Al parecer es el espectro de don Carlos María Scelzi, enojado con el cobro de peaje en el Pelay. Otras versiones indican que sería Juan Sansoni, el intendente que eliminó las patentes de bicicletas, molesto por el tránsito hostil a ciclistas. Entrevistamos al ordenanza que fotografió las ánimas en pena y te mostramos las fotos de la fantasmal aparición! (Nah, mentira. Es para que leas esta nota, que advierte sobre los riesgos del periodismo que publica este tipo de noticias).
Por A.S. de EL MIÉRCOLES DIGITAL
Fantasmas en el Hospital, videntes que hablan con la Virgen, avistamiento de alienígenas, “contactados” extraterrestres, pseudociencias, manochantas y curranderos. La enumeración no es exagerada ni caprichosa: noticias sobre estos temas son la nueva tendencia del periodismo más inescrupuloso, en el país y en la región.
El año pasado, fue tapa en el Diario Uno la siguiente “noticia” (duele hasta con comillas): “Escucha a Jesús, se le aparece la virgen y cura a personas” (ver enlace). En la bajada explicaban: “La mujer vive en el barrio Planta Emisora de la periferia de Concepción del Uruguay. La gente se acerca en busca de auxilio para superar sus males”. Por supuesto, los mismos medios locales que promocionan ese tipo de “servicios profesionales”, al tiempo deben informar que esas personas estafan a vecinos y vecinas.
No exagero nada: en 2019, la Policía detuvo en el sur a una “curandera de valores”, una mujer que en Concepción del Uruguay “cargaba con energía positiva” el dinero y las joyas de las personas, dinero y joyas con los que luego se fugó y fue detenida a un par de miles de kilómetros (ver enlace).
Días atrás, el diario Crónica (decidido líder del periodismo basura) publicó una noticia sobre la aparición de fantasmas en el viejo Hospital de Concepción del Uruguay. En la bajada se explica: “Un equipo de investigadores de lo sobrenatural (sic), pudo verificar (sic) la existencia de actividad paranormal (sic) en el nosocomio abonando (recontrasic!) de la provincia de Entre Ríos”. (Ver enlace)
El principal especialista que consulta Crónica es un exorcista colombiano (!) que asegura: “Estos parajes quedan marcados energéticamente” por “espíritus que buscan un lugar donde hay una gran actividad de dolor, sufrimiento, angustia”. Raro que no se instalen en bancos, inmobiliarias y financieras. Ahí sobra ese tipo de actividad.
La seriedad de la información se intuye de inmediato al ver que ni siquiera corrigen: donde debería decir “abandonado”, dice abonando. Si bien no es bueno naturalizar la falta de correctores, esto es lo de menos: la truchada de Crónica, presentada con palabras en apariencia serias (“equipo de investigadores”, “actividad paranormal”, “verificación”), es desmentida por la precariedad no solo de la redacción sino por los pergaminos de los “especialistas” consultados. El principal especialista resulta ser un exorcista colombiano (!) que, entre otras cosas, asegura: “Estos parajes quedan marcados energéticamente” porque “hay entidades o espíritus que buscan un lugar donde hay una gran actividad de dolor, sufrimiento, angustia”. Ajá. Raro que no se instalen en bancos, inmobiliarias y financieras. Ahí sobra ese tipo de actividad.
UN FANTASMA TOQUETÓN
Medios locales no sólo replicaron la “noticia” sino que la potenciaron, entrevistando al uruguayense que dijo haber visto las apariciones.
En las redes sociales, el humor de la ciudadanía se ocupa, por suerte, de darle a este tipo de información el tratamiento que merece. Así, las personas se burlan de la “noticia” anotando con sorna cosas como ésta: “Fantasmas son las autoridades que lo dejan que se derrumbe en lugar de ponerlo en valor y usarlo para cualquier otra actividad”. O “Qué no va haber fantasmas con todas las macanas que se han mandado ahí”.
Pero la palma se la lleva el vecino que compartió una experiencia concreta que le pasó con apariciones y espectros. O eso asegura que creyó: “Una vez pasé por ahí y me tocaron el culo... Horrible. Me di vuelta y nada... Seguí caminando. Al rato de nuevo. Me apuré. Y siento que suspiran a la altura de la cintura... miro para abajo y era el enano Sergio en pedo”.
El periodista especializado en publicar en Crónica la “noticia” sobre los fantasmas del Hospital Urquiza se llama Marco Bustamante. Es el mismo que encubrió las actividades de un falso exorcista luterano desenmascarado por la BBC (ver enlace), el mismo que se metió en un geriátrico para entrevistar a un “abducido” que no lo era (y que gracias a las presiones de Marco estuvo a punto de confesar) y el mismo a quien muchos conocen por una transmisión desde el cerro Uritorco tan horripilante que, por un momento, extrañamos a José de Zer.
