El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
El represor, que a comienzos de los años 80 estuvo destinado en la Prefectura uruguayense, fue extraditado a la Argentina. Está acusado por la desaparición del célebre escritor y de participar en “vuelos de la muerte”. Estaba prófugo en la causa ESMA. Sánchez estuvo en la Prefectura de Concepción del Uruguay durante un par de años, se casó en nuestra ciudad y tuvo hijas aquí. "Era un psicótico", contó a este medio un uruguayense que lo sufrió durante la "colimba".
Por A.S. de EL MIÉRCOLES DIGITAL
El represor Gonzalo “Chispa” Sánchez, imputado por su participación en el secuestro y desaparición de Rodolfo Walsh en 1977, fue detenido días atrás en Brasil y extraditado en la tarde de este jueves a la Argentina tras gestiones del Gobierno realizadas a través de la Cancillería. Sánchez, uno de los prófugos de la Justicia en la causa ESMA y partícipe de los vuelos de la muerte, fue llevado de Foz de Iguazú a Puerto Iguazú, desde donde se dispuso su traslado hacia Buenos Aires.
LA VINCULACIÓN CON CONCEPCIÓN DEL URUGUAY
El Miércoles Digital pudo saber que Sánchez estuvo destinado en Concepción del Uruguay, en la Prefectura de Zona, entre los años 1979 y 1983 aproximadamente. Una de las personas que en aquel entonces cumplió el servicio militar obligatorio, contó a este cronista que “en el año 82 hice la colimba en Prefectura y ahí lo conocí a Chispa Sánchez. Era joven, tendría menos de 30 años. Era muy militar en sus formas, pero de trato ameno. Ya muchos años después, por los medios, me enteré su vinculación con el secuestro de Walsh”.
Sánchez, además, echó algunas raíces en Concepción del Uruguay: se casó con una joven uruguayense y tuvo dos hijas con ella.
Sánchez, además, echó algunas raíces en Concepción del Uruguay: se casó con una joven uruguayense y tuvo dos hijas con ella.
En tanto que los más memoriosos de la delegación de Prefectura local recuerdan que en ese entonces era oficial principal y cuando el gobierno de Raúl Alfonsín comenzó las investigaciones acerca de los hechos de terrorismo de Estado de la dictadura, a Sánchez lo trasladaron a Santa Fe. Mientras tanto otras versiones indican que su destino siguiente fue Mar del Plata, pero su esposa e hijas quedaron en la ciudad.
TESTIMONIO: "ERA UN PSICÓTICO, UN DESQUICIADO"
Otro uruguayense, Leonardo Hoet, quien también realizó el servicio militar en la Prefectura local, aportó más precisiones sobre Sánchez, y también un testimonio claro y contundente sobre la personalidad del represor ahora detenido.
En primer lugar especificó que Sánchez había llegado a la Prefectura local en marzo de 1979. "Yo comencé el 1º de abril de ese año, por eso lo recuerdo con claridad", contó a este medio.
Luego dio su recuerdo acerca de la personalidad del secuestrador de Rodolfo Walsh:
"Era lo más hijo de puta que se podía pedir, y estaba totalmente desquiciado. Basta como muestra esta anécdota: el individuo éste, dormía en una de las habitaciones que había en la Prefectura de Zona. Nosotros, como 'colimbas', teníamos que hacerle de 'sirvientas' a estas personas. Y un domingo de mañana, uno de mis compañeros le alcanza un café (Sánchez tomaba mucho café, como cinco litros de café durante el día), y el individuo éste, enojado porque el café no estaba bien caliente, tomó su pistola 45 y comenzó, a los tiros, agujereando todo el techo de donde dormía".
"Era un psicótico, siempre tenía una bala en la recámara de las armas que usaba. Le teníamos terror, cuando aparecía, era momento de esconderse para que no te vea. Ojalá le den una condena que lo mate en la cárcel", concluyó su recuerdo Leonardo a El Miércoles Digital.
