El entrerriano Julián Molina es el atleta de medio fondo más rápido de Argentina. Es oriundo de Paraná y está radicado en Rosario . Es el campeón de las cuatro últimas ediciones del campeonato Argentino de 10 mil metros y actualmente corre a un promedio de 2,50 minutos el kilómetro para los 10 k y 2,45 minutos para los 5 mil metros o los 3 mil con obstáculos.
Es el primer argentino en la historia del atletismo nacional en bajar los 29 minutos (28’ 33’’) para los 10 mil metros registrados en 2021 en la pista de tartán de Concepción del Uruguay y 13’ 42’’ en los 5k durante este año en misma pista y torneo (Ver. Polémica final de los 5 mil en la segunda fecha del Grand Prix de Atletismo en Concepción del Uruguay)
Pese a todo eso, este rosarino por adopción y paranaense de origen, prepara una rifa para poder costear su estadía en España una vez que finalice el Iberoamericano de Alicante y aspirar a jugar en las grandes ligas del atletismo mundial, puesto que su sueño, confiesa, “es representar al país” en los Juegos Olímpicos de Francia 2024.
Para muchos amantes del running tal vez les resulte conocido porque suele entrenar sobre la costa central en el Atenas Running Team de Rosario que coordina Cristian Crobat, con el profe Juan Ansio, y por haberse cansado de ganar sin despeinarse en todas las pruebas de calle que se anotó para competir. Sin embargo, Julián tuvo que trabajar y luchar más de la cuenta para ser el mejor atleta argentino de mediofondo.
Desde 2016, cuando se instaló definitivamente en Rosario, trabajó en una empresa vial de Puerto General San Martín, luego incursionó en una firma de línea blanca de la zona sur, y posteriormente consiguió trabajo en una fábrica de bicicletas hasta que en 2018, luego de cruzar la meta en la media maratón de Buenos Aires y mirar al cielo para dedicarle el título a su madre, pudo al fin dedicarse de lleno al atletismo: otro trabajo que lo tiene ocupado de sol a sol (entre dos y tres turnos semanales sumado al fondo de los domingos), pero en lo que al fin es su pasión gracias al apoyo de su gente y los esponsors que lo acompañan para cumplir su sueño.
Nacido un 11 de mayo de 1993 en Paraná, revela que hizo deportes toda la vida: judo, defensa personal y hasta jugó de volante por derecha en Peñarol de la capital entrerriana. En 2012, Elías Uner, otro deportista entrerriano de mil batallas, observó sus condiciones y se contactó con Crobat (13 veces campeón argentino y un título sudamericano de atletismo) para que comience a foguear a Julián porque veía que era un corredor nato.
Fue así como fue a Rosario a probar suerte al año siguiente y en 2014 resultó lo que él consideró “el mejor año”. Luego, por cuestiones personales y bajones anímicos que no escapan a ningún ser humano, dejó de correr en 2015. En ese lapso hasta evaluó la posibilidad de dejar las zapatillas e ingresar a la Policía de Entre Ríos. Pero ese parate le duró apenas nueve meses. Sus piernas le pedían trote y ritmo de carrera. Fue entonces que volvió a calzarse los cortos y comenzó a prepararse para terminar cruzando la meta con holgura en la maratón del Puente Rosario-Victoria de ese año.
“Me di cuenta que no quería eso para mi vida y volví a correr los últimos tres meses en 2015: ahí gané la carrera del Puente Rosario - Victoria y desde ahí no paré”, cuenta Julián, quien aún mantiene un emprendimiento de viandas saludables junto a su pareja y su suegra en Rosario para poder dedicarse de lleno al atletismo.
Sin embargo, la pandemia no estaba en los planes de nadie y ahí surgieron otros problemas. Tuvo que someterse a una operación por un quiste en el maxilar, superar una bursitis y hasta bajarse del avión que lo transportaba al Sudamericano de Guayaquil por dar positivo de coronavirus en el aeropuerto. “La pandemia no me dejó participar cuando había clasificado a Europa, pero una hora antes de subir me quedé sin Sudamericano; mi idea era ganar una beca y entrar en el sistema del Enard para no tener que hacer lo de la rifa, más allá del emprendimiento empanadas y viandas saludables «Las Aguirre» que llevo adelante desde 2018”, comenta, al tiempo que aclara que los gastos del Iberoamericano de Alicante están todos cubiertos por la Confederación Argentina de Atletismo (Cada).
Es por eso que una vez superados todos los escollos y haber ganado el último campeonato argentino de 10 mil metros en Mar del Plata y brillado en Concepción del Uruguay con 13,42 minutos para recorrer 5 mil metros y establecer nuevo récord en esa pista (también se impuso en Chile en 5 mil y 3 mil con obstáculos), ahora buscará consagrarse en España y luego probar suerte en las pistas de tartán o calle, lo que sea para demostrar que es el gran atleta argentino de los últimos tiempos y quien puede dar qué hablar más allá de deportes colectivos como fútbol, rugby, básquet o hockey.
“Me vine en enero a Cachi por mi cuenta y con eso competí el nacional y el Grand Prix de Chile”, comenta Julián respecto a la preparación que afrontó por su cuenta en pleno verano en la altura de Cachi (Salta) en el Centro de Alto Rendimiento de Altura, donde los atletas argentinos suben para elevar su rendimiento aeróbico y luego bajan a competir.
“Siempre me la traté de rebuscar, pero no alcanza para mantenerme viviendo en euros (necesita más de 1500). La verdad es que me están acompañando con las rifas y por eso me tomo el tiempo de agradecer a uno por uno cuando descanso, al igual que mis sponsors, amigos y entrenadores”, valora Molina. Y acota: “La idea mía es tratar de representar al país, que era mi sueño. Volví con las ganas que quería, ganar medallas para el país y tener roce internacional”.
También comenta que tiene todas las fichas puestas en los Juegos de París 2024. “Necesito roce internacional por eso tuve la posibilidad de inscribirme a cuatro o cinco torneos. Después de España, vuelvo para competir en el Sudamericano de media maratón en agosto y los Odesur 2022 de octubre, en Paraguay”, reseña.
El próximo 11 de mayo cumplirá 29 años. Cuando vuelva de Chile, justo el día de su nacimiento, realizará el sorteo de las rifas que venderá durante estos días y el 15 de mayo viajará con la delegación argentina para competir el 20 de ese mes en 3 mil con obstáculos en Alicante y el 22 los 5 mil llanos. Luego piensa agarrar el bolso y anotarse en diferentes competencias para forjar su objetivo y el sueño de su vida.
Nota original en La Capital de Rosario: Vive en Rosario, es el atleta del momento y hace una rifa para su estadía en España
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