Y se ve que Bustamante aprovecha bien sus viajes, porque, ya que estuvo en La Histórica, de paso hizo otra “gran” entrevista. En este caso, a un uruguayense que anuncia el fin del mundo, dice pasear por otros mundos en sus viajes astrales y brinda cursos (pagos, claro) para iniciar a otra gente en sus delirios.
Se ve que Bustamante aprovecha bien sus viajes, porque, ya que estuvo en La Histórica, de paso hizo otra “gran” entrevista: a un uruguayense que anuncia el fin del mundo, dice pasear por otros mundos y brinda cursos (pagos, claro) para iniciar a otra gente en sus delirios.
DE GIRA EN LA NAVE
En efecto, Bustamante mató dos pájaros de un tiro y ya que estaba publicó en Crónica (¡cuándo no!) la entrevista a Javier Pedro González, un uruguayense que anuncia el fin del mundo, asegura que viaja con extraterrestres y ofrece cursos (que por supuesto cobra) para “iniciar” a personas crédulas en sus delirantes fantasías (ver enlace). González es un ex empresario de nuestra ciudad –su padre poseía una fábrica de chapas asfálticas en el Parque Industrial local– que imagina historias sobre viajes en naves alienígenas, viajes que describe con lujo de detalles, en sus redes y audios que circulan por whatsapp.
Afortunadamente, no todo el mundo toma a González en serio. Hay quienes le piden detalles, y él concede gustoso. Los audios con sus respuestas, algunas desopilantes, circulan entre sus amistades y rápidamente se difunden entre las amistades de esas amistades. Se trata de historias de viajes por la galaxia, de sus visitas “astrales” a diferentes y lejanos planetas, de su relación y diálogos con alienígenas de diferentes razas y formas, a lo que se suman la denuncia de reptilianos que dominan el planeta, un discurso antivacunas mezclado con información conspiranoica sobre la tecnología 5G… todo eso forma parte de la oferta “didáctica” de González, que tiene 53 años y se define en su muro de Facebook como “Investigador en Ufología, Control Mental e Instructor en el Despertar de la Conciencia”.
¿A CUÁNTO DIJO QUE ESTÁ EL "AURA AZUL"?
González ofrece en las redes un curso “para activar la glándula pineal”, donde garantiza los siguientes aprendizajes:
“Percepción Extrasensorial, Clarividencia Psíquica, Control Mental Sicotrónico, Telepatía Avanzada, Viajes Astrales fuera del Planeta Tierra, Contacto directo con Razas Alienígenas Positivas Acuáticas y Terrestres de diferentes planetas, Sincronizar con las Razas de Origen de cada alumno/a para la Evacuación de la Tierra, Adquirir el Aura Azul YY, Adquirir la Energía Cristica de 6ta Dimensión, Extracción de diferentes Implantes (entre ellos los Implantes del Envejecimiento del cuerpo humano y sus raíces), Técnicas para trasmutar Larvas Astrales y sus raíces, Entidades Parasitarias, Implantes y sus raíces del Astral, Técnicas para bajarle el Velo a las Razas Alienígenas Oscuras, Técnicas para descubrir los Virus Holográficos Cuánticos”.
Nunca está demás prevenir a las personas más crédulas, para que desconfíen de quienes alientan falsas ciencias o creencias sin fundamento. Y, sobre todo, de los medios que las difunden, cómplices de arribistas de toda calaña a quienes no les importa encumbrar a charlatanes que no serían tan nocivos si no tuvieran pantalla.
El curso de González reúne elementos fantásticos de diversas fuentes: pseudociencias varias, religión ovni, discurso new age, cristianismo, orientalismo, chantada “cuántica”, adivinación y curanderismo, entre otras. (Y todo con mayúsculas iniciales para que parezca más serio).
Este cronista se comunicó con González para conocer detalles sobre el curso. Dura cuatro meses y cuesta 24 mil pesos, que se pueden pagar en cuotas mensuales de 6 mil o todo junto. Asegura tener unos cien alumnos “de todo el mundo, de habla hispana: de Europa, de Tenerife, de Estados Unidos, de México, de Colombia, de Chile”. Se dicta por whatsapp y por videollamada, en grupos de ocho alumnos. Eso sí, los viajes astrales los hace por zoom.
Al detallar sus servicios, ofrece “alcanzar la sexta dimensión”, y trabajar “con energía cósmica”:
– Si hacés el curso vas a trabajar con la fuente de la luz, que sería Dios, pero hay otra fuerza cósmica más poderosa que Dios, que maneja toda la galaxia, todo el universo.
