Por estas horas los diputados de la Nación debaten en la Cámara baja de la Nación si tendrá media sanción, o no, la ley que despenaliza la práctica del aborto e insta al Estado a garantizar la gratuidad y legalidad del mismo.
Mientras eso sucede, fuera del Congreso dos columnas bien separadas se mantienen en vigilia: los/ las que están en contra, como los/las que están a favor. Entre los/las últimos/as, está Analía Hernández, la cronista de El Miércoles Digital, que soporta estoica junto a sus compañeras el desenlace de una jornada histórica.
“La noche del miércoles 13 está muy fría en Capital. Menos de nueve marca el celular y ya comenzó la vigilia en este lado de la Plaza Congreso. Hay carpas de distintos colores, prevalecen las blancas. Las banderas rojas y negras como dice el Indio, la marea verde llegó en forma literal -en su mayoría jóvenes veinteañeras con sus bolsas de dormir y frazadas. Se mueven en círculo y en manadas con cánticos, bailes, danza y bombos” describió Ana.
“Las más chicas cuidan a las primeras iniciadoras de la campaña por el aborto legal; hoy algunas ya están grandes y caminan con bastón. Ellas también están bajo la fría niebla dentro de las carpas. Pero se cumplen las normas de seguridad de forma estricta, sobre todo el objetivo es cuidar a la viejas. La insignia es de fácil identificación y acceso. La consigna hecha canción: El feminismo va a vencer, y la llave el pañuelo verde con la inscripción: Educación sexual para decidir anticonceptivos para no abortar y aborto seguro para no morir”.
Para las próximas horas, vendrá la crónica de Ana sobre la jornada.
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |