El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Un estudio de Agmer, el mayor gremio docente de la provincia, muestra cómo cambió el trabajo docente con el aislamiento social, preventivo y obligatorio. El WhatsApp y correo electrónico son las opciones más frecuentes (98 por ciento y 86 por ciento, respectivamente). Comparando la situación antes de la cuarentena con el escenario actual, la mayor novedad es la irrupción en escena de las videoconferencias, que pasaron de un dos por ciento de uso previo a un 58 por ciento actual.
Por J.R.D. de EL MIÉRCOLES DIGITAL
Fotomonaje: M.B.
Este informe muestra los resultados de la encuesta realizada por el equipo del Instituto de Investigaciones y Estadísticas de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). Relevaron las condiciones de trabajo que enfrentan los docentes entrerrianos durante la cuarentena. El trabajo fue realizado a mediados del mes de mayo. (Ver el informe completo haciendo click aquí).
Uno de los que trabajó en esa encuesta es el profesor Federico Tálamo, quien explicó a El Miércoles Digital en qué consistió el mismo. “Esta encuesta forma parte de una serie de relevamientos que venimos realizando desde el Instituto con el objeto de conocer cómo está repercutiendo la cuarentena sobre las condiciones de trabajo del colectivo docente, pero también sobre las condiciones de estudio y aprendizaje de estudiantes de nivel secundario y superior”, señaló en la introducción.
“El punto es evaluar escenarios y pensar estrategias para que la desigualdad material, que ya existía, no se profundice con la cuarentena”.
“La primera encuesta se hizo en abril y estuvo dirigida a docentes de aula (el informe de la misma ya fue publicado y socializado). Esta es la segunda, se realizó en mayo y estuvo dirigida a docentes en cargos de conducción. La tercera y la cuarta estuvieron dirigidas a estudiantes de nivel secundario y superior respectivamente, se hicieron en junio y actualmente estamos procesando los resultados para luego elaborar los informes correspondientes”, continuó.
Además, comentó: “En todos estos relevamientos se trabajó con criterios estadísticos para poder extrapolar los resultados de cada muestra a la población en estudio. Se tuvieron en cuenta aspectos tanto pedagógicos como materiales y psicofísicos”.
“De esta encuesta en particular (dirigida a docentes en cargos de conducción) podemos destacar lo siguiente: Se obtuvo información de todos los niveles (Inicial, Primario, Secundario y Superior), así como de sus respectivas modalidades (Especial, Jóvenes y Adultos, Técnico Profesional, etcétera). Participaron docentes de todos los departamentos de la provincia”, siguió.
El sindicalista uruguayense dijo que “respecto del uso de dispositivos y formatos de comunicación no presencial, los servicios de mensajería (ejemplo: WhatsApp) y el correo electrónico son las opciones más frecuentes (98 por ciento y 86 por ciento respectivamente). Comparando la situación antes de la cuarentena con el escenario actual, la mayor novedad es la irrupción en escena de las videoconferencias (pasaron de un dos por ciento de uso previo a un 58 por ciento actual)”.
“El celular también es el dispositivo más empleado (97 por ciento de los casos), más que la computadora de escritorio o la notebook, fundamentalmente debido a su versatilidad, pero también al hecho de que prácticamente todo docente tiene uno”, afirmó.
Agregó también: “Seis de cada diez docentes en cargos de conducción afirman haber realizado o estar realizando tareas presenciales. El tipo predominante de tareas varía según el nivel: en Inicial son las tareas administrativas y en menor medida concurrencia a Departamental; en Primaria lo mismo, pero adquiere mucho peso la atención del comedor; en Secundaria la mayor parte es lo administrativo y en Superior casi la totalidad de las tareas presenciales (también cabe aclarar que en este nivel disminuye mucho el porcentaje con actividades presenciales)”.
“Al igual que reveló la encuesta anterior respecto de los docentes de aula, se observa una conexión entre la formación previa y el trabajo en cuarentena: quienes participaron de cursos, postítulos u otras acciones de formación sobre trabajo no presencial consideran con mayor frecuencia estar preparados para las exigencias laborales de la cuarentena con relación a quienes no tuvieron ese tipo de formación”, dijo.
“En cuanto a las condiciones materiales y de hábitat, casi la totalidad vive en casas con entrada independiente y cuenta con acceso a internet (ya sea con conexiones buenas o regulares). La disponibilidad de dispositivos informáticos en el hogar es menos constante, sólo el celular está presente en casi todos los casos. De hecho, un 46 por ciento afirma no tener equipamiento adecuado para el trabajo en cuarentena”, expresó.
Prosiguió: “Nuevamente, al igual que en la encuesta anterior la mayoría (80 por ciento) dice trabajar más horas en este contexto en comparación con lo habitual (fuera de la cuarentena). La mayoría lo hace a contraturno o en días no laborables (feriados o fines de semana). Poco más de la mitad (57 por ciento) dice sentir algún tipo de malestar por acumulación de trabajo, pero estos valores aumentan si se focaliza en quienes indicaron una mayor sobrecarga horaria”.
“También la conformación del grupo familiar o conviviente incide sobre el trabajo. Si se compara con quienes viven solos o con una sola persona, aquellos que conviven con más personas suelen tener menos disponibilidad de tiempos para el trabajo desde el hogar”, indicó.
LA DIFERENCIA CON EL RELAVAMIENTO PROVINCIAL
Tálamo diferenció el trabajo que hizo al respecto la provincia: “Ellos se centraron en otras variables. Nosotros prestamos mucha atención a las condiciones de trabajo. Queda claro que existe una sobrecarga laboral que en muchos casos se ve forzada por la escasa preparación para el uso de ciertas tecnologías. Digo que tiene que ver más con esto que con una exigencia desde arriba porque, objetivamente hablando, la patronal no realiza un control de las horas de trabajo”.
“Ahora bien, el hecho de tener que empezar a trabajar de golpe en un lugar que no fue pensado para dar clases (es decir, pasar del aula a la casa), con dispositivos o entornos para los que no todo el mundo tiene la preparación adecuada (por ejemplo: aulas virtuales), y todo esto en el mismo espacio donde muchos conviven con sus familias... Todo eso repercute material y sobre todo psicológicamente sobre el docente”, expuso.
"Poco más de la mitad (57 por ciento) dice sentir algún tipo de malestar por acumulación de trabajo, pero estos valores aumentan si se focaliza en quienes indicaron una mayor sobrecarga horaria”.
“Obviamente no es un detalle menor que todo esto se haya producido de un día para el otro debido a las circunstancias excepcionales que supone la pandemia. Por otro lado, un dato que preocupa mucho es lo que está pasando con aquellas capas de la población con mayor vulnerabilidad. Gurises que no tienen acceso a herramientas digitales, que conviven en espacios muy reducidos con el resto de sus familias y que en algunos casos son bombardeados por actividades. Son los principales perjudicados por este escenario”, señaló.
“El punto es evaluar escenarios y pensar estrategias para que la desigualdad material, que ya existía, no se profundice con la cuarentena”, concluyó.
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