González, potenciado ahora a nivel nacional e internacional por la irresponsabilidad de un medio como Crónica, comenzó a facturar, o al menos lo intenta.
UN POCO DE HUMOR
No quiero dejar de incluir otro tramo del diálogo que mantuve con el “Investigador en Ufología, Control Mental e Instructor en el Despertar de la Conciencia, Javier Pedro González. Le pregunté:
– Siendo viaje astral, ¿se puede pagar en viejos australes?
La respuesta lo muestra menos delirante de lo que parecía:
– Jaja jaja. Vivo en la Tierra, jaja.
Luego le pregunté:
– Los viajes astrales, ¿pueden ser dentro de la Tierra? Porque yo quiero ir a ver a mi hermana, que hace ya casi cinco años no la veo (vive en Medio Oriente) ¿se puede, o tiene otro precio?
– Sí, se puede. Vas a poder ir a cualquier lugar, no a los lugares complicados como el Pentágono o el Vaticano, que tienen detectores de viajeros astrales. Pero por ejemplo, el otro día estuve en la Torre Eiffel. Vas a poder ir a cualquier lado, recitales, espectáculos deportivos o ir a ver a tu hermana. Tanto acá, en la Tierra, en la Tierra Hueca o fuera del planeta. Esa enseñanza está dentro del curso. Yo me meto por todos lados, acá en la ciudad. Voy a las reuniones que hace el intendente, a reuniones en la Policía, de abogados, por todos lados, porque acá están en la prehistoria, no saben nada de esto. Yo ando por todos lados, infiltrado, jaja.
Y me aclaró, ante la consulta para posibles "cursantes" de otros países, que se puede pagar por PayPal, Prex del Uruguay, y Mercado Pago.
"Si hacés el curso", dice González, "vas a poder ir a cualquier lugar, recitales, espectáculos deportivos, cualquier cosa. Yo me meto por todos lados, voy a las reuniones que hace el intendente, reuniones en la Policía, de abogados, acá están en la prehistoria, no saben nada de esto. Yo ando por todos lados, infiltrado, jaja".
EL RIESGO PUEDE SER MAYOR
Más allá de un personaje pintoresco, con mayor o menor grado de delirio, el tema es serio.
En nuestras comunidades hay personas sumamente crédulas que, como parte de su vida cotidiana, ruegan a entidades imaginarias que les resuelvan problemas y recurren a curanderos, manosantas, “medicinas” alternativas, santerías que venden filtros para conseguir desde un amor hasta un trabajo, y miles de etcéteras.
El riesgo puede ser algo peor que una estafa. ¿Qué pasa si alguna de esas personas, con mayor debilidad emocional o quizás con alguna fragilidad por algo que le ha pasado, se toma en serio que en 2025 –es decir, dentro de tres años– se terminará el mundo y no habrá lugar para todos en la nave alienígena que salvaría a algunos? ¿Qué pasa si, en virtud de eso, toma decisiones que pongan en peligro su vida o su salud, o de alguien de su entorno, a raíz de esa “información”?
¿Quién se hará cargo? ¿González? Si es un estafador consciente o alguien que cree en lo que predica, las consecuencias podrían ser las mismas. ¿O se hará cargo el periodista “especializado en asuntos paranormales”, Marco Bustamente, productor de este tipo de “noticias”? ¿O acaso lo hará Crónica, el medio periodístico que banca, publica y potencia esos discursos?
No faltará quien opine que exagero. Pero en marzo de 2000, cerca de 800 seguidores de la secta ugandesa de la «Restauración de los Diez Mandamientos de Dios» se encerraron en su iglesia, tapiaron las ventanas, se rociaron con gasolina y se prendieron fuego hasta la muerte. Su líder les dijo que iba a aparecer la Virgen y para ir juntos al cielo. (Ver enlace) ¿Exagero?
Felizmente muchos ven estas noticias y se ríen, precisamente porque utilizan el pensamiento crítico que escasea en Crónica y otros que realizan ese tipo de periodismo de baja estofa. Pero es deseable que esas personas, además de divertirse, logren advertirles a quienes tienen cerca.
Nunca está demás prevenir a las personas más crédulas, para que desconfíen de quienes alientan falsas ciencias o creencias sin fundamento. Y, sobre todo, de los medios que las difunden, cómplices de arribistas de toda calaña a quienes no les importa encumbrar a charlatanes que no serían tan nocivos si no tuvieran pantalla.
Porque, parafraseando al gran Aquiles Fabregat, “la inteligencia humana es limitada, pero la estupidez no tiene límites”.
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