El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Está previsto para la semana que viene, cuatro días después de las PASO. Una designación en la Sala Penal de uno de los abogados defensores generó sospechas. La cuestión sanitaria, otra vez en la mira, no sería un obstáculo.
Por FEDERICO MALVASIO de PÁGINA JUDICIAL
Estaba todo listo para que el megajuicio a Sergio Urribarri comience el jueves, cuatro días después de la primera estación electoral. Es decir las PASO. Concretamente el 16 de septiembre, a las 9, pero una serie de acontecimientos pusieron en dudas la apertura.
En los últimos 10 días aparecieron dos noticias en torno al juicio que se va a extender todo septiembre, octubre y unos días de noviembre, mes en que se desarrollarán las elecciones generales.
Los abogados defensores habían solicitado precisiones en torno a los protocolos, teniendo en cuenta que el juicio requeriría en la sala de audiencias un número importante de abogados defensores, fiscales, testigos.
Desde el área de salud ocupacional del Superior Tribunal de Justicia (STJ) respondieron la nota firmada por la defensa y dieron detalles sobre las condiciones. Lo que se ponía en cuestión era si el juicio debía ser presencial o virtual. Hacer clic aquí para ver cuál fue la respuesta.
A los pocos días el asunto meritó una segunda novedad. Guillermo Vartorelli, uno de los abogados defensores en la causa, asumió el cargo de relator en la Sala Penal del STJ teniendo que abandonar obviamente la defensa.
Este mismo lunes los abogados defensores presentaron un escrito solicitando que se suspenda el juicio bajo el argumento que ante la salida de Vartorelli y la incorporación de tres nuevos abogados (Patricia Valín, Andrés Ignacio Bacigalupo y Juan Antonio Méndez), éstos necesitarían más tiempo para involucrarse en un voluminoso legajo que acumuló tres causas que integran la saga “el sueño entrerriano” y en la que se lo acusa a Urribarri de haberse costeado la campaña presidencial con fondos públicos.
Vartorelli sufrió el escarnio al ser señalado como defensor de Urribarri, cosa que nunca fue. Lo más cercano fue defenderlo al cuñado del cuñado del ex gobernador, Alejandro Almada. Pero en caso que lo haya sido no es impedimento para asumir el cargo de relator. No fue necesario aclarar nada, porque se caía de maduro. Como tampoco hubiese hecho falta si Julio Federik integraba la Cámara de Casación de Concordia, como se lo propuso, luego de haber defendido a hombres públicos que fueron condenados por casos de corrupción.
Lo cierto es que ante el pedido de abogados defensores de suspender el juicio por los cambios en una de las defensas tras la salida de Vartorelli, Miguel Cullen, su socio en el estudio hasta la designación, se hizo cargo de sus representados de su colega. Versiones, desmentidas, indican que la Sala Penal no estaba para comerse el sapo de quedar como parte de una maniobra para suspender el juicio.
La cuestión sanitaria volvió en las últimas horas a ser un posible obstáculo para comenzar con el debate oral y público. Sin embargo, fuentes tribunalicias indicaron a Página Judicial que está todo en orden para que comiencen las audiencias. Este martes, precisamente, se recorrió todo el espacio en el que se llevaría a cabo.
El Tribunal de Juicio que debe juzgar está integrado por María Carolina Castagno, Elvio Garzón y José María Chemez.
El ex gobernador y ahora embajador en Israel debía responder por el supuesto desvío de 47 millones de pesos para la promoción de su figura durante el 2015. Está acusado por los delitos de peculado y negociaciones incompatibles con la función pública. Los fiscales adelantaron una pena de nueve años de prisión. Los mismos delitos se le atribuyen al ex ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, para quien pidieron ocho años.
Juan Pablo Aguilera, cuñado de Urribarri, es otro de los imputados. Se lo acusan de haber cobrado una coima por la instalación del parador playero en Mar del Plata como parte de la campaña de una candidatura que no fue.
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