Los 211.000 dólares que fueron secuestrados en Ciudad del Este el miércoles pasado al senador nacional Edgardo Kueider amenazan con transformarse en la punta de un ovillo oscuro e insondable. Ese dinero negro, cuyo origen aún se desconoce, pretendía ser ingresado a Paraguay para lavarlo, según sospechan los fiscales paraguayos y argentinos, a través de una compleja estructura, en la que aparecen la compra de empresas fantasmas, como Golsur, a nombre de su secretaria Iara Guinsel Costa y operaciones con criptomonedas.
Este caso pone bajo la lupa el destino de llamativas “inversiones”, sobre todo inmobiliarias, de políticos argentinos en Paraguay, porque el escándalo que protagonizó Kueider no sería un caso aislado, publicó el diario La Nación.
En un país como la Argentina, atravesado por una corrupción endémica, inesperadamente la frontera, siempre porosa, se cerró el miércoles pasado para detener a Kueider, un senador peronista que en los últimos tiempos se había acercado al Gobierno.
A la 1:30 de la madrugada, Kueider detuvo la camioneta Chevrolet Trailblazer negra en el puesto fronterizo ubicado en el Puente de la Amistad, en Ciudad del Este, Paraguay. A esa hora no había casi nadie. El calor húmedo, penetrante, no cedía a pesar de la noche cerrada. Todo parecía tranquilo en el puesto, hasta que el senador nacional bajó de su camioneta con Iara Guinsel Costa, una joven de 34 años que dijo ser su secretaria.
El legislador comenzó a discutir con dos empleados de Migraciones paraguayos. Le reclamaban que no tenía registrada la salida del país el 13 de octubre pasado, la última vez que había entrado a Paraguay. Debía pagar una multa de 82 dólares, por no presentar un pequeño papelito amarillo que es el registro analógico que aún utiliza Migraciones. La sanción enfureció al legislador peronista, que comenzó a increpar a los empleados.
Kueider y su secretaria habían cenado en Foz do Iguazú, a unos pocos kilómetros del puesto fronterizo, según declaró ante la fiscalía, y regresaban a Ciudad del Este. El enojo era, quizá, por el llamativo control a esa hora, cuando son casi inexistentes. Según el fiscal Alcides Giménez, quien es uno de los que investiga el caso, “casi no hay antecedentes de secuestro de dinero ilegal en la frontera”. Un registro llamativo.
Según las fuentes judiciales, Kueider mostró una tarjeta que indicaba que era senador nacional, pero a los funcionarios de Migraciones y Aduana no les impidió que empezaran a revisar la camioneta. No es común que eso suceda. Ese cruce fronterizo tiene un tránsito muy intenso y no hay controles exhaustivos ni del lado brasileño ni el paraguayo. Es un lugar neurálgico a nivel comercial, pero también de actividades ilegales. “Si ubicás a la persona correcta podés pasar un tanque de guerra y nadie lo va a descubrir”, ironizó un hombre que se dedica al pase ilegal por los llamados piques, caminos que se adentran en la selva, resaltó el diario La Nación.
Kueider vio que dentro de la Chevrolet Trailblazer los efectivos de la Armada paraguaya revisaban con linternas de manera muy minuciosa, cada milímetro del vehículo. Aunque se trata del momento más sereno del puesto fronterizo, las filas de camiones persisten 24 horas sobre el puente, frente a la isla Aracay, que todas las conocen como la “isla de las serpientes”.
Keuider seguía exaltado, según contaron los empleados, pero se enojó más cuando le mostraron un bolso con 211.000 dólares, y otras cosas que había en la camioneta, como “un pequeño pen drive”. Además de su enojo, el legislador tenía un problema serio: ese dinero no había sido declarado y excedía el permitido para ingresar a Paraguay, que es de 10.000 dólares.
Iara Guinsel Costa, que vive en Buenos Aires y trabaja en el Congreso, se hizo responsable de todo. Su declaración fue muy improvisada o tuvo un mal asesoramiento, advirtieron fuentes del caso. Porque declaró que los 211.000 dólares pertenecían a una empresa, de la que ella era accionista y apoderada en Paraguay. Andaba con ese dinero encima porque “debía comprar electrodomésticos y productos electrónicos” en Ciudad del Este. Guinsel Costa declaró ante tres fiscales el jueves. La versión era inverosímil. El juez Humberto Otazú los imputó por “tentativa” de contrabando de divisas.
Ahí se abrió otro capítulo. Guinsel Costa declaró que el dinero era de una empresa con sede en Asunción. Se trata de Golsur, una constructora. ¿Cómo la secretaria de un senador nacional era apoderada de una compañía en Paraguay? La trama detrás de la firma amenaza con complicar a Guinsel Costa, pero también al senador. La sospecha es que ella podría ser testaferro de un engranaje de operaciones para lavar dinero de su jefe.
A Guinsel Costa le cedieron acciones de Golsur el 15 de octubre pasado. El último ingreso del senador nacional a Paraguay se produjo un día antes, el 14 de octubre. Ese dato llamó la atención, porque ligaría a Kueider con esta trama de la que pretende separarse.
Según la investigación, José Fernando Cousirat, paraguayo, de 33 años, es quien autorizó a la secretaria del senador a operar bienes de la compañía. ¿Cuál es la sospecha que tiene la justicia paraguaya? Es que “compraron” esa empresa para realizar operaciones de lavado. “En Paraguay se originan empresas legales para utilizarlas para lavar dinero, es muy sencillo hacerlo y hay una arquitectura institucional para llevarlo adelante; tenen escasa actividad y sólo sirven como plataforma de este tipo de operaciones”, afirmó al diario La Nación, una alta fuente de la fiscalía.
