Este lunes 13 de octubre a las 19 el joven docente Federico Núñez presenta su primer libro de relatos, cuentos e historias titulado “Invisible”. Será en la sede de Agmer Uruguay (Almafuerte 729). “Cargados de ideología, política, prejuicios, denuncias y no sé cuántas otras subjetividades, estos relatos del alma no dejan de ser otra cosa que literatura. Ficción. Es por esto, que a partir de ellos se puede reflexionar, jugar, llorar, soñar” dice el prólogo de la publicación.
EL AUTOR
“Federico Núñez, es un gurí nacido en la República del Puerto Viejo, legendario barrio de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. Es egresado del Colegio Superior del Uruguay, ex futbolista amateur, actual Profesor en Lengua y Literatura, trabaja en la EET N° 2 Francisco Ramírez” dice la introducción de su presentación y agrega que “su vida ha transcurrido apaciblemente cerca del río, cerca de su familia, siempre”.
INVISIBLE SE TRATA DE…
“Son relatos, cuentos, historias que visibilizan huellas de una época moderna –cuenta el autor- son puertas de encuentro con historias de todos los días y de todos los colores. Hay huellas del nefasto menemato, del trágico 2001, de la terrible discriminación silenciosa que todo el tiempo golpea a los más débiles. Son puertas que se abren y dejan ver la realidad de un pueblo (todos los pueblos), en el que pululan seres despreciables que intentan adueñarse del destino de los demás, producto de la complicidad, por ejemplo, política. Son la búsqueda de una salida a la rutina que una sociedad enferma caretea y esconde. Son el puente con la infancia, con la brevedad de las cosas, con el valor de lo que nos rodea. Invisible, sin dudas, es lenguaje en acción, es literatura comprometida para transformar realidad(es)”.
EL PRÓLOGO
En concepto de adelantó a El Miércoles Digital, Federico Núñez nos acercó el prólogo de su libro para compartir con nuestros lectores.
Los ejercicios de prosa narrativa que integran este libro fueron ejecutados” entre los años 2013 y su continuador. Ciertamente engendrados mucho antes, sin embargo, el pasaje a la escritura y su posterior visión del mundo se hicieron esperar hasta estos tiempos.
Para completarlos, estará el “hipócrita lector”, que con su mochila cargada de futuro les dará forma (y contenido, sobre todo esto último).
Cargados de ideología, política, prejuicios, denuncias y no sé cuántas otras subjetividades, estos relatos del alma no dejan de ser otra cosa que literatura. Ficción. Es por esto, que a partir de ellos se puede reflexionar, jugar, llorar, soñar.
No me interesa una escritura que apunte a la belleza. Para eso está el mercado que bien se encarga de adornar las realidades y de posicionar en las cumbres de papel a gentes que tienen el pasatiempo de gastar plata en lujosas ediciones. Esto es diferente. Mucho más sencillo, humilde, sin tantas pretensiones. Sin tanto deseo de anquilosarse en cánones aristocráticos. Ni de los otros, que también mienten, por más seductores que parezcan.
Anclados en una realidad puntual, estos cuentos salen a dialogar con la mirada y la cosmovisión de quien los lea. No para buscar adeptos, más bien para provocar, y así seguir construyendo diálogo. Aunque sea desde las puteadas.
Armar un libro es un acto subversivo en estos tiempos que corren, y corren, y corren, y no paran. Nunca. Agarrar un objeto como este y ponerse a andar más lento en la montaña rusa capitalista también es subversivo.
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