Tras más de 10 años de trabajo y 70 años de extinción en la provincia de Corrientes, el yaguareté vuelve a caminar libre por los suelos de Iberá.
Los primeros en salir de los enormes corrales del Centro de Reintroducción de Yaguareté en el Parque Nacional Iberá fueron los cachorros Karai y Porã, nacidos a mediados de septiembre del 2020, y su madre Mariua. La familia se desplaza ahora a sus anchas en el humedal correntino donde alguna vez reinó y donde, si todo marcha bien, volverá a dominar el paisaje.
El histórico hecho es producto de casi una década de preparación, junto con la reintroducción en la zona de otras especies también desaparecidas por acción del ser humano como el Oso hormiguero, el Pecarí de Collar, el Guacamayo Rojo y el Muitú entre otros.
Este es el principio de lo que será la cuarta población de Yaguaretés de la Argentina, que viene a sumarse a las de Misiones, la Región Chaqueña y la de las Yungas (que tienen ejemplares originarios). Estos ejemplares correntinos no tendrán contacto con los de esas otras regiones y formarán una población totalmente nueva con epicentro en los Esteros.
La liberación de estos ejemplares se da en el marco del Proyecto de Reintroducción que la Administración de Parques Nacionales, la Provincia de Corrientes y la Fundación Rewilding Argentina llevan adelante en el Iberá.
Mariua y sus cachorros Karai y Porã ya recorren libres los inmensos pastizales, bañados y bosques de este Parque Nacional. Por primera vez en el mundo el yaguareté es reintroducido en una región donde había desaparecido.
El proyecto de reintroducción de yaguaretés que se lleva adelante en Corrientes busca generar ejemplares que luego puedan ser liberados, ya sean animales de origen silvestres y rehabilitados, o cachorros nacidos en el centro a partir de padres provenientes de cautiverio.
La vuelta del yaguareté devolverá el equilibrio al humedal, hoy saturado de carpinchos, monos y yacarés, animales que perdieron su predador natural.
La reinserción, sin embargo, no es el principal desafío, ya que si no cambian las condiciones que hace 70 años produjeron la extinción del yaguareté en Iberá, la descendencia de Mariua vivirá muy poco.
“Hay que lograr que la gente tenga una percepción económica positiva del yaguareté. Si es algo bueno, no lo matará”, explica Hainonen, uno de los biólogos a cargo del proyecto. La solución está en el ecoturismo.
El uso del yaguareté como imagen de la provincia potenció los emprendimientos de las comunidades rurales que rodean al estero. Familias que antes apenas tenían trabajo hoy dan alojamiento o se ofrecen como guía de turismo.
Se trata, en el fondo, de lograr una convivencia pacífica entre el yaguareté y el su principal predador, el hombre.
Las Naciones Unidas declararon al Decenio 2021/2030 como el de la Restauración de los Ecosistemas Naturales para resaltar que, debido al daño que hemos hecho a nuestros ambientes y especies, ya no alcanza con conservar lo que aún queda en pie como hemos hecho tradicionalmente, sino que debemos recuperar lo perdido.
Esta es la premisa con que estos proyectos se desarrollan en Corrientes, recuperar el esplendor de su naturaleza con el desafío de aprender a convivir.
Fuentes: El País / Red Yaguareté / Fundación Rewilding Argentina
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