En esta nota del 1° de marzo de 2000, en la Edición 0 de El Miércoles se abordaba la deuda que dejaba la gestión municipal de Enrique Bermúdez, “la más cuestionada de la historia”, y que recibía la flamante Intendencia de José Eduardo Lauritto, que fue luego “un buen piloto de tormenta”, se describió. Se trató de un escándalo de proporciones, por aquella época, y el semanario detallaba todas las cuestiones alrededor de éste.
Era la nota principal de aquel número inaugural, 20 años atrás, que contaba meticulosamente lo que sucedía con el pasivo que dejaba como legado la gestión bermudista, que en diciembre de 1999 terminó en graves conflictos con el gremio municipal y en medio de las sospechas y acusaciones por desmanejos económicos en la Comuna.
Así, compartiendo con nuestros lectores algunas de las más relevantes notas publicadas durante dos décadas, celebramos los 20 años de Miércoles, que se cumplen en este 2020.
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El ex intendente afirmó que eran siete millones. José Eduardo Lauritto asegura que la deuda del Municipio asciende a 16 millones de pesos. El Miércoles revela el origen y la composición en detalle del “agujero negro” que dejó como herencia la gestión más cuestionada de la historia de Concepción del Uruguay.
El agujero negro de Bermúdez (2000)
Después de dos meses sin aparecer en la vida pública de la ciudad, el ex intendente Bermúdez rompió el silencio y reconoció a este semanario que la deuda municipal es mucho mayor que lo manifestado por él mismo en un primer momento. Ya antes del recambio de autoridades se hablaba de un monto superior a los siete millones reconocidos por el ex intendente. Sin embargo, la nueva gestión se encuentra cada día con una sorpresa. Los 13 millones de deuda calculados en un principio por los colaboradores del intendente Lauritto ya se han transformado en más de 16. La herencia de la gestión Bermúdez compromete la balanza municipal en más de 400 mil pesos mensuales.
Por ADRIÁN PINO y AMÉRICO SCHVARTZMAN
COLABORACIÓN: J.D.
Mucho se ha hablado en los últimos meses acerca de la deuda municipal. Si bien es de público conocimiento que la verdadera deuda asciende a más de 16 millones de pesos, son pocas las precisiones que se tienen respecto de la deuda heredada por Bermúdez, los acreedores del municipio, los gastos en teléfonos, las elevadas tarifas de gastos en celulares y una innumerable cantidad de erogaciones realizadas por la comuna que hasta ahora constituyen verdaderas zonas oscuras. Ante este panorama, El Miércoles revela el detalle y las causas del «agujero» fiscal, y echa luz sobre el origen y la composición del mayor déficit financiero que ha sufrido la Municipalidad de Concepción del Uruguay en toda su historia.
DE 7 A 16 MILLONES
Durante los últimos días de su gestión el ex intendente Bermúdez –de la mano de Lidia Forclaz, su cuestionada secretaria de Hacienda– repitió hasta el cansancio que el balance de su gestión arrojaba un saldo negativo de «algo más de siete millones» de pesos. Sin embargo, dos meses después de alejarse de la función pública Luis Enrique Bermúdez reconoció a El Miércoles que la verdadera deuda ronda los 11 millones.
Apenas asumido el nuevo intendente, las cifras se incrementaron nuevamente: por cada día que pasaba se agregaba a la deuda municipal un millón de pesos. Primero se dijo que eran 13 millones; después fueron 14 y finalmente se llegó a un monto definitivo –al menos hasta el día de hoy– de 16 millones de pesos. Ante tantos ceros juntos, hablar de diez mil o 20 mil pesos parece risueño. Sin embargo, gastar 28.800 pesos únicamente en teléfonos celulares, a los cuales tenían acceso unos pocos funcionarios, ya deja de ser un dato menor. Éste era el tipo de gastos que fueron haciendo que a lo largo de cuatro años de gestión el municipio alcanzara el déficit más grande de toda su historia.
ACLARAR EL PANORAMA
Los 16 millones totales de deuda son sin duda una cifra alarmante, pero hay que tener en cuenta que, en el año 95, cuando asumió Bermúdez, la deuda municipal superaba los siete millones de pesos (ver recuadro).
