EL VESTIDO Y SUS METÁFORAS

El vestido es una gran metáfora de lo que pasa en la Argentina de hoy: por un lado, gente que ve distintos colores ante el mismo fenómeno y no puede verlo de otro modo. Y por el otro, tres actitudes básicas ante el tema: los que se enganchan en cualquier debate por intrascendente que sea; aquellos a quienes todo le chupa un huevo (sea el vestido o el procesamiento del Vicepresidente) y los superados que les explican a los dos anteriores lo giles que son y le baten la justa. (Adentro, más posiciones sobre el vestido, entre ellas, la de Carta Abierta).

“TN dice que el vestido es de CFK para confundir a los argentinos, Capitanich dice que no existe el vestido, 678 que es un vestido usado en la dictadura, Lilita que es para ponerse durante el autogolpe y Binner todavía no se decide por ningún color. Copani le hace una canción pero no se entera nadie, y por las dudas en medio de todo el quilombo Massa corre a Falavela a abrazar uno y Anibal Fernandez huye en un baul”. Textual del muro de Germán Mangione, sobre el apasionante debate que hoy parece ser el más trascendente para los medios…

CARTA ABIERTA Y EL VESTIDO

La agrupación Carta Abierta, de intelectuales kirchneristas, también dio a conocer su posición sobre el vestido. El documento, que tiene 145 hojas tipiadas a simple espacio en Arial cuerpo 8, concluye diciendo: "El debate por el color del vestido es parte de la abyecta semiología artificialmente impuesta en el clivaje de la jerga globalizada que dicta su agenda setting obligatoria a las sociedades del espectáculo, en cualquiera de las localizaciones altermundializadas donde se subsumen guerras nacionales o intersectoriales contrabandeando los añejos e irresueltos antagonismos por ficciones edulcoradas producidas en las usinas de la inteligencia imperial".

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