El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Con las agobiantes noticias sobre la pandemia y con vuestra licencia, no tocaremos hoy en tema del Covid, sino muy colateralmente.
(*) Por DANIEL DE MICHELE
Además, ya se ha formado toda una generación de periodistas expertos de-todólogos, que han vuelto casi innecesaria el aporte del depreciado grupo de asesores gubernamentales en el diseño de estrategias de pandemia.
Nunca habíamos visto antes a periodistas de espectáculos y noticias, debatiendo mano a mano con médicos infectólogos/epidemiólogos/virólogos/inmunólogos/, incluso cuestionando en vivo algunos argumentos que los especialistas vuelcan en sus monólogos.
Tampoco habíamos oído antes a cronistas de la farándula manejando indicadores de salud, índices epidemiológicos, tasas de incidencia, letalidad y mortalidad con la soltura de quien trota por el césped de su casa hojeando un tratado de epidemiología. Esa tranquilidad claramente está sostenida por la certeza que otorga el conocimiento, la ciencia y la experiencia.
Estos changos de la TV han estudiado y aprendido a manejar la jerga pandémica porque necesitan comunicar, con solidez y certidumbre, a los oyentes noticias de interés comunitario.
Es más, saben bien como tirar la mala noticia sin ser arrastrados por ella.
Hay que sobrevivir a las cataratas de informaciones terribles sobre enfermedad y muerte que provocan rechazo, miedo y espanto de la audiencia.
Su plasticidad para moverse por el living de la TV entre el chusmerío de la farándula y los detalles de la mutación de la cepa Manaos, es admirable.
Los ha ayudado mucho la poca habilidad social y comunicativa de los médicos especialistas cuando frente a una cámara, hacen bostezar a la audiencia con sus largos informes técnicos del virus.
En términos televisivos y populares se cataloga como embolante al discurso excesivamente técnico, con poca probabilidad de interesar a alguien.
La producción televisiva mide el rating de forma continua y ya saben qué tasa de cambio de canal genera cada experto cuando toma la palabra y muere sentenciado por un control remoto.
Ese fenómeno adelanta una movida televisiva darwiniana. Es claro, que, por selección natural, han sido elegidos solo algunos de los médicos asesores expertos para aparecer en las pantallas.
Entonces estamos viendo a toda hora y todos los días, siempre a los mismos 3 ó 4 covidólogos en TV pues son - confirmados por el rating – quienes resisten mejor la somnolencia del público.
En principio, usted siempre los verá en un primer plano exhibiendo una sonrisa perenne, aun durante un discurso en el que la protagonista es la muerte. Saben manejar esas situaciones con los familiares de sus pacientes en el hospital y con una cámara enfrente en un programa de TV.
Los norteamericanos han llevado al hombre a la luna y ya lograron aterrizar (¿amartizar?) primero una patineta y ahora un vehículo que envía imágenes y estudia el suelo y el aire marciano (Rover)
Cómo es posible que un virus, tan solo un pedazo de ARN al que podemos anular con alcohol común, esté produciendo una catástrofe sanitaria de estas dimensiones en Estados Unidos.
¡Increíble!
Epa ... ¿no habíamos quedado en que hoy habría un recreo con el Covid? Lo olvidé y consumí el espacio restante con temas de los que no quería hablar… vamos al tema del título.
La NASA acaba de publicar 16 minutos de sonidos tomados por el Perseverance Mars conduciendo sobre la superficie de Marte. Algunos ruidos venir de las ruedas del vehículo y la suspensión.
Pero aparece un ruido agudo de origen desconocido, ¿viento? … etc.
(Escuche con paciencia los ruidos de Marte: https://www.youtube.com/watch?v=za3O_5wF0w0)
Tanda comercial.
(*) Artículo publicado en la edición gráfica del diario "El Pueblo" de Villaguay.
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