El 20 de febrero y después de varios días de aferrarse a la vida, falleció a sus 78 años Hugo Prat, durante décadas incondicional colaborador y ex dirigente del Club Atlético Uruguay. Partió Huguito y lo lloró la ciudad.
Por MARTÍN BARRAL de EL MIÉRCOLES
“Comunicamos con profundo dolor la partida física de Hugo Prat, quien fuera dirigente intachable e incondicional de nuestro club desde siempre. Gracias por tanto. Quienes formamos parte de Atlético Uruguay te recordaremos siempre y te vamos a extrañar”, anunciaron desde la institución a la que tanto amaba. Tras esta despedida pública le siguieron las de casi todos los clubes de la ciudad y varios más del resto de la provincia, además de incontables de forma personal de cientos de personas en las redes sociales y personalmente.
Siempre afable, siempre dispuesto a la mano extendida, siempre con una sonrisa donde uno se lo encontrara y exhibiendo una bondad poco común, esa calidad como persona de Huguito provocó que se extendiera el lamento por su partida a casi todos los ámbitos de la ciudad, aunque especialmente en el futbolístico. “Es increíble lo que estamos recibiendo de la gente. Siempre supimos lo que era papá: un ser extraordinario no sólo en el club, en la familia, con los amigos, en su trabajo, en la vida misma. Y todo eso hoy queda demostrado en todo el cariño que nos llega y nos ayuda ante tanto dolor”, cuenta su hija Victoria.
Hugo nació y se crió en el Puerto Viejo, barrio donde su familia era de las conocidas (“los Prá”). Como era casi una norma por aquel entonces, hizo sus estudios primarios en la Escuela Urquiza y los secundarios en la Escuela Normal “Mariano Moreno”. Por eso se recibió de maestro de escuela, pero trabajó como visitador médico durante 40 años.
Empezó a ir a Atlético en su adolescencia y no paró más durante toda su vida. Siempre de bajo perfil, fue durante más de 60 años hincha y colaborador del club de sus amores. En 1984, que fue glorioso para la entidad, en el que consiguió su clasificación al Torneo Nacional que se jugaba entonces, participó colaborando en lo que pudiera, pero sobre todo en la provisión de medicamentos para el plantel.
Cumplió varios roles en la Comisión Directiva del Decano, siempre lejos de las fotos. Fue protesorero, vocal y revisor de cuentas, pero desde 2007 -a pedido de él- no tuvo más cargos. Sin embargo, nunca dejó de ir diariamente al club y siguió encargándose del seguimiento y acompañamiento de los lesionados y de toda ayuda que pudiera brindar en la parte médica, así como también el trabajo con las inscripciones de jugadores, pases y listas de buena fe. Su forma de ser provocaba confianza en el otro, y eso llevaba a que lograra influir con sus consejos en jóvenes y gurises, logrando una gran estima.
Precisamente hablando de gurises, también fue uno de los impulsores de la formación de la recordada Asociación de Fútbol Infantil del Río Uruguay (Afiru).
Contagiándose esa pasión sus dos hijos varones, hicieron las divisiones inferiores con esa camiseta, y Hugo fue tenaz delegado de las categorías 77 y 85 durante años, y en los últimos tiempos estuvo acompañando a su nieto Tomás, jugador de la 2011.
Tras su Asamblea General Ordinaria de 2015, el club le entregó como reconocimiento una plaqueta “por su constante apoyo y predisposición”. En 2017 logró que el Decano firmara a su favor la cesión en comodato de los terrenos linderos hacia el este, en la búsqueda de sumar espacio físico. En 2018, en el Día Internacional del Voluntariado, propuesto por el Club Atlético Uruguay, Hugo fue reconocido por el Concejo Deliberante por su aporte solidario.
Su amor y trabajo por el CAU también fue reconocido durante el homenaje por los 40 años de Atlético en el Nacional por el titular de Río Uruguay Seguros, ex intendente y ex presidente de la institución, Juan Carlos Lucio Godoy, lamentando que Prat, ya internado en grave estado, no pudiese estar presente en el acto.
