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Drogarse: una práctica con consecuencias para la salud mental, física y social

“La evolución de las ciencias, está en desventaja respecto de lo que la sociedad tolera incorporar en función de que no se ha hecho nada demasiado serio para evitar la epidemia y, por ende, se ha dejado crecer el narcotráfico y su forma de penetración: la corrupción. Entonces ¿Por qué no ubicarse en otro lugar y luchando de otra forma?” opina Raquel Teresita Bertochi, Directora del Instituto de diagnóstico y tratamiento de las adicciones “Del Prado”, en una nota enviada a El Miércoles Digital, a modo de aporte al debate sobre la despenalización y/o legalización de las drogas.

Huerta del Prado
La huerta que funciona en el Instituto “Del Prado”.

(*) Por RAQUEL BERTOCHI

Informar a la población acerca de las consecuencias de drogarse, nos parece poco eficiente, si no se la encadena a una posición ético- moral, frente a la vida, así con mayúscula y subrayando la palabra consecuencias,  porque las estamos olvidando, casi en convivencia con los usuarios de las drogas, que pretenden vivir atemporalmente, negando el paso del tiempo y los deterioros que sus prácticas les y nos ocasionan.

Por tal razón, expondremos nuestra posición como una contribución al debate acerca de la despenalización y/o legalización de las drogas psico-neuro-bio-socio-tóxica, que es como sugerimos denominarla debido a que ya está instalada en nuestra sociedad y muy bien manipulada por y al servicio de los “mercaderes de la muerte”, que pretender convencernos que mediante una ley ya no viviremos mas esta tragedia que ensombrece al siglo XXI y augura un futuro incierto para la condición humana.

Piensen que insistimos en hablar de consecuencias y de futuro, palabras casi desagradables para una sociedad que vive un presentismo fanático, alimentando con combustible como son las drogas psico-neuro-bio-socio-toxicas, ya que uno de sus efectos psicológicos más universales y por los tanto más buscado, es que producen negación tanto de la realidad externa como de la realidad psíquica de aquellos que las consumen. Son el pasaporte al mundo de la fantasía y así alegremente se alcanza la esclavitud, condición humana que tanta sangre demando abolir y ahora en forma encubierta se nos propone elegir, en términos de legalizar las drogas. Es interesante tener en cuenta al adicto, etimológicamente corresponde a esclavo y esta es una de las más grandes consecuencias, pues al legalizarla instauramos la esclavitud, mintiendo quedamos un paso fundamental hacia la libertad del hombre, le ofrecemos la dependencia a las drogas.

Nosotros pasamos años luchando para tratar de rehabilitar a una persona de un daño o lesión cerebral y por otro lado hay grupos interesados que pretenden incorporar a la farmacopea, sustancias eminentemente destructivas que significan una burla al control de medicamentos.                                                                                                                                                                         Hace poco tiempo, un conjunto de investigadores de alto nivel académico, mostró los cambios genéticos a través de modificaciones en la estructura molecular de las neuronas, producidos  por las drogas y la cantidad de seres que nacen con deformaciones por efecto de la cocaína, el alcohol, la marihuana, etc. Y que entre otros daños produce retraso madurativo, alteraciones en la capacidad de aprendizaje, daño cerebral, etc. En consecuencia, nos preguntamos ¿tiene alguna utilidad buscar crear mutantes? ¿cuáles? ¿a quién o a quienes beneficia? Es decir que la evolución de las ciencias, está en desventaja respecto de lo que la sociedad tolera incorporar en función de que no se ha hecho nada demasiado serio para evitar la epidemia y por ende, se ha dejado crecer el narcotráfico y su forma de penetración, la corrupción, etc. Entonces ¿Por qué no ubicarse en otro lugar y luchando de otra forma?

Entendemos muy bien cuando se habla de despenalización, ya que teniendo en cuenta como se genero el proceso y dado el alto nivel de corrupción y la falta de leyes para atacar los grupos organizadores del narcotráfico, principalmente están pagando las consecuencias las jóvenes generaciones que caen en las drogas y son penalizados como delincuentes. Son algo asi como la infantería de los viejos ejércitos y esto provoca mucha indignación. Estamos de acuerdo con que hay que buscar forma de tratarlos y ayudarlos, pero, desde nuestro lugar de médicos no resulta posible aceptar y legalizar esta práctica antinatural, potencialmente capaz de modificar la esencia de la condición humana.

(*) Raquel Teresita Bertochi.

Matricula: 5551 MP

Máster en drogodependencia en la Universidad del Salvador

Directora del Instituto de diagnóstico y tratamiento de las adicciones “Del Prado”.

Tel: 03442-441470

Celular: 03442 15621729

Facebook: Instituto de diagnostico y tratamiento de las adicciones “Del Prado”

E-mail: Institutodelprado@yahoo.com

 

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