El caos y la desinformación respecto del estado real del municipio hacen que conocer y comprender los motivos del incremento de tal endeudamiento resulte una tarea más que ardua. De todas maneras, a pesar de la maraña de números, El Miércoles logró armar un esquema elemental de la composición general de la deuda municipal.
Acá van algunos números aproximados:
Deuda con la Provincia $ 6.500.000
Crédito Banco BERSA $ 2.000.000
Onda Verde $ 2.000.000
Juicio Expropiación Pelay $ 1.400.000
Telecom $ 140.000
Telecom Personal $ 28.800
Proveedores varios $ 4.000.000
Total aproximado $ 16.000.000
Éstos son simplemente algunos datos generales de la deuda del municipio. Sólo figuran las principales entidades acreedoras del Estado municipal. Dentro del rubro «Proveedores varios» se incluye una interminable lista de empresas a las cuales el municipio les adeuda dinero por la compra y requerimiento de distintos materiales y servicios que ampliamos más abajo.
El detalle y la explicación de los motivos que llevaron al municipio a contraer las deudas con las distintas entidades es uno de los temas pendientes que la ciudadanía tiene derecho a reclamar y por el cual los funcionarios que encabezaron la gestión deben hacerse responsables.
EL DÉFICIT ESTRUCTURAL
En 1995, el intendente electo Luis Enrique Bermúdez asumió la Presidencia Municipal con una deuda de más de siete millones de pesos, legado de la gestión anterior del doctor Hugo Baldoni. Según las palabras de Bermúdez, el déficit mensual que sufría el municipio en aquel entonces era de 300 mil pesos mensuales, con lo cual el déficit anual ascendía a 3,6 millones. Siempre según las cifras de Bermúdez, con un simple cálculo se llega a una acumulación de déficit de 14,4 millones al cabo de cuatro años.
Con lo cual, habría que agradecerle al ex intendente que haya llevado tan bien las arcas del municipio, al sumar sólo 9 millones a la deuda heredada.
Aunque esto sea lo que pretenda el Gallego Bermúdez, las cosas no son así. Cualquier persona medianamente lúcida sabe que ante un déficit estructural las posibilidades de saneamiento son obvias: o se aumenta la recaudación o se achican los gastos. Si es que en algún momento el ex intendente se lo propuso, fracasó en ambas cuestiones: la recaudación descendió en su último año de gestión a niveles nunca vistos y los gastos nunca se redujeron. Hasta el año 98 el gasto total general del municipio creció de 20,4 a 23 millones de pesos. Nada más que en el rubro «Personal», la gestión Bermúdez incrementó en más de un millón de pesos sus gastos entre 1996 y 1998.
TELÉFONOS Y CELULARES
Destapar. Esa es la idea, destapar la olla. Mostrar cómo se utilizan los recursos de toda la ciudadanía de Concepción del Uruguay para fines puramente personales.
La corrupción enquistada en los ámbitos estatales y la malversación de los fondos públicos es sin duda el resultado previsto de más de diez años de menemismo, que han tenido su correlato en Concepción del Uruguay con lo que podría darse en llamar cultura bermudista. Relojes con la inscripción «Presidencia Bermúdez», funcionarios con más de un teléfono celular, la utilización de viáticos para vacaciones son sin duda algunas pruebas del despilfarro que caracterizó a la gestión Bermúdez. Seguramente no todo el gabinete del ex intendente se manejaba de la misma manera. Seguramente había algún o algunos funcionarios honestos que cumplían su trabajo correctamente, pero esas voces no se escucharon lo suficientemente fuerte como para tapar la ostentación bermudista.
¿Qué? ¿Que quiere algunos datos concretos? ¡Cómo no! El propio intendente Bermúdez tenía en aquel entonces tres líneas de celulares. En la temporada estival de 1999, el entonces intendente veraneó en Punta del Este. La factura del celular que lo acompañó hasta las costas uruguayas llegó a los dos mil pesos.