PRIMER CASO DE EXTRADICIÓN CON BRASIL
Arribó anoche a Buenos Aires y quedó alojado provisoriamente en la Superintendencia de Investigaciones Federales, en el barrio de Lugano.
El presidente Alberto Fernández se puso “muy contento” al ser informado por el canciller Felipé Solá del arresto ocurrido en Paraty, una pequeña ciudad colonial del litoral sur de Rio de Janeiro, informó una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores a este diario. Solá acompañó “minuto a minuto” la evolución de los hechos desde el arresto, además de mantenerse en contacto con la embajada en Brasilia.
Sánchez, de 69 años, está acusado por crímenes de lesa humanidad, y fue capturado por orden del juez Luiz Fux del Supremo Tribunal Federal de Brasil, para ser extraditado a la Argentina. Será el primer caso de extradición sobre asuntos de derechos humanos del gobierno del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, quien recientemente elogió a los ex dictadores Alfredo Stroessner, de Paraguay, y Augusto Pinochet, de Chile.
Sánchez había sido detenido en 2013 en la ciudad de Angra dos Reis, también en el litoral sur de Río de Janeiro, para extradición, pero en 2016 obtuvo la prisión domiciliaria, de la que se escapó.
Sánchez también está acusado de participar de los llamados “vuelos de la muerte” para lanzar al Río de la Plata y al Océano Atlántico a secuestrados detenidos desaparecidos. “El pedido de prisión preventiva para extradición fue formulado por la representación nacional de Interpol, con base en informaciones de las Alertas Rojas incluidas allí por las autoridades argentinas”, dice el comunicado.
El represor se había radicado en Brasil para trabajar en la industria naval en el litoral de la ciudad brasilera. Un nuevo pedido de captura llegó en 2019 y el Supremo Tribunal Federal autorizó la extradición hacia Argentina. El pedido de captura reciente fue realizado el 29 de enero por el ministro Fux, del Supremo Tribunal Federal.
Las instituciones involucradas en la captura del represor se encuentran en el primer plano de tensión política de Brasil, tras la renuncia del Ministro de Justicia, Sergio Moro. El Supremo Tribunal Federal investiga a Bolsonaro por supuesta manipulación para controlar las investigaciones de la Policía Federal.
PRONTUARIO
Ex miembro del Grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA, Sánchez fue parte de la célula terrorista que el 25 de marzo de 1977 secuestró en el barrio porteño de San Cristóbal al autor de “Operación masacre”, cuando acababa de despachar la luego célebre e historica “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar”, al cumplirse un año del feroz gobierno cívico militar encabezado por Videla y Massera. 
Algunos sobrevivientes del campo de detención de la ESMA lo recuerdan como uno de los represores más jóvenes, habitualmente bronceado, y alguien a quien le gustaba presumir de los métodos utilizados en la eliminación de prisioneros políticos: desde las incineraciones hasta los vuelos de la muerte. Su nombre ya constaba en los testimonios presentadas a mediados de los años 80 en el Juicio a las Juntas. Reapareció en el 2000 en la megacausa de la ESMA, cuando el juez federal Sergio Torres solicitó su captura internacional.
CASI MEDIO SIGLO DE IMPUNIDAD
Con la extradición de Sánchez se terminan 43 años de la impunidad de la que gozó desde el asesinato de Walsh, considerado hoy unánimemente uno de los periodistas y escritores más destacados de la historia argentina, autor de varios modelos de investigación periodística como “Operación Masacre” o “Quién mató a Rosendo”. Pero también Walsh es célebre por su obra narrativa, de gran carga social y política, como el impresionante cuento “Esa mujer” o “Un oscuro día de justicia”. Walsh, además, fue miembro de la inteligencia montonera, pero tuvo fuertes críticas a Firmenich y a la conducción de esa organización (ver link sobre Rodolfo Walsh).
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