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El Diablo y Dios en la campaña

Elisa Carrió recomienda la lectura de los evangelios y especialmente la parábola de las diez doncellas. El evangelista aclara que cinco eras previsoras y prudentes y las otra cinco, algo atolondradas. Javier Milei fue más lejos y sostiene que el Estado fue una creación diabólica y el mismísimo Lucifer puso a Francisco como Papa, y su misión en este mundo es difundir el comunismo. Esto parece una humorada, pero hoy por hoy forma parte de la política argentina. Dios y el Diablo tienen en la interna argentina un campo de batalla inesperado.

 

Por ANÍBAL GALLAY de EL MIÉRCOLES DIGITAL

 

La dirigente Elisa Carrió hizo un llamado solicitando que los argentinos se concentren en leer la parábola de las diez doncellas. Los tres evangelios llamados sinópticos (Marcos, Lucas y Mateo) narran hechos inexistentes, pero que sirven de ejemplo para llegar a una verdad más profunda. En verdad es un recurso pedagógico interesante. Este modo de enseñar lo hizo popular el propio Jesús, y tanto que los primerísimos judíos cristianos fueron llamados parabolanos.

La parábola de las doncellas narra que, en una ceremonia de casamiento había diez doncellas portando lámparas, y esperando al esposo que llegaría en algún momento.

Aclara el evangelista que cinco doncellas eran necias (alguna traducción habla de doncellas imprudentes) y las cinco restantes, previsoras. Las doncellas prudentes cargaron sus lámparas de aceite cuando el combustible estaba agotándose. Las necias en cambio se durmieron sin cumplir con su obligación. Lo cierto es que cuando llegó el esposo se dieron cuenta que ya no tenían combustible. Les pidieron a sus compañeras prudentes que les proveyeran de aceite, pero estas se lo negaron y les indicaron que vayan a comprarlo. En ese ínterin llegó el esposo y las cinco doncellas sensatas entraron al banquete. Las cinco necias compraron aceite y regresaron a la casa del esposo, pretendiendo entrar, pero se encontraron con una negativa.

Milei y Carrió se parecen a esas vedetes quienes exactamente en el momento que las enfocan las cámaras, muestran por “accidente” un poco más de lo que se considera conveniente.

La parábola concluye en que se debe estar siempre en vigilia porque nadie sabe el día ni la hora. Al parecer el esposo es una metáfora de la muerte que llegará en algún momento

No es la primera vez que Lilita hace ostentación de efluvios místicos. En alguna época ostentaba una gran cruz de madera y confesaba su condición de católica de comunión diaria.

Pero esta relación entre religión y políticos tiene adeptos. El mismo Javier Milei sostiene que el Estado fue creado por el Maligno y el Papa Francisco es el representante del Diablo para instaurar el comunismo en esta tierra. Esta mezcla de anarquía, liberalismo y religión remite a aquello de “herida por un sable sin remache, ves llorar la Biblia contra un calefón”.

Es notable como Milei llama El Maligno a quien tiene varios nombres tales como: Belcebú, Mefistófeles, Satanás, Lucifer.

Como se sabe Lucifer era el más bello de los ángeles. Cayó en el pecado de la soberbia de modo perdió el favor de Dios. Es El Mal, en una eterna lucha por aherrojar almas y llevarlas al Infierno. Algunos consideran que inexorablemente en algún punto Lucifer entrará en razones y se redimirá. Por ahora le ha servido a la Iglesia para amenazar con condenas eternas y quemar mujeres acusadas de brujas y relacionarse carnalmente con demonios.

Milei trae a cuento las tentaciones de Jesús en el desierto. Allí estaba haciendo un ayuno de cuarenta días. Se le apareció Satán ofreciéndole reinos y riquezas, con la condición que se prosternara para adorarle. Las tentaciones fueron inútiles, como es fácil comprender. Tentar al hijo de Dios con reinos terrenales no parece muy atinado.

Milei opina que el Estado y la doctrina keynesiana son creaciones diabólicas, y las mayorías están infectas de populismo. Los libertarios son los nuevos redentores que sacarán a la Argentina de las garras del mal. Es de esperar que no haya un castigo tan duro como le ocurrió a Sodoma y Gomorra.

Javier Milei y Lilita Carrió han incursionado en un terreno farragoso. No es sencillo saber si lo hacen por razones marketineras o es realmente su pensamiento. Se parecen a esas vedetes quienes exactamente en el momento que las enfocan las cámaras, muestran por “accidente” un poco más de lo que se considera conveniente.

Tanto Elisa Carrió como Javier Milei van consiguiendo centímetros en los diarios y minutos en la televisión.  Dios y Satán se han hecho presentes en la campaña.

 

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