La cuestión es que en definitiva el municipio se encuentra hoy con los teléfonos cortados y una deuda de 140 mil pesos con Telecom. La proliferación de celulares hizo que a esa deuda se agregaran 28.800 pesos únicamente en telefonía celular de Telecom Personal. Teniendo en cuenta que eran unos pocos los funcionarios y personal que tenía acceso a este tipo de telefonía (no más de 15 personas), el monto de la deuda se vuelve escandaloso. Parte de los celulares estaban a nombre de los propios titulares y no a cargo de la Municipalidad, motivo por el cual el intendente Lauritto ha ordenado enviar cartas documento a varios ex funcionarios desconociendo lo adeudado por éstos.
ACREEDORES: «QUEREMOS COBRAR»
Además de Telecom, también existe un importante número de acreedores que históricamente han provisto al municipio. Muchos de ellos no quieren reconocer lo que les adeuda la Municipalidad porque temen no poder cobrar. Algunos de los acreedores más importantes son Onda Verde, los proveedores de los materiales para la llamada «Puesta en valor» de la Plaza Ramírez, Ropelato, Arenera Don Antonio, Sanitarios Cuper, Telecom, Telecom Personal, Supermercado Toneguzzo.
Varias de las cifras adeudadas –cuyo monto exacto resulta difícil establecer– llaman la atención. Por tratarse del más elevado, en este primer número profundizaremos la explicación del origen de la deuda con Onda Verde, la empresa encargada de la recolección de residuos. Es llamativo que la Municipalidad adeude tanto dinero a una empresa que realiza un servicio que hace algunos años efectuaba el propio municipio sin generar ningún gasto adicional. Por eso es que el tema bien vale algunas explicaciones.
«¿LA ONDA VERDE? EL COLOR DE LA ESPERANZA»
Así respondía el ex intendente Bermúdez –líder de la agrupación Esperanza, línea interna del peronismo local conducida por el propio Gallego– cuando el periodismo lo indagaba respecto de la situación de pagos a la empresa encargada de recolectar los residuos. Otra respuesta no podía dar, ya que en abril del 98 dejó de cumplir con los pagos a Onda Verde. Y esta situación se mantuvo sin modificación hasta el final de su gestión, 20 meses más tarde.
UN POCO DE HISTORIA
El convenio entre el Municipio y la empresa Onda Verde -–legalmente inscripta como U.T.E. Sadoyeav - Román S.A.C.– se firmó el 21 de diciembre del año 92, durante la gestión de Baldoni. El contrato, que comenzó a regir el 1º de febrero de 1993, establecía un convenio por siete años con opción a cinco más.
Por la prestación del servicio se establecía un monto mensual de 69.663 pesos que el municipio debía pagar a la empresa.
Hasta acá todo parece normal. Pero en verdad son muchas las irregularidades que existen. Transcurrido un tiempo luego de la adjudicación del servicio, la Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por Sadoyeav y Román S.A.C. se rompió, lo cual figuraba como causal de recisión del contrato. Sin embargo, y a pesar del cambio de titular del servicio que pasó a ser Roman S.A.C., luego Rowing y actualmente Roweco, la empresa Onda Verde continuó como adjudicataria del servicio de recolección de residuos. Y no sólo eso, sino que en realidad, y más allá de lo establecido en el pliego de condiciones, la empresa Onda Verde cobra 20 mil pesos más que los 70 mil pesos acordados.
Otro de los datos curiosos es que el acuerdo contenía una cláusula por la cual la empresa contratista decidía unilateralmente hacer opción de la prórroga del servicio, sin el consentimiento del municipio. El plazo para prorrogar el contrato de Onda Verde vencía el 31 de enero de 2000. Por eso es que en los últimos días la Municipalidad ha reavivado la cuestión de Onda Verde y se encuentra negociando la deuda que mantiene con la empresa. Intentará seguramente desprenderse o renegociar este contrato leonino que tanto afecta económicamente a las arcas municipales. Argumentos jurídicos no le faltan; todo dependerá de la voluntad política.
