobreza trae entre otras consecuencias que algunos se dediquen a vender drogas. Es difícil saber que dimensión tiene esta afirmación. De todos modos está dentro de las posibilidades que tiene una persona para arrimar algún dinero a su hogar.

"(...) implica que debe haber en la Argentina 150.000 grupos que se dedican a la cumbia o al cuarteto, a estar por la visión de la ministra".

La ministra salió pronto a refutar esa afirmación aseverando que los pobres en verdad se tornan cartoneros, peones de albañil, changarines o en última instancia forman un grupo de cumbia o cuarteto.

La cumbia

La cumbia es una creación porteña que tiene algún lejano parentesco con la cumbia colombiana. Por supuesto que hay diversas variantes como la villera o la santafesina. No logró penetrar en Córdoba donde reina el cuarteto, pero pudo extenderse a casi todo el país. No es el caso hacer consideraciones sobre la calidad musical, ni el contenido de las letras.

" (...) a razón de un público de 300 persona, se requiere 45.000.000 de personas para cubrir la oferta. La totalidad de los argentinos deben asistir cada fin de semana a algún espectáculo ofrecido por cumbieros pobres".

Números

Es interesante escudriñar un poco en lo que quiso decir la ministra Bullrich. La Argentina tiene 15 millones de pobres. Puede suponerse que de ese universo, el 10 por cien se dediquen a formar grupos de cumbia. Suman 1.500.000 personas. Siguiendo en tren de suposición se puede decir que cada grupo cumbiero ocupe un total de 10 personas, entre músicos ayudantes y colaboradores. Ello implica que debe haber en la Argentina 150.000 grupos que se dedican a la cumbia o al cuarteto, a estar por la visión de la ministra.

Siguen los supuestos. Si cada grupo pretende trabajar al menos una vez por semana necesitará unas 300 personas que serán su público.  Una operación sencilla deja en claro las cosas: para que trabajen 150.000 grupos de cumbia o cuarteto, a razón de un público de 300 persona, se requiere 45.000.000 de personas para cubrir la oferta. La totalidad de los argentinos deben asistir cada fin de semana a algún espectáculo ofrecido por cumbieros pobres.

Si bien la ministra proviene de una familia de mucha alcurnia, tuvo su paso por la Juventud Peronista y luego por la Juventud Universitaria Peronista. Era “cool” para las niñas bien de los 70 tener alguna experiencia cercana al peronismo. Algún sociólogo dedujo que fue una forma de rebelión de los adolescentes de esos años, hacía sus padres profundamente antiperonistas.

Por alguna razón la ministra dice y afirma lo primero que se le ocurre. No es solo falta de información, sino una manifestación del desprecio de clase, de la que participa el macrismo en general.

rubengallay@hotmail.com

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