En la sesión ordinaria de este jueves 27 de julio el Concejo Deliberante declaró como “Uruguayense destacado de la Cultura de Concepción del Uruguay" al reconocido creador, actor y humorista Carlos Ángel Vecchio.
La iniciativa fue elevada por el intendente Martín Oliva, en la misma se expresa la propuesta de la Secretaría de Cultura, Turismo y Deportes de la Municipalidad local.
Vecchio nació el 30 de mayo de 1949 en Basavilbaso. A sus 4 años se mudó -junto a su familia- a Concepción del Uruguay, donde reside hasta hoy. Cursó sus estudios primarios en la Escuela 36 -donde su madre era maestra- y luego en la Escuela Urquiza. Egresó del nivel Secundario en el Colegio Nacional. Posteriormente, se trasladó a la ciudad de La Plata, donde además de ser estudiante de la carrera de Medicina, fue militante de la FURN (Federación Universitaria de la Revolución Nacional), actividades que se vieron interrumpidas durante la última dictadura militar que se vivió en nuestro país.
Vecchio, en la dictadura cívico-militar fue primero desaparecido y luego detenido, vivencia que no muchos conocían en Concepción del Uruguay. Durante los últimos años de dictadura comenzó a desarrollarse en la escritura y el humor, así fue que en 1979 fue premiado en el Concurso Nacional de Poesía Roberto Themis Speroni.
Ya restablecida la democracia, presentó el unipersonal “El Perro de Pitagoras”, “El Bípedo Implume”, en el Teatro 3 de Febrero de Paraná con el monólogo “El Tango se baila en Tanga” y en Concepción del Uruguay presentó sus recordados espectáculos CLEOPOTRA I, II y III, por citar algunos.
Tal vez lo más recordado por cercano en el tiempo fueron sus creaciones, con el doble rol de actor y productor del programa televisivo “Me Quieren Confundir” emitido durante 2004, 2005 y 2006 por la señal del entonces canal local de Cablevisión, y en dos ocasiones participó del segmento “30 Segundos de Fama” del popular ciclo televisivo Show Match conducido por Marcelo Tinelli, resultando ganador en ambas oportunidades.
Su pluma también dejó registros a través de tres libros, “Cruz y ficción” en 1991, luego “Adán y la lombriz solitaria” en 1993 y, por último, “Con el respaldo de mi mayor incertidumbre” en 2015. Pero además fue columnista en el segmento humorístico del diario La Calle durante 12 años, de la Revista Juntos (1992) y del Semanario 20/10 (2007)
Su nombre es sinónimo de humor, café concert, teatro y es un ejemplo de autogestión.
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