LA DEUDA
Aunque nadie lo haya aclarado anteriormente, explicar el origen de la deuda con Onda Verde resulta bastante sencillo. Los dos millones que se adeudan a Onda Verde resultan simplemente del incumplimiento del pago mensual del servicio por parte del municipio en los últimos 20 meses de la gestión Bermúdez, desde abril de 1998. ¿Los beneficios económicos que recibió y los que espera seguir recibiendo la empresa son tan extraordinarios como para continuar brindando un servicio que no cobró durante casi dos años...?
Más allá de los intereses que la empresa pueda reclamar, el cálculo del gasto mensual de la Municipalidad en la recolección y tratamiento de los residuos es bastante simple: si por 20 meses de incumplimiento en el pago del servicio se adeudan dos millones de pesos, el servicio que presta Onda Verde le cuesta al municipio alrededor de 100 mil pesos por mes. Un poco caro ¿no?
EL CRÉDITO DEL BERSA: LA ÚNICA SALIDA
Todos recordarán los últimos días de la gestión anterior, en los cuales los reclamos y las manifestaciones por parte de los empleados municipales se incrementaban día a día, hasta el punto de establecer una olla popular en la misma explanada del Centro Cívico. La presión social ejercida por los trabajadores municipales con carteles y pintadas atacando y desprestigiando al entonces «desaparecido» intendente Bermúdez, obligaron al municipio a solicitar un nuevo crédito bancario –luego de golpear la puerta de varios despachos que terminaron en intentos frustrados– que permitiera cumplir con el pago de sueldos del personal municipal.
Después de varias idas y venidas, el Banco Bersa aceptó otorgar el crédito a la Municipalidad de Concepción del Uruguay, con la condición de que el préstamo tuviera la firma tanto de Bermúdez como del intendente entrante José Eduardo Lauritto, dado que sería este último el encargado de cumplir con el pago de la cuota mensual que se estableciera para saldar el préstamo.
Entre la espada y la pared por la situación planteada y sostenida por los trabajadores municipales, y con un trabajoso consenso entre los concejales salientes y entrantes, Lauritto accedió a la firma del crédito por medio del cual el Bersa le facilitaba dos millones de pesos. Con ese dinero se pagaron los sueldos de los meses adeudados y el aguinaldo correspondiente al mes de diciembre. Así terminaba su gestión Luis Enrique Bermúdez: su última medida de gobierno consistió en endeudar al municipio en dos millones de pesos más, los cuales había que sumar a los ya casi 14 millones que dejaba como herencia luego de cuatro años al frente del Ejecutivo Municipal.
Pero estos dos millones que el municipio se vio obligado a solicitar casi de rodillas tienen que ser devueltos, obviamente. Así es que el municipio deberá abonar 49 mil pesos por mes durante 60 meses (cinco años). Las cuotas se comenzaron a pagar en enero de este año. En total, el municipio devolverá a la entidad crediticia 2.940.000 pesos, casi un millón más de lo otorgado por el Bersa. Este pago mensual de 49 mil pesos complica aún más el desequilibrio fiscal que sufre la municipalidad.
DEVOLVER LOS FAVORES
Ante la inminencia de su alejamiento del poder, a menos de cinco meses de finalizar su mandato, el entonces intendente Bermúdez se encargó de comenzar a devolver algunos favores y asegurarse de mantener un importante número de empleados municipales dentro del municipio. Así fue que en agosto del 99 dictó una resolución por medio de la cual 106 agentes municipales, hasta entonces contratados, pasaban a formar parte de la planta permanente de la Municipalidad. También le pareció necesario ascender de categoría a otros 49 agentes y por eso promulgó una nueva resolución en el mes de octubre del mismo año. De esta forma, la planta de trabajadores municipales se incrementó notoriamente, lo mismo que los gastos en Personal que debía desembolsar el Municipio.
Estas famosas recategorizaciones –ilegales por cierto– eran conocidas por todo el mundo, pero fue el propio intendente Lauritto quien se encargó de hacerlas públicas cuando promulgó en diciembre tres decretos de Acción de Lesividad que declaraban nulos estos nombramientos hechos por el anterior intendente. Esta fue sin duda una clara señal de que el pacto de silencio entre Bermúdez y Lauritto denunciado en su momento por la Alianza, no existía o se había roto.