Con dolor, resaltó ante EL MIÉRCOLES: “Huguito Prat no sólo era un ser humano de una bondad increíble. No es fácil encontrar una persona que nunca se enoje. Siempre con buen talante y siempre muy activo hasta el último día de su vida, siempre presente para Atlético”. “Fue un referente en todo sentido, pero sobre todo en relación a la medicación, que es muy necesaria en un club de deportes donde siempre hay problemas musculares u óseos, que los jugadores, el técnico y el preparador físico están necesitando, y es una fortuna lo que se necesita para cubrir eso. Huguito era una persona que se dedicaba a la distribución de estas cosas y era la salvación para cualquiera, que lo molestaba en cualquier momento y siempre él estaba muy atento para resolver los problemas que surgieran de tipo farmacológico. Y esto no se trataba sólo de un tema de mercancía. Él lo hacía porque la tenía, pero sobre todo porque era un fanático de Atlético, porque era un fanático del deporte y porque era una persona solidaria. Esa persona buena por excelencia, esa que aparece una entre mil, ese era Huguito Prat. En la Comisión Directiva, en el lugar que lo necesitara el club o en el que él estuviera y, en particular, en esta cuestión y no sólo a los jugadores, también a las familias, y no porque fuera un dispendioso, no: porque era generoso y atento. Si podía, bien, y si no podía de alguna manera se la rebuscaba para ayudar a lo que es una institución deportiva. Esto yo lo resalto, porque no es lo mismo ayudar a la gente en política o lo que fuere que abocarse al club y resolver esa problemática que es crucial en la actividad deportiva. Tipos como Huguito son imprescindibles para el club”, remarcó Godoy a este medio.
Desde otro lugar, Juan “Toto” Blanc, ex volante del Decano, remarcó, en diálogo con este medio: “El gran Hugo Prat. Él para el jugador se brindaba al cien por ciento. La predisposición que él tenía hacia el jugador hacía que fuera muy querido por todos. Sea del club o sea refuerzo lo adoraba a Hugo porque siempre brindaba soluciones. Se lo va a extrañar mucho, no sólo por eso, sino por la gran persona que era”.
También Eduardo Kindernesch, ex capitán decano, compartió sus sentimientos con EL MIÉRCOLES: “Hablar de Hugo Prat para mí, es hablar como si estuviera recordando a mi viejo. Lo conocí cuando tenía siete años y fue una de las personas que me llevó a las inferiores del Club Atlético Uruguay (Escuelita de la Categoría 1977), allá por el año 1984, año en el que Atlético jugaba contra River Plate o Huracán en el Torneo Nacional. Huguito nos enseñó, a todos los chicos de inferiores (Categoría 1975, 1976 y 1977) en ese momento, lo que significaba tener sentido de pertenencia por el Club, algo que nunca más nos olvidamos y que tratamos de mantener siempre hasta que dejamos de jugar en Atlético Uruguay, en mi caso particular ¡con 39 años!".
"Siempre estaba para lo que necesitábamos, escuchando, colaborando, aportando conocimiento y toda su experiencia en el área de la medicina para los chicos de inferiores, para las juveniles y hasta la primera división -prosiguió- conozco a toda su familia y compartí muchos momentos de alegría con sus hijos varones, ex jugadores del Club (Guillermo y Eduardo), y sé que deben estar orgullosos del padre que tienen, porque siempre los acompañó y educó de la misma manera que nos enseñó a todos los valores del deporte, la pasión por los colores y el amor al fútbol, siendo muy responsable en lo que emprendamos".
"Por último, yo quiero decir: ‘muchas gracias, Huguito, por todo lo que nos enseñaste, por cómo nos acompañaste y educaste desde la Escuelita del Club Atlético Uruguay hasta llegar a primera división, por compartir tu sabiduría y tus conocimientos con todos nosotros, por ser la persona que nos enseñó desde la humildad a querer y respetar a nuestro club’”, finalizó enfático el ex defensor.
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