El músico uruguayense falleció de manera inesperada este lunes 15 de febrero. Integrante de una familia de artistas, tuvo una extensa trayectoria en la música popular de la región. La ciudad lo despide conmovida.
REDACCIÓN de EL MIÉRCOLES DIGITAL
Héctor Alfredo Chaca Apeseche acababa de cumplir 66 años el 11 de febrero. Nacido en 1955, hijo del reconocido cantor de tangos Héctor Apeseche, hermano de la también cantante Sandra, Héctor hijo tenía una extensa trayectoria en la música popular uruguayense.
Fue integrante de bandas y grupos legendarios, como “Los Vikings” o “Génesis” a comienzos de la década del 70 (nada que ver con la banda inglesa), “Los Consagrados” y algunos años después “Aerosol”, con la que grabó un disco de vinilo: “Pop romantic”.
Su nombre además está asociado al Carnaval de Concepción del Uruguay: desde la legendaria Tupinambá, su música estuvo presente en las fiestas de Momo. Polifacético y multiinstrumentista, Chaca tocó el saxo, la guitarra, la batería, el teclado o cantó en las diferentes formaciones que integró.
En 2002 grabó un disco con sus propios temas. Lo hizo en los estudios Cossani y el título fue el sobrenombre completo del intérprete, “Chaca Chan”. La grabación se compone de doce temas propios y en colaboración de E. Sánchez. En su gran mayoría de raíz melódica, y uno en ritmo festivo carnavalesco, un subgénero en el que Chaca también descolló.
Trabajador de la gráfica y la cartelería, Chaca era además muy conocido por esa actividad. Semanas atrás había sufrido un ACV, del que no se recuperó. El pesar entre la comunidad uruguayense se multiplicó al conocerse la noticia. Como expresó uno de los vecinos apenados, “Chaca tocaba todos los instrumentos y cantaba, y todo lo hacía bien. En el carro musical de las comparsas era irreemplazable. Transmitía alegría como nadie, y él lo disfrutaba más aún…” (Carlos Bartet).
El origen del sobrenombre (“Chaca” o “Chaca Chan”) con el que toda la ciudad lo conocía, ya forma parte de la leyenda. El propio Chaca lo contaba a su modo: recién incorporado a una de sus primeras bandas, los Vikings, el joven músico se entusiasmó en el escenario y comenzó a tener un protagonismo inusual. El líder de la banda, el “frontman” (Carlos Asín, el “Chileno”) apenas terminada la actuación, se le acercó con gesto adusto y lo retó delante de todos sus compañeros: “Vos, pendejo, hacé chacachán chacachán con la guitarrita y nada más, porque acá la estrella soy yo”. Y así quedó “Chacachán”, para siempre.
El periodista uruguayense Pedro Parpagnoli lo rememoró de esta manera: "La música uruguayense perdió a un gran exponente, con mucha historia. El Chaca fue dueño de una impronta única no sólo en lo musical, si no también en lo personal. Lamentablemente una dura enfermedad que venía llevando desde hace unos años puso fin a su vida. Seguramente en el inconsciente colectivo de muchos quedarán guardados aquellos bailes de fin de año, en Rivadavia y Parque Sur, de las noches en Mon Cheri, Búfalo y Sarao entre otros encuentros nocturnos que supo animar con su música".
En las redes la noticia produjo conmoción y se sumaron centenares de mensajes de dolor ante la partida del artista. Héctor Caffa, locutor y amigo, lo despidió diciendo: “No existió un solo encuentro en el que no hayamos reído juntos, pero querido Chaca, imposible no dejar rodar las lágrimas de la pena que me provoca tu partida”. Agustina Salas, cantante, se expresó así: “Chaca querido... Toda la ciudad y la música te lloran. Sos un excelente músico y aun mejor persona. Elijo quedarme con todos los hermosos momentos de locura arriba de las tablas”. Daniel Barrio, músico y amigo, aseguró que “Chaca era sinónimo de música, música y más música. Se va invitándonos a seguir, llorando hoy un poco o bastante, pero seguir, y si es con alegría mejor. Porque en esa alegría sentida siempre estará él” (ver recuadro abajo).