Los próximos pasos de la nueva gestión confirmarán o desmentirán la existencia de ese supuesto pacto de silencio.
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Agujero Negro
Para la ciencia, un agujero negro es una estrella tan masiva y tan compacta que genera un campo gravitatorio de una intensidad extraordinaria, que impide que la luz escape: la luz emitida es arrastrada de vuelta hacia el centro por la formidable atracción de gravedad. En otras palabras: nada puede escapar del agujero negro.
En periodismo (y en política) se empezó a emplear la expresión «agujero negro» para definir las zonas nebulosas, sobre todo de la economía, donde los fondos públicos son empleados discrecionalmente por quien ejerce el poder o por sectores corruptos enquistados en el Estado, impidiendo que los ciudadanos sepan cómo, en qué y para qué se usan los recursos de todos.
Hace un par de años, la revista XXI publicó una extensa y profunda investigación acerca de las zonas oscuras del presupuesto nacional bajo el título «El agujero negro». Esa edición de la publicación que dirige Jorge Lanata –y que ahora se llama Veintidós– ostentaba una perforación circular que atravesaba todas sus páginas, lo que le dio gran notoriedad.
Decía Raúl Scalabrini Ortiz que un Estado que se endeuda hipoteca el futuro de su pueblo. Hoy, el futuro uruguayense está hipotecado por una gestión que ya pasó a la historia local por su desmesura e irresponsabilidad. El «agujero negro» que estas páginas intentan penetrar no abarca miles de millones de dólares, como aquel que investigaron los periodistas de XXI. Es más modesto. Son «apenas», unos 17 o 20 millones de dólares. Acá nomás, en Concepción del Uruguay.
La deuda desde 1983
No es una tarea fácil desentrañar la evolución de la deuda del municipio. Los inconvenientes surgen no sólo de la falta de documentación, sino también de otros detalles técnicos, no menores, como el cambio de moneda (el paso de australes a pesos), que impide saber con precisión los montos heredados por cada gestión y la deuda que al término de cada una dejó, a su vez, como herencia para la siguiente.
El Turco Godoy, por ejemplo, manifestó a este medio que «yo no puedo recordar –ya que en aquella época eran australes– cuánto era el valor de la deuda».
«Lo que sí podemos valuar son los salarios –dice el ex intendente–. Mi salario era, valor dólar, de 1600 pesos, un tercio de lo que hoy se gana, y todos los salarios estaban así. Eso es una muestra de la austeridad de nuestro gobierno. Jamás dejamos de pagar un peaje en el Pelay, ningún funcionario usó un bungalow, jamás se utilizó mal un peso de la Municipalidad porque se necesitaba, hicimos un ahorro constante en base a un esfuerzo sobrehumano, realmente sobrehumano (lo reitera) de los funcionarios y de un presupuesto que nunca nos alcanzaba».
Cómo deber 16 millones
La gestión municipal iniciada en 1991 por el doctor Hugo Baldoni coincidió con un momento histórico trascendente para la economía del país. En este año, Domingo Felipe Cavallo fue designado ministro de Economía, y con él comenzó a llevarse adelante el plan de convertibilidad. Más allá de todas las críticas que se pueden hacer a las recetas económicas neoliberales, la convertibilidad y la estabilidad monetaria que trajo aparejada la nueva política económica sirvieron de marco para la evaluación de las realidades financieras tanto de la Nación como de las provincias y los municipios.
Así es que a partir del año 91 es posible comenzar a medir el crecimiento y estado real de las arcas municipales. Por eso es bueno detallar la evolución de la deuda del municipio de Concepción del Uruguay desde aquel año hasta nuestros días. El Miércoles logró acceder a las distintas ejecuciones presupuestarias de los últimos ocho años, lo cual permite seguir año a año la evolución de la deuda municipal, diferenciando los números correspondientes a cada una de las últimas dos gestiones.
Los resultados finales de cada año son los siguientes:
Ejecución Presupuestaria 1991 (último año de gestión de Scelzi): $ 620.000 (déficit)
Ejecución Presupuestaria 1992 (primer año de gestión de Baldoni): $ 334.000 (¡superávit!)
