Buscan darle valor agregado para beneficiar a los productores.
La Cooperativa Agrícola Industrial San Alberto Ltda, conocida como CAISA, está ubicada en la localidad de Garuhape. Sus orígenes se remontan a 1966 y está integrada por 103 socios, son todos productores que la abastecen con su materia prima, y a veces acopian de terceros, externos, cuando tienen demanda.
Se dedican a la molienda de raíces de mandioca de la cual extraen la fécula de mandioca. Las venden en bolsas de 1⁄2, 1, 25 kilos, y en big bags, “a partir de ahí también hacemos otros subproductos que son premezcla para la chipá”,relató Fredi Limberger su presidente, a El Portal de las Cooperativas. Tienen una marca comercial que se llama “Aldema”.
Lo que hacen
Pese a esas complicaciones avanzan como pueden en aprovechar al máximo el potencial de la mandioca y sus derivados.
Sus usos son múltiples, hacen distintos modificados a la fécula nativa para usarlas en: industrias frigoríficas, para jamones, chacinados, embutidos, algunos lo ocupan en las panaderías, adhesivos para las distintas papeleras que hacen bolsas de papel y cartones corrugado, también tiene uso textil en las alpargatas.
Otra variedad productiva con la que cuentan es la fariña de mandioca que la compran a una empresa de la zona a través de la cooperativa, la envasan y la venden.
Compran almidón de maíz e importan desde el Brasil al sagú de mandioca que es otro derivado de la fécula de mandioca, la envasan y venden “porque hay muchos clientes que lo piden”.
Adelantó que están trabajando en la idea de avanzar con una fábrica de puré de mandioca deshidratado, “ya tenemos el producto, pero falta mejorarlo”.
Buscan sacarle el provecho a la mandioca, generando valor agregado para que el productor pueda tener un ingreso mayor a través de la venta de los productos que hace la cooperativa.
Entre la clientela se encuentran supermercados, frigoríficos y panaderías,entre otros. No obstante aclara que por el momento los números no dan para exportar.
Lo que quieren hacer
Sobre los objetivos de la organización aseguró que pretenden “mantenerse en el mercado”- y luego prosiguió- “está complicado, el nivel adquisitivo de la gente cayó muchísimo y eso complica, hacemos un producto que no es de primera necesidad,las ventas cayeron mucho”.
En una provincia donde hay 12 fábricas de fécula de mandioca, de ellas sólo 4 son cooperativas.
Además, como todas las empresas misioneras sufren las consecuencias del encarecimiento de los productos por los cobros de los ingresos brutos en la”aduana paralela” que tiene la Provincia.
Están trabajando en buscarle la vuelta al mejoramiento de los rindes de los pequeños productores en las chacras donde hay una productividad diversificada, entre ellas yerba, ganadería, forestación, mandioca, etc.
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