Entre 1951 y 1980 estuvo en actividad la empresa IAME, es decir Industrias Aeronáuticas y Metalúrgicas del Estado. Fabricó automóviles, aviones, lanchas, motocicletas entre otros productos. Pero la estrella de esta empresa estatal fue el Rastrojero.
Por ANÍBAL GALLAY de EL MIÉRCOLES DIGITAL
A diferencia de lo que predican los ultraliberales la empresa estatal puso en el mercado un producto barato, de buena calidad y muy eficiente.
Llegó a tener el 78 por ciento del mercado de las pickup. A pesar de ello el ministro Alfredo Martínez de Hoz la cerró. Casi es innecesario decir que esta medida favoreció a las empresas Ford y Chevrolet.
IAME además fabricó 100.000 motos Puma destinada a un mercado que no tenía acceso al automóvil. Eran baratas en comparación con las importadas, y al alcance de los trabajadores.
Los avatares de un vehículo pueden ser el espejo de los diferentes proyectos de país. Para unos la Argentina debe ocuparse de producir materias primas, en la que tiene “ventajas comparativas”. Aún sigue en pie la pregunta retórica que se hacía Carlos Pellegrini, si será posible que este país no puede producir otra cosa que pasto.
Al momento del cierre la fabricación del Rastrojero implicaba 70 proveedores, 100 concesionarias, 3.000 empleados. Pero lo más importante es que el Rastrojeo había logrado el 78 por ciento del mercado de las pickup.
Pero hay otro proyecto que propicia una Argentina industrial. La capacidad de poner en marcha un proceso de industrialización quedó sobradamente demostrado. En la Argentina se fabricaron automóviles, motocicletas, aviones, vagones, buques, barcazas. Solo un dato ilustrativo: en 1955 la Argentina podía exportar el 40 % de sus productos en buques propios.
La historia del Rastrojero sintetiza como pocos esa dicotomía entre un país agroexportador y un país industrial.
El 30 de noviembre de 1951 mediante el decreto 24.103 se crea IME (Industria Mecánicas del Estado). Esta empresa estaba en actividad desde 1927, durante el gobierno de Marcelo T. de Alvear y se dedicaba a la producción de material aeronáutico.
Unos años después de su fundación cambió su denominación por IAME, y llegó a tener nueve mil obreros.
He aquí una lista de sus productos: Sedan 4 puertos Institec; Pick-up; automóvil Justicialista diésel; motos Puma, tractores Pampa y lanchas deportivas, pero la estrella fue el Rastrojero.
La Revolución autodenominada Libertadora, y que expulsó al peronismo del poder dividió a la empresa en DINFIA y en IME.
Esta última siguió con sus actividades y agregó la fabricación del camión mediano 068/F 71.
Durante el gobierno del doctor Arturo Frondizi se produjeron grandes inversiones en la fabricación de automóviles, siendo la provincia de Córdoba el centro más importante de esta actividad.
Mientras tanto IME continuó fabricando el Rastrojero que tuvo gran aceptación por su tamaño, versatilidad y con una capacidad de carga de media tonelada.
En 1976 se inició el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, que tuvo varios aspectos.
Uno de ellos fue el económico y consistió en terminar con las empresas del Estado, especialmente si eran eficientes y aceptadas por el mercado. El hombre encargado de tal tarea fue José Martínez de Hoz, hombre de rancia familia y formado en la universidad Cambridge.
En 1980 y mediante el decreto 1.448 se procede a cerrar la empresa IME. ¿Cuál era el motivo? Ninguno que cubriera la antigua perorata liberal afirmando que todo lo que hace el Estado es malo, caro e ineficiente. Los datos decían otra cosa.
Al momento del cierre la fabricación del Rastrojero implicaba 70 proveedores, 100 concesionarias, 3.000 empleados. Pero lo más importante es que el Rastrojeo había logrado el 78 por ciento del mercado de las pickup. Por supuesto que ese 78 por ciento del mercado fue ocupado principalmente por las empresas Ford y Chevrolet.
Un párrafo para la motocicletas Puma, que los cordobeses rebautizaron como Pumita o Pumarola. Entre 1953 y 1966 se fabricaron cien mil motocicletas. Tenían 98 cc al comienzo y eran muy baratas en comparación con las importadas. En 1963 se fabricaron motos de 200 cc.
Los personeros del liberalismo han logrado destruir buena parte lo que fuera producción industrial.
Desde Álvaro Alsogaray hasta Domingo Cavallo y “el mejor equipo de los últimos 50 años” la Argentina se fue reduciendo a mero productor de materias primas.
Es lo que predicaron Krieger Vasena, Domingo Cavallo y ahora repiten Javier Milei, José Luis Espert y otros. Un último dato: en 1954 el PBI argentino se componía de un 50% de producción industrial. En la actualidad se ha reducido al 18 por ciento. Es difícil asimilar que un producto que tiene el 78 por cien del mercado, sea malo, caro e ineficiente. Pero la perorata liberal sigue en pie.
anibalgallay162@gmail.com
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