Jorge Horacio Capellino, quien se había desempeñado como Jefe del Servicio de Clínica del Hospital Militar de Paraná, con el rango de Teniente Primero durante la última dictadura cívico militar fue condenado este mediodía a la pena de 13 años de prisión, accesorias y costas, además de su inhabilitación por el período que dure la pena por los delitos de privación ilegítima de la libertad, como parte secundaria por dicho delito contra Sergio Hennekens y en concurso real del homicidio, con alevosía, de Pedro Miguel Sobko.
Por VALENTÍN BISOGNI
El juez Pablo Seró, juez ad hoc del Tribunal Oral Federal de Paraná, dio lectura a la sentencia desde la sala del Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay, mediante una videconferencia que pudo verse en la capital provincial en vivo.
Los medios, entre los que estaba El Miércoles Digital, pudieron presenciar la lectura de la sentencia pero no realizar grabación de la misma.
Con respecto a lo resuelto por el juez federal, Capellino continuará con el beneficio de la prisión domiciliaria, compuntándole 6 años que ya contaba de prisión efectiva. Además fue absuelto por de los homicidios y desapariciones de Juan Alberto Osuna y Carlos José María Fernández víctimas del terrorismo de Estado en lo que se denominó la masacre de “La Tapera”.
Desde el Ministerio Público Fiscal se había solicitado una pena de 25 años de prisión y la querella representada por el abogado Marcelo Boeykens del Registro Único de la Verdad de la Provincia de Entre Ríos la pena de reclusión perpetua.
¿QUIÉN ERA CAPELLINO?
Jorge Horacio Capellino, fue un médico que cumplía funciones en el Hospital Militar, efue acusado de "legalizar" tres homicidios y ser el encargado de "controlar el estado de salud" de los presos políticos durante las sesiones de tortura a que eran sometidos en el centro clandestino de detención que funcionaba en el Batallón de Comunicaciones del Ejército, en Paraná.
Entre 1976 y 1977, se desempeñaba como jefe del Área de Clínica Médica del Hospital Militar y está acusado de “legalizar” los homicidios de Juan Alberto Beto Osuna, Carlos José María Fernández –en la denominada Masacre de La Tapera– y Pedro Miguel Sobko; y por el secuestro y torturas que sufrió un detenido político en el nosocomio castrense.
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