El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Como un fantasma ha vuelto “la traición a la patria”. Era una concepto que formaba parte de discursos de barricada. Un juez de la Nación pide el desafuero para poder detener a la ex presidenta Cristina Kirchner. Los retorcidos argumentos hacen pensar que se trata de una puesta en escena. Tal vez un gesto sumiso del juez Bonadío.
- Por ANÍBAL GALLAY
Los argentinos venían informándose (televisión mediante) de temas urticantes: un submarino que desaparece, la reforma previsional que achica jubilaciones, la flexibilización laboral que recorta derechos y la reforma tributaria que favorece a las empresas. Y si esto fuera poco un proceso inflacionario incontenible. Y además dos muertos en represiones de las fuerzas de seguridad.
De pronto todo cambió: la ex presidenta Cristina de Kirchner ha traicionado a la patria, delito que conlleva una pena de prisión. Un delito impactante. Todos los medios abandonaron los temas habituales y se dedicaron a esta cuestión.
DESAFUERO
El Senado puede desaforar a Cristina Kirchner, pero será muy difícil porque se necesita una mayoría agravada de dos tercios. Hay antecedentes y el más reciente fue el del diputado De Vido.
Es bueno aclarar que los legisladores no pueden ser molestados ni detenidos por sus opiniones. Para ello debe privárselos de fueros. Es un privilegio relacionado con sus funciones. Si así no fuera poco costaría poner en la cárcel a diputados y senadores antes de una sesión, en la que votarán en contra de un proyecto de ley.
Desde ya que este pedido de desafuero no prosperará pero se logró el objetivo: no solo se robó todo, sino que además traicionó a la Patria. ¿Nada está probado? No importa.
Llamar perversa a esta conducta parece adecuado.
TRAICIÓN A LA PATRIA
En la guerra civil argentina era habitual acusar al enemigo de traición a la Patria y fusilarlo sin muchos miramientos. O el degüello o la horca, según los casos.
Los constituyentes de 1853 pusieron límites y prohibieron la pena de muerte por razones políticas. Pero dejó abierta la puerta para los delitos comunes. De hecho hubo ejecuciones, pero el Código Penal de 1921, no la incluyó entre las penalidades. La máxima pena es la reclusión perpetua.
La traición a la Patria está tipificada en el Código Penal a partir del artículo 214.
Textualmente:” Será reprimido con reclusión o prisión de diez a veinticinco años o reclusión o prisión perpetua(…) todo argentino o toda persona que deba obediencia a la Nación por razón de su empleo o función pública, que tomare las armas contra ésta, se uniere a sus enemigos o les prestare cualquier ayuda o socorro”.
Según el juez Bonadío, la ex presidenta colaboró, para que Irán no entregue a las personas sospechadas de haber participado en los atentados contra la embajada de Israel y la Amia.
Van algunas preguntas:
- a) ¿Irán es o era un país enemigo?
- b) ¿Irán y Argentina estaban en guerra?
- c) ¿El Estado iraní fue el autor de los atentados?
La respuesta es no en todos los casos. Y es importante porque para que haya traición a la Patria tienen que darse esos tres supuestos.
El juez inventa que era un estado de guerra en los hechos, y da por sentado que el Estado iraní organizó los atentados. Un juez, en materia penal no puede fallar de acuerdo a sus pareceres, sino con pruebas tajantes e indudables.
UN CIRCO
Estas decisiones forman parte de una puesta en escena para “entretener a la gilada”, como se decía antes.
El gobierno de Cristina tiene en su haber una serie de conductas circenses. La famosa y cadena nacional, la pobreza menor que en Alemania, conocer la cantidad de pobres es estigmatización, vamos por todo, y el consabido “aquí tenés los pibes para la liberación”. Pero solían ser mensajes para la militancia y mantener la mística de modo que un gobierno conservador parezca de izquierda y revolucionario.
La diferencia es que Cristina Kirchner no tenía ningún preso opositor. Si el juez Bonadío obró para complacer el ejecutivo o el ejecutivo hizo alguna sugerencia, es poco relevante. Se han violado principios sostenedores del Estado de Derecho.
rubengallay@hotmail.com
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