La Sociedad Sirio-Árabe de Socorros Mutuos de Villaguay fue fundada el 25 de diciembre de 1927 por visionarios inmigrantes de la comunidad árabe, hace largos 90 años.
Hasta el día de hoy, en tanto se efectúa la administración según estatutos, la entidad cumple con la presentación de balances en el ámbito provincial y en el INAES, donde se encuentra registrada la mutual oportunamente gestionada por la institución.
Esta tierra, cuna de pueblos inmigrantes, les dio un espacio y, con esfuerzo, sin conocer el idioma, forjaron con sacrificio el presente y futuro de sus familias, que fácilmente se integraron al pueblo de Villaguay.
La llegada de inmigrantes provenientes, en mayor medida de Siria, dio origen a la Sociedad Sirio-Árabe de Socorros Mutuos de Villaguay. Tras su fundación, un año después consiguió su organización estatutaria y primera comisión directiva.
Casi un siglo de vida institucional ha permitido sostener los objetivos de su creación y conservando la idea primigenia de mantener el vínculo entre integrantes de la colectividad y la comunidad local.
La posterior edificación de la sede en la esquina céntrica de calles Moreno y Urquiza, transformó este ámbito en el punto de encuentro, reunión y confraternidad de quienes llegaron a esta tierra, buscando paz, trabajo y posibilidades de desarrollo personal. A lo largo del tiempo y con la suma de las nuevas generaciones se fue profundizando la integración con la comunidad villaguayense, en todos sus ámbitos.
Eran tiempos en lo que todo estaba para hacer. Fue durante la intendencia del Justo Pinto que la «Siro Árabe» comenzó sus actividades y días después en enero de 1928 asumía el nuevo intendente Ramón A. Poitevin. Esos inmigrantes reunidos, llegados de Siria y el Líbano dieron vida a esta institución, que los albergaría para compartir y atender necesidades y dejando el legado ofrecido por numerosas generaciones para este presente institucional.
La primera Comisión Directiva
En tiempos difíciles para la vida de muchos «paisanos», la institución ayudó y acompañó a las familias, siendo el lugar común de intercambio y vida social. Esa era la misión de la conformación de estas sociedades en las que la ayuda era un factor fundamental para sostener el andamiaje familiar y social.
La primera Comisión que presidio la sociedad estuvo integrada por José Bosmail como presidente y los acompañaron: Manuel Sauán, Pedro Rostom, Julián Llanan, Amado Omar, José Armuz, Alfredo Aldet, Amado Achor, Julián Assat, Felix Tegbi. Apellidos cuya mayoría hoy son parte de familias que conservan no solo la historia de tradición oral, sino que han compartido su cultura, sus tradiciones a través del arte, en especial culinario.
Miguel Ángel Sesa es el presidente de la Sociedad Sirio Árabe, se refirió a los recuerdos de aquellos inicios cuando «los inmigrantes eran una cantidad importante en el país y en Villaguay.
Las colectividades que aportaron a esta ciudad llegaban allá por 1900 en adelante juntos a belgas, españoles, italianos e israelíes, por citar ejemplos «, remarcó.
Tercera generación de apellidos
El mutualista agregó: «Muchos apellidos sirio-árabes superan la tercera generación y la mayoría fueron comerciantes llegados a Brasil y Argentina. Venían movidos por la necesidad de nuevos horizontes escapando de lo que representaban las guerras, conflictos y reclutamientos para fuerzas del ejército. Acá encontraron todo; la paz y las oportunidades, así conformaron sus hogares, integrados a la unión familiar con los nativos y personas de otras colectividades porque había apertura y tuvieron interacción a pesar de las dificultades del idioma».
«La colectividad se ha integrado, a diferencia de algún otro pueblo europeo que lo hizo detrás de intereses. La nuestra es una colectividad que no solo tuvo problemas de idioma, sino que eso les trajo aparejado el registro de sus apellidos fueran modificados, como los originarios de mi familia y tantos otros, incluso dando como residencia una región y no un país».
El presidente de la Sociedad Sirio Árabe de Villaguay mencionó: «Algunos inmigrantes de la colectividad vinieron con una posición más consolidada y otros con su oficio de vendedores ambulantes. Mi abuelo salió desde Buenos Aires y llegó a Entre Ríos a pie, consiguiendo caminar kilómetros y realizando ventas, de casa en casa, para ganarse el sustento. Llevaban de todo en sus alforjas colgada al hombro; en especial telas y perfumes, incluso recibían encargues que llevaban al regreso».
Era un gran sacrificio andar por lugares inhóspitos en tiempos en que existía cierta hostilidad, resguardándose de algunos individuos que andaban a caballo esperando la oportunidad para atacar y quedarse con las mercancías. Eran peligrosos algunos trayectos y ellos supieron sortearlos, pero en más de una oportunidad tuvieron sobresaltos.
«Algunas familias eligieron la zona rural y se instalaron en los distritos Lucas, Raíces o Mojones donde desarrollaron sus vidas y hoy se intenta reconstruir un padrón de familias. Estamos solicitando fotos para conformar un álbum más completo e intentando contactarnos con un joven de la ciudad de Rosario para que enseñe idioma o nociones básicas, nuestro propósito es lograrlo, pero no deja de ser complejo», dijo Miguel Sesa.
Pasar la pandemia
Transcurrieron con las limitantes y restricciones por la pandemia que no permitieron cumplir con la agenda de actividades previstas. Sin embargo, con un trabajo conjunto se pudo mantener abierto el complejo de pádel que desde agosto pasado volvió a reunir a numerosos deportistas.
La escuela de danzas Sahara Ráqisa, que dirige la profesora Eugenia Duré, mantuvo en parte su plan de enseñanza que fue limitado por las exigencias sanitarias, y además de ofrecer formación artística en diversos niveles y edades se constituye en un valioso aporte a la comunidad. Sus presentaciones a nivel nacional e internacional, más la organización anual del Encuentro de Danzas Árabes son una clara expresión cultural de la entidad.
La institución se mantiene y en el interior de su edificio funciona la FM La Meso y la sede social.
«Mi abuelo salió desde Buenos Aires y llegó a Entre Ríos a pie, consiguiendo caminar kilómetros y realizando ventas, de casa en casa, para ganarse el sustento», concluyó el presidente de la Sociedad Sirio Árabe.
Fuentes: Mirador Entre Ríos y APN Noticias.
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