Sus hijas, Celeste y Juli, lo despidieron con emoción y elocuencia, desde el amor y el reconocimiento profundo de la pasión que lo movía: "Celebro tu vida con alegría, con jingles que sonarán siempre en la radio... Celebro tu vida con un piano, un saxo, un micrófono y un teclado. Con plumas, con una recorrida a la vuelta de la plaza en un carro de Aimará o Tupinambá con olor a espuma de carnaval. Celebro tu vida con brillo, con noche, con parlantes. Con un disco tuyo, con las eternas noches de ensayo en casa. Con la caja de pinceles con olor a pintura, cera y tizas. Con tus canciones y composiciones. Te celebro completo papá. ¡Que se arme la fiesta y el bailongo en el cielo! ¡Están todos invitados!", escribió Celeste. Y Juli compartió un video de Chaca cantando y expresó: "Te me fuiste Pa. Se me parte el corazón pero sé que encontraste tu paz, esa que tanto necesitabas. Te quiero recordar así, con una guitarra, una batería, un saxo. Cantando, disfrutando de la música que tanto amabas. Cada vez que escuche una canción para sanar el alma voy a saber que estas ahí conmigo. Me quedo con esta frase de la canción: 'Aún necesito soñar, aún necesito cantar'. Qué alegría vas a darle en el cielo a tanta gente. Festejá el carnaval desde allá arriba".
Como dijo uno de los uruguayenses que lo despidió con sentidas palabras, se nos fue una parte grande de la historia de la música y de la alegría uruguayense. Y fue justo en Carnaval. Hasta siempre, Chaca Chan.
En la alegría siempre estará el Chaca
Por Daniel Barrio
En el escenario, en cualquier escenario, vestido con jeans y remera o en las carrozas comparseras, con ropas brillantes, tocando, animando, transmitiendo, contagiando, generando alegría, mucha alegría. Nuestro amigo, el gran amigo querido y respetado por todos. Pero no solo ahí, donde irradió su música y su musicalidad excelentes desde cualquier lugar donde se lo mire. Porque además de eso, fue ese ser al que muchas veces de repente lo hemos encontrado subido a un andamio o una escalera pintando un cartel o colocando una imagen por él diseñada, todo simpatía, todo cordialidad, todo risa por alguna ocurrencia en el momento. Y ni hablar de esos segundos cuando lo cruzamos en las veredas, cuando lo veíamos venir y ya nos preparábamos para el placer de encontrarnos, con esa sonrisa generosa, esos rulos imborrables ya encanecidos, unos anteojos para ver mejor y esa eterna y para siempre bonhomía y simpatía que sólo llevan las grandes personas. Nuestro amigo, el amigo de todos, el que parecía que te buscaba para saludarte y decirte que la vida es hermosa. Esta puta vida que hoy se te apagó Chaca, querido Chaca. Chacachán para los más cercanos, sinónimo de música, música y más música. Se va invitándonos a seguir, llorando hoy un poco o bastante, pero seguir, y si es con alegría (que es lo mejor que nos puede pasar), mejor. Porque en esa alegría sentida siempre estará él. Chau, amigo.
Chaca acompañando a su padre, el decano del tango uruguayense don Héctor Apeseche. En la despedida, en el cementerio, Héctor cantó "Barrio de tango" para despedir a su hijo. Fue un momento tremendamente emotivo.
La canción que subió su hija Juli a las redes.
FOTOS: Montaje: El Miércoles Digital. Fotos del Facebook de Alberto Eduardo Castillo / Archivo de Jorge Villanova / Gentileza de Abelardo Santángelo. Gracias a todos ellos.
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