Ejecución Presupuestaria 1993: $ 1.700.000 (déficit)
Ejecución Presupuestaria 1994: $ 2.400.000 (déficit)
Ejecución Presupuestaria 1995: (último año de gestión Baldoni) $ 3.190.000 (déficit)
Total de la gestión Baldoni: $ 7.000.000
Ejecución Presupuestaria 1996 (primer año de la gestión Bermúdez): $ 1.150.000 (déficit)
Ejecución Presupuestaria 1997: $ 1.150.000 (déficit)
Ejecución Presupuestaria 1998: $ 1.600.000 (déficit)
Ejecución Presupuestaria 1999 (estimada): $ 3.000.000 (déficit)
Total estimado de la gestión Bermúdez: $ 7.000.000
Todavía no se ha llevado a cabo la ejecución presupuestaria del año 1999, pero se estima un déficit anual de 3 millones, llegando así a un total de 7 millones, a los que hay que agregarle los 2 millones del crédito otorgado por el banco BERSA en diciembre del año pasado. Así, los guarismos se acercan a los 16 millones de deuda total.
Acreedores / proveedores: de dos millones a ocho pesos
El departamento Cómputos del municipio publicó el 10 de febrero de este año una lista que contiene el total de proveedores/acreedores al 10 de diciembre de 1999. La interminable lista posee 542 empresas acreedoras de la comuna, que van desde 2,7 millones de pesos hasta 8,52 pesos. Aquí van los diez primeros:
Onda Verde + Román S.A.C.: 2.700.000
Minetto Sixto: 1.700.000
Caja Nacional de Ahorro y Seguro: 270.000
Tesorero Municipal: 115.000
Telecom Argentina S.A.: 102.000
Correo Argentino S.A.: 95.000
Arenera Don Antonio: 80.000
De Blasi máquinas industriales: 63.000
Hotel Fco. Ramírez/Playas Uruguay: 60.000
Municipalidad de Concepción del Uruguay (sic): 43.000
Este listado presenta algunos aspectos confusos como, por ejemplo, la Municipalidad aparece como acreedora de sí misma. También –y más allá de la gravedad del tema– existen puntos risueños, como por ejemplo Strappa Hnos., a quienes se les adeuda la suma de 18,24 pesos, que no será muy abultada pero ¿usted sabe cuántos botones se compra con eso?
El riesgo de la auditoría
En 1987 culmina la gestión de Juan Carlos Godoy al frente de la Municipalidad de Concepción del Uruguay. Lo sucedieron tres intendentes peronistas –Carlos María Scelzi, Hugo Domingo Baldoni y Luis Enrique Bermúdez– hasta la asunción como presidente municipal de José Eduardo Lauritto. En los más de 12 años de gobierno peronista, se realizaron algunas auditorías con la anunciada intención de conocer el verdadero estado de las cuentas municipales.
Así, por ejemplo, la gestión de Carita Scelzi contrató para ese fin a un estudio contable privado, el del contador Hugo Davies.
Sin embargo, las auditorías realizadas no sirvieron para detectar irregularidades o poner en tela de juicio las gestiones anteriores. Quizás por esa razón el intendente Lauritto desconfía tanto de ellas, y tal vez por eso se demora tanto el inicio de las anunciadas por la nueva gestión. No faltan quienes aseguran que las auditorías realizadas en años anteriores sirvieron, en realidad, para sellar acuerdos secretos entre las autoridades entrantes y las salientes, aún perteneciendo al mismo partido, como en el caso de Baldoni y Scelzi y luego de Bermúdez y Baldoni.
En cualquier caso, es notorio que Lauritto sopesó en su decisión el riesgo de que las auditorías que se realicen no logren descubrir nada comprometedor para El Gallego Bermúdez o alguna figura de su gestión. Si así fuera, el mayor costo político será para el intendente: desde los sectores opositores se volverá a hablar de un «pacto de impunidad» y se lo acusará de encubrir los presumibles actos de corrupción.