Golsur, que tiene hasta una página web, en la que se ofrecen “desarrollos Inmobiliarios, construcción, infraestructura y obras viales”, figuraba en un listado de “empresas en stock”, es decir, que se ofrecían, y fue vendida el 7 de abril de 2020. Ese día, según los registros oficiales a los que accedió el diario La Nación, se constituyó. Cousirat, quien sería el titular de esta firma, figura en tres compañías, como Sedumar, Exclusiva Py y Golsur.
El método 70/30
Entre lo que se secuestró dentro de la camioneta que manejaba Kueider, que está a nombre de Rodolfo Daniel González, socio de Kueider en su empresa Betail SA, que está siendo investigada en la Justicia de Concordia y la Justicia Federal por la compra de tres departamentos con cocheras en la ciudad de Paraná, hay un elemento clave, más allá de los 211.000 dólares: un pendrive. En realidad, no sería un dispositivo de almacenamiento común y corrientes, sino que se trataría de una llave para almacenar criptomonedas. Acceder a ese dispositivo es imposible porque tienen una clave encriptada.
Este tipo de operaciones, que en definitiva apuntan a lavar dinero, se denominan en Paraguay 70/30, porque el porcentaje mayor es a través de cripto y el resto debe ser en dinero físico.
Ciudad del Este es hoy un vergel de minadores de monedas digitales, por la energía barata, que acapararon financistas de la comunidad china.
Esta sospecha complicaría la situación de Kueider y Guinsel Costa. Por eso, el jueves pasado contrataron al buffet del abogado penalista Ricardo Preda, que es de peso en Asunción. Este letrado logró evitar que el senador y su secretaria fueran trasladados a una cárcel, y, en cambio, consiguió que los enviaran de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros de la Policía de Alto Paraná, a una torre de lujo en Asunción. Tuvieron que pagar una fianza de 150.000 dólares cada uno. Llamó la atención en la capital paraguaya que Guinsel Costa, empleada del Congreso de la Nación, tuviera disponible esa suma de dinero.
Kueider y Guinsel Costa se instalaron en un departamento del complejo en Tierra Alta, condominio que se inauguró en 2020 en la zona de Villa Morra, un sector de Asunción que creció de forma exponencial durante los últimos años, entre otras cosas, por llamativas inversiones inmobiliarias de capitales argentinos.
A Preda se lo vincula en Paraguay con la defensa del expresidente Horacio Cartes, sancionado por Estados Unidos por corrupción. Sin embargo, el abogado, en diálogo con el diario La Nación, rechazó su vinculación con la defensa de Cartes. Preda admitió que “Guinsel Costa dijo que el dinero pertenecía a la empresa Golsur”.
Ese punto más que una coartada se transformaría en un problema si investigan a esta empresa, porque la imputación inicial de “tentativa de contrabando” de divisas se podría convertir en otra sobre lavado de activos. Preda pidió al abogado de Kueider en Argentina, Maximiliano Ruiz, que le envíe las investigaciones que pesan sobre el senador nacional por lavado de dinero.
En Buenos Aires, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) abrió de oficio una investigación preliminar contra Kueider. Según informaron fuentes de ese organismo a LA NACION, la idea es confirmar si el senador pasó esa suma de dólares por la Aduana argentina, donde no habría sido controlado.
De acuerdo a los registros, Kueider pasó por la frontera argentina a las 20.40. Habría cenado en Foz de Iguazú y después cruzó a Paraguay. Esa información se enviará a la fiscalía federal de San Isidro, a cargo de Fernando Domínguez, y al juzgado federal Sandra Arroyo Salgado. La hipótesis de lo que se investiga en ese fuero es que Kueider “podría encontrarse inmerso en una trama de corrupción que le permitió aumentar considerablemente su patrimonio y ocultarlo de manera ilegal, haciendo uso para ello de su calidad de funcionario público”.
Kueider está siendo investigado por supuesto enriquecimiento ilícito y por su eventual vinculación en el cobro de sobornos. En esa causa se dispuso el levantamiento del secreto fiscal de su declaración jurada de bienes, se solicitó un informe amplio y completo a la AFIP sobre su situación patrimonial y se pidió a la Unidad de Información Financiera determinar si lo investiga por lavado de dinero.
Según publicó el periodista Daniel Enz en Análisis Digital en esa causa se investiga a los empresarios Marcelo y Claudio Tortul, constructores y gerentes de una empresa de seguridad en Entre Ríos, de pagar sobornos a la empresa estatal de energía entrerriana Enersa para obtener sus contratos de seguridad privada. En esa época Kueider, hombre del exgobernador entrerriano Gustavo Bordet como secretario general de la Gobernación, era el responsable de la empresa estatal de energía. El temor en Entre Ríos, según reconstruyó el diario La Nación, es que el escándalo de Kueider termine por salpicar al exgobernador Bordet, en una provincia donde el exmandatario y exembajador en Israel Sergio Urribarri fue detenido el 19 de noviembre pasado.
En Concordia, Kueider, oriundo de esa ciudad, catalogada como capital del peronismo entrerriano, también tiene abierta una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito. De esa localidad es oriunda también Guinsel Costa. Ese expediente se inició por la presentación de Eliseo Blanco, un vecino de Concordia, en base a documentación y publicaciones periodísticas en las que asegura que Kueider habría comprado departamentos y cocheras de un lujoso edificio en Paraná. En Paraguay observan con cierto cuidado las inversiones que hizo en Asunción una inmobiliaria de Concordia, ubicada en Buenos Aires al 100. Según un denunciante de Kueider, la relación con esa empresa es a través de la secretaria del senador.
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