El base cordobés Ignacio Gerbaudo se transformó en nuevo jugador de Tomás de Rocamora para la próxima Liga Argentina de Básquetbol. De esta forma el Rojo uruguayense ya llegó a las seis fichas confirmadas para el plantel que dirigirá Juan Manuel Varas. El jugador de 21 años y nacido en la localidad de James Craik viene de jugar para Capuchinos de Concordia en el Torneo Federal, donde promedió 9.0 puntos, 7.1 rebotes y 3.6 asistencias.
Sigue tomando forma el nuevo plantel de Tomás de Rocamora y en las últimas horas se confirmó la llegada del base Nacho Gerbaudo quien, de esta manera, tendrá su primera experiencia en la categoría. “La posibilidad de llegar a Rocamora se dio de manera repentina, por la salida de Guille Aliende. Con mi representante teníamos la idea de subir de categoría y se presentó esta oportunidad, le dije que arregle porque es una linda plaza para poder jugar y aprender cosas nuevas en la Liga Argentina”, señaló entusiasmado.
Antes de defender los colores de Capuchinos el base de 1.75 mts de altura jugó para Huracán de San Javier, también en