LUIS BERMÚDEZ, EN EXCLUSIVA PARA EL MIÉRCOLES
«Lauritto miente»
por JORGE DÍAZ
En diálogo exclusivo con este semanario, el ex intendente Luis Enrique Bermúdez rompió el silencio. Reconoció que la deuda «puede estar cerca de los 11 millones» y no ahorró críticas hacia José Lauritto.
LOS RELOJES
¿Qué significado tenía la entrega de relojes con la inscripción «Presidencia Bermúdez»?
Obsequios, obsequios...
¿De quiénes?
De la Municipalidad.
¿Cuántos hicieron?
No, no recuerdo. Siempre se hace algo, siempre algo se dio. Esto existió en todas las gestiones.
¿Significó un gran desembolso económico para el municipio realizar esos obsequios?
No, por favor (se ríe).
LA DEUDA MUNICIPAL
«La deuda total debe estar muy cerca de los 11 millones de pesos, no lo voy a negar. Quiere decir que más o menos nosotros nos hemos endeudado en 4.500.000, con hechos concretos y obras. La deuda que figura en el convenio con la provincia –la regulación de la deuda– es de 5.441.380, 09 pesos (lo dice de memoria). En ese aspecto bajó.
La expropiación de Banco Pelay se realizó en el año 74 ó 75 durante la intendencia de don Carlos María Scelzi. Pero esto no es una deuda de la gestión mía, no me la pueden adjudicar a mí porque en el año 99 la justicia haya fallado en contra del Municipio. Es una barbaridad, una grosería.
Obtuvimos también un préstamo de dos millones del Bersa: una parte fue destinada para los sueldos de octubre y noviembre y la otra para sueldos y aguinaldos de diciembre. Esto fue lo convenido con el intendente actual. Entonces a mí me corresponde una deuda de 600 mil pesos que tuvimos que pagar para octubre y de 592 mil pesos que se pagaron de noviembre; lo restante es una deuda que contrajo la nueva gestión».
LA ONDA VERDE
«No puedo dejar de reconocer la deuda con Onda Verde: debe estar en los 2.400.000 pesos porque en los dos últimos años no se le pagó. Pero tengo que aclarar algo, y que quede bien en claro: el convenio estipula que (la empresa) tiene un mes luego de realizado el trabajo para presentar la boleta de cobro y en 22 ó 24 meses nunca presentaron la boleta del trabajo realizado. Por lo tanto, nosotros no podíamos realizar los pagos.
La boleta con los 22 meses (adeudados) llegó en enero de este año a Concepción del Uruguay, pero no puedo dejar de reconocer que el trabajo se hizo porque si no sería un idiota. No presentaron las boletas para cobrar precisamente porque, por ahí, esas boletas llevaban IVA. Pero tengo que decirle algo más con respecto a esto. ¡Oh casualidad! Los que hoy conducen el municipio, fueron los que realizaron el convenio con Onda Verde.
Esta empresa en Gualeguaychú cobraba 0,63 centavos por cuadra para hacer recolección y barrido. En Concepción del Uruguay estos señores que hoy son gobierno firmaron un convenio de 1,23 pesos por cuadra, sin barrido. Ahí está Parma, Cabezas, Suchetti ¿cúantos están, cuánta gente que formó parte de la gestión de Baldoni? Ellos hicieron el convenio con Onda Verde, un convenio leonino. Esto tiene que saberlo la gente».
LA DEUDA EN EL 95
«Nosotros tomamos la Municipalidad con 6.600.000 pesos de deuda y un déficit mensual de 300 mil pesos. Jamás hablé, ni antes ni durante los cuatro años de gestión, de la deuda con la que yo asumí para (tratar de) justificar mi incapacidad ni lo que no iba a poder hacer. No le eché la culpa a nadie, porque desde el momento en que yo me senté como intendente tuve que asumir la responsabilidad, investigar lo que estaba mal o bien hecho pero no echarle la culpa (a la administración anterior). Hay dos formas de mentir: cuando se miente directamente o cuando se oculta información».
POR FAVOR, UNA AUDITORÍA
«Yo estoy pidiendo por favor que se me audite, que se audite la gestión y si hay responsables de algunos hechos, como ellos hablan... ¿Por qué no mandan (las pruebas) a la justicia? Dicen que en Tesorería se roba ¿por qué no mandan todo a la justicia? Hablan de compras fraudulentas ¿por qué no lo mandan a la justicia, por qué no dejamos el jarabe de pico, por qué no dejamos de engañar a la gente? Ahora porque (Lauritto) tiene la protección de todos los medios, porque siempre escoba nueva barre bien, entonces están asentados en eso y comentan de esa forma. ¡Que lo mande a la justicia!»
«CAMPAÑA DE DIFAMACIÓN»
Cuando se lo consulta acerca del gabinete, Bermúdez se ríe y dice: «no voy a ponerme en juez de nadie. Lo que creo es que la gente y la sociedad sí va a comparar porque hoy el gabinete, quienes manejan todo esto y quienes han programado esta campaña de difamación fueron precisamente los que se fueron del Partido Justicialista en el año 95, con el partido Federal en contra de mi gestión. Ellos fueron los que hicieron las acciones que provocaron el endeudamiento de 6.600.000 de pesos. Yo nunca lo dije; ahora lo digo porque me están obligando a decirlo, si no hubiera asumido lo hubiera justificado por ese endeudamiento, pero si asumís (la Intendencia) tenés que dar vuelta la hoja y ponerte a gobernar, no a lamentarte».
11 MILLONES, NO 16
«Quiero que Lauritto me explique por qué habla de 16 millones, llegará el momento en que tendrá que demostrarlo. Yo tengo las pruebas en la mano de fecha 30 de noviembre de 1999 firmada por el contador Oberto Federico, donde la deuda es de 7.593.012, 71 pesos sin agregarle la deuda con Onda Verde que más o menos debe andar en 2.476.400 de pesos. Sumando esto nos da un poco más de 10 millones de pesos. Entonces yo digo o que Federico me mintió cuando me presentó esto o se equivocó feo».
«LAURITTO MIENTE»
«Con las recategorizaciones, no comparto en absoluto las medidas que tomó. Lauritto miente cuando dice que yo no le dejé 1235 empleados. ¡Yo le dejé 1235 empleados en total! El 10 de diciembre a la noche le expliqué como era el tema: ‘yo lo hice porque tenía un compromiso con vos’, le dije. Los demás quedaron afuera porque el contrato se les vencía. Se los notificó por medio de carta documento de que vencía el contrato. Si Lauritto los tomó después, es un problema de él, no problema mío».
LA PLAZA
«Costó 1.111.000 pesos, real de toda la plaza, pero cuidado, está incluido el gasto de personal, y en personal no se gastó, porque es un costo fijo que tiene la Municipalidad. Son todas mentiras lo que se dice, son todos versos y ahí está la plaza cada vez peor, más arruinada. El monumento a Urquiza apagado, el césped seco, no andan las luces, no anda el agua. Está bien: vamos a echarle la culpa al otro, al que dejó la deuda. Yo no le eché la culpa a Baldoni».
«MI GESTIÓN», POR LUIS BERMÚDEZ
El libro debe salir en estos días.
¿Quién lo escribe?
Lo escribimos nosotros.
¿Quiénes?
Todos aquellos que estuvimos en la gestión, es una trasmisión de lo que se hizo, para que la gente vea lo que muchos medios no quisieron decir. Como primicia, te digo que este libro fue pagado por los mismos funcionarios poniendo mensualmente de su sueldo plata para el libro. Más o menos serán unos cinco mil ejemplares.
¿CONTROL DE QUÉ?
¿Cómo ve el área de Control de Gestión impulsada por Lauritto, le parece idónea la gente a cargo de ella?
No me hagas reir, yo no quiero charlar sobre la gestión, no quiero emitir opinión, le soy franco y sincero. Tengo muchas cosas para hablar sobre quien está al frente del control de gestión.
Se refiere a...
Sí, sí, sí por algunos hechos puntuales, tengo la documentación y tengo las copias y todo para demostrarlo en su momento...
¿Se refiere a Carlos Ilho?
No... ¿Carlos Ilho existe? ¿quién es ese señor...? ¿Una costura?... No, de ciertos personajes no puedo hablar, realmente no, por favor.
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