El Rojo llegó a sus primeros 97 años de existencia

El Club Tomás de Rocamora festeja este martes 16 de julio  sus 97 años de vida. El Rojo no solo es historia, sino que también es presente y futuro.

Un poco de la Historia

Aquella institución que nació en 1927 como Lawn Tennis Club Estímulo, en calle Santa Fe (hoy Erausquin al 250), casa de la familia Olivieri, y que por muchos años se destacó en el deporte blanco cumple hoy 97 años de vida.

En 1929, durante la presidencia de Argentino Suárez (1929-1932) se cambió el nombre a Lawn Tennis Club Rocamora. Ese mismo año arrancaron las actividades deportivas. En 1935 dio inicio la gigante faena de Julio César Paccagnella, quien no solo estuvo en tres oportunidades al frente de la presidencia sino que además se encargó de dirigir a los equipos de básquetbol desde 1935 a 1979 de manera interrumpida.

En 1942 se trasladó la cancha de básquet al estadio San Martín y se disputó un amistoso ante Boca Juniors el día de su inauguración. Diez años más tarde se celebraron las Bodas de Plata en la sede de Calle Galarza. En materia dirigencial Eduardo Giqueaux se lleva los máximos laureles ya que desde su primera presidencia, en 1956, manejó los destinos de la institución por 11 períodos consecutivos y otros siete alternados.

El 27 de julio de 1961 se procedió a cortar las cintas para inaugurar la nueva sede, el ambiente donde hoy funcionan el buffet y el Gimnasio Rocamora. Don Albano Paterno fue el constructor del edificio. Un par de años después se construye la nueva cancha de básquet y posteriormente la tribuna. Allí, en 1965, se escribió una de las páginas más importantes de la historia cuando se conquistó el Campeonato Argentino de Clubes.

Hacia 1980 llegó la construcción de las plateas en el gimnasio. También ese año se comenzó a construir la pileta de natación, que junto a las dos otros, sirvió para incursionar en este deporte y hoy se disfrutan en verano.

Hacia fines de los 80 y comienzos de los 90 Rocamora fue uno de los pioneros en materia de padel, con la construcción de sus canchas. Pero el básquet continuó siendo el deporte de referencia y en 1984, con la creación de la Liga Nacional de Básquet, llegó la primera participación en la Liga B y un año más tarde estuvo a un paso de dar el salto a elite. Mario Tucumano González, referente como jugador en el ’65, fue el técnico.

También se sumó después Guillermo Edgardo Vecchio quien años más tarde arribó a la Selección Nacional para iniciar el camino Dorado. Muchos guardan en sus retinas las finales ante Echagüe con aquél equipo en el que se destacó Elnes Aroldo Bolling, quien por siempre quedó ligado a la familia Roja. Rocamora había sido pionero en materia de extranjeros trayendo años antes a Ron Becton, primer yanqui en Entre Ríos.

En 1993 se destacó el equipo juvenil con Leandro Palladino como referente y tras su venta a Atenas de Córdoba el club pudo instalar el parqué en la cancha. En 2006 el Rojo fue campeón de la Liga Provincial y volvió al ámbito nacional. Arrancó en la extinta Liga B con el El Tucumano al frente y al año siguiente llegó Martín Amden, para dirigir cuatro temporadas y conseguir el ascenso al TNA en mayo de 2011.

En el 2015 comenzó a disputar el Torneo Federal con el equipo de primera división y también es unos de los impulsores para que también La Liga Argentina Masculina posea Liga de Desarrollo, algo que todavía no se ha podido concretar como sí lo hace la categoría ‘A.

Plantel de 1985.

El básquet femenino no es la excepción y de ser pionero allá por 1944 se llegó a nuestros días y el club tuvo el orgullo de ser este año uno de los 11 equipos fundadores de la Liga Nacional Femenina. Previamente hubo dos participaciones en el Torneo Federal de la CABB y una más en la Súper Liga, Liga Femenina. Acá la política fue la misma y se proyectó no sólo a jugadoras jóvenes del club sino de otras instituciones para representar la ciudad.

El club entendió los desafíos del presente y le dio a la mujer un rol preponderante en su estructura organizativa y en sus disciplinas.

El Club Tomás de Rocamora está de  fiesta. 97 años sobre sus espaldas lo mantienen al tope de las realizaciones deportivas locales, provinciales y nacionales. Su nombre ha flameado siempre en lo más alto de las competencias de esta ciudad con un semillero que se mantiene hacia el mañana, porque un club es también una mirada hacia el futuro.  Pese a los desafíos económicos , socios apoyan mensualmente su obra y se sienten orgullosos de pertenecer a un lugar que guarda en cada patio, en cada baldosa, el recuerdo de todos los que lo hicieron grande.

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