La evolución de los tipos de cambios nominales en Uruguay y Argentina, los precios internos de cada mercado y las políticas económicas de los gobiernos son una combinación de factores que han llevado a una disparidad en el valor de los productos entre los dos países. Esa es la explicación de que los uruguayos visiten de forma masiva al vecino y saquen ventaja de esa brecha de cotizaciones en los productos y servicios.
El Indicador de Precios Fronterizos, que elabora el Observatorio Económico de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), refleja esta disparidad. El índice de octubre muestra que la brecha se redujo un 13% en comparación al mes anterior, cuando había llegado a su máximo valor desde 2015, el año en el que comenzó la medición.
El indicador considera un conjunto de bienes seleccionados y los pondera según la estructura del gasto de consumo en los hogares. Este patrón muestra que adquirir una canasta en la ciudad de Concordia es un 61% más barato en relación a Salto. Si se lo mira desde la perspectiva de la localidad argentina, la ciudad de Uruguay es un 157% más cara.
Los precios de la región pampeana de Argentina registraron en noviembre un aumento del 13%, lo que lleva a una variación interanual de 149%. La variación de la inflación en Uruguay fue en el mismo período 0,34% y, acumulada a 12 meses, fue 4,96%.
El informe de la UCU explica que la disparidad en la diferencia de los precios entre Salto y Concordia “refleja una combinación de factores temporales” en las economías de Argentina y Uruguay, que se suma a la “evolución de los tipos de cambio nominales y los precios internos de cada mercado y economía”.
Esta brecha está influenciada también por las “prácticas individuales de fijación de precios” que implementan los diferentes comercios y establecimientos.
En cuanto a la evolución del tipo de cambio, el informe destaca que en Argentina durante noviembre el dólar blue incrementó un 1,09%, mientras que en el mismo mes en Uruguay la divisa estadounidense se desvalorizó un 2,84%. El relevamiento se realizó previo a la “devaluación oficial” y no recoge los incrementos de los combustibles ni la “disparada de precios” que se registraron en algunos productos como los panificados, el arroz y los fideos, aclara el Observatorio Económico de la UCU.
El informe destaca que, tras la asunción de Javier Milei, “se espera que la brecha de precios siga un camino de reducción”. “Esto implica que Concordia se volvería cada vez menos barata en relación a Salto”, finaliza el estudio.
El indicador de precios de la Universidad Católica tiene registros desde julio de 2015, cuando la brecha era del 42%. La evolución se mantuvo en ese margen hasta septiembre de 2021, cuando se retomó el cálculo tras el cierre de fronteras obligado por la pandemia. Ese mes, la brecha de precios creció hasta 123,5% y luego alcanzó el pico en julio de 2022 (174%) que fue superado en septiembre de 2023 (180%).
El equipo económico del gobierno de Luis Lacalle Pou cree que en el corto plazo no habrá grandes cambios y que Argentina continuará siendo barata para los uruguayos, según expresó el presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat.
El jerarca destacó días atrás las medidas tomadas por el nuevo ministro de Economía, Luis Caputo, porque implican un “orden fiscal” y un “cierto ordenamiento del mercado cambiario”, aunque el impacto en el “corto plazo” será muy poco en Uruguay. “Argentina va a empezar a controlar su macroeconomía, empezar a controlar la inflación y algunos problemas que tenía que impactaban en la economía uruguaya”, aseguró Labat.
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