El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Seguramente más de una vez han escuchado acerca de ésta particular ave endémica de América del Sur, provista de un hermoso canto y plumaje, por lo cual ha sido víctima, desde hace bastantes años de su caza, con el objetivo de exhibirla como mero adorno, o comercializarla.
(*) Por LUCIANA GAVINO (Colaboración especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL).
Es importante saber, que los cardenales amarillos (como la mayoría de las aves, a decir verdad) no deberían vivir en cautiverio, ya que al domesticarlos, pierden sus hábitos y costumbres, haciendo que sea muy difícil reintroducirlos en su hábitat natural, por otro lado, esta especie está en serio riesgo de extinción, motivo más que suficiente para protegerlos de la dañina mano del hombre (según algunas fuentes solo quedan entre mil y dos mil individuos maduros).
Además es necesario agregar que hay otra problemática que fomenta su paulatina y crítica desaparición como especie: la pérdida de su hábitat natural (bosques abiertos y matorrales característicos de la ecorregión del espinal, representada por la presencia de árboles y arbustos espinosos), que se da principalmente por la modificación y destrucción, devenidas de las actividades, mal controladas de la industria maderera y la transformación de áreas para uso agropecuario (que de igual manera afectan a muchísimas otras especies animales).
En base a estos datos la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) clasificó al cardenal amarillo como “Amenazado en Extinción”. A nivel nacional Argentina categoriza esta ave en “Peligro de extinción” a partir de la resolución SAyDS 348/2010, luego de que más de cuarenta ornitólogos realizaran un taller de Recategorización de las Aves de Argentina.
En 2002 fue declarada monumento natural de la provincia de Entre Ríos a través del decreto 4933/02. Por otro lado, su caza, tenencia y tráfico están prohibidas gracias a las normativas vigentes en esta provincia (ley 4841 y normas complementarias) y gracias a la ley nacional de fauna silvestre 22.421. Herramientas de gran importancia a fin de la conservación de la especie.
En la antigüedad, esta especie podía ser encontrada desde el extremo sur de Brasil (Río Grande do Sul) hasta el centro de Argentina, incluyendo Uruguay; pero su distribución actual es discontinua ya que se la registra en muy pocas regiones. Un dato a tener en cuenta es que el 95% de la población mundial de Cardenales Amarillos habita en Argentina y Uruguay.
En territorio argentino, abunda en el litoral (Corrientes, Entre Ríos y algunos lugares del noreste de Santa Fe) y en el sur (La Pampa y Río Negro). Aunque también se han avistado poblaciones más pequeñas en San Luis y Mendoza.
Ahora hablemos de su clasificación, características y comportamientos
Los cardenales amarillos pertenecen a la orden Passeriformes, de la familia Thraupidae siendo la única perteneciente al género Gubernatrix (Lesson, 1837).
Estos ejemplares miden alrededor de 20 cm de longitud. Su traje compuesto por hermosas plumas se caracterizan por poseer tonos amarillos, oliváceos, negros y grises. Los machos tienen una ceja ancha y un amplio reborde del barbero de color amarillo. El dorso es oliva con estrías negras y las partes ventrales oliva amarillento. Grueso pico y patas grises. En vuelo son visibles las plumas externas de la cola de color amarillo. Las hembras tienen las cejas y el reborde del barbero blancos y las mejillas el pecho y los flancos grises. Los juveniles son similares a las hembras.
El nombre científico de esta ave es Gubernatrix Cristata y significa gobernador crestado, gracias al llamativo copete que tiene en su cabeza, al que sube y baja de acuerdo a sus estados de ánimo y es utilizado para cortejar a las hembras.
Su alimentación es granívora, basada en semillas que encuentran en el suelo, pero también ocasionalmente pueden comer insectos. Suelen recorrer grandes zonas en búsqueda de alimento y poseen mucha vivacidad por eso no toleran el encierro cuando son capturados.
El 95% de la población mundial de Cardenales Amarillos habita en Argentina y Uruguay.
La reproducción de los cardenales amarillos debe darse en tranquilidad y con las condiciones ambientales adecuadas. En esta etapa el macho suele defender agresivamente su territorio. Desde octubre a diciembre comienzan a realizan su nido en forma de taza suspendido a mediana altura en ramas, y suelen poner 3 huevos. Debemos mencionar que aquí también sufren una amenaza debido al parasitismo de puesta por el tordo renegrido (Molothrus bonariensis) y es víctima de parasitismo por moscas del género Philornis.
Parte bella de nuestro paisaje, el Gubernatrix cristata, cardenal amarillo o gobernador cresto, se encuentra en grave riesgo, y es necesario, que cada herramienta existente para su protección, sea aplicada con vehemencia, para evitar su desaparición.
Para frenar el tráfico ilegal necesitamos la participación y el compromiso ciudadano. Todas las personas pueden convertirse en agentes de conservación denunciando puestos de venta y exposición de fauna silvestre en ferias, rutas, comercios y a través de las redes sociales. También lo somos bregando por la conservación de sus ambientes, luchando para que se cumpla la ley de bosques, y se trate la ley de humedales en el congreso.
Eliminando el tráfico ilegal sobre esta especie y logrando conservar los ambientes donde ellos habitan podremos seguir conviviendo y disfrutando en libertad una de las aves más bellas de nuestro país.
Como anexo, un poema escrito por un uruguayense, dedicado a esta peculiar y bella ave:
El Gobernador cresto
Melodía del sur,
Acompasada y libre,
Canto puro y vital,
Onírico, y celestial,
Que orna el filamento,
En vuelos de libertad.
Dorado como el sol,
Ágil como el viento,
Surcando distancias,
Regalando en su volar,
Beldad hecha lienzos.
Víctima del mezquino hombre,
Y de la ceguera de un mundo,
Que todo destruye a su paso
Desnudo de sentir conciente.
Melodía del sur,
En dorados retratos,
Canto a la vida,
Queriendo ser enajenado,
Por un hombre mezquino,
Que destruye todo a su paso.
Adrian Gange
"Disfrutemos nuestras aves en libertad”
(*) La autora de esta nota es integrante del Club de Observadores de Aves (COA) Güira Pirá y fotógrafa aficionada de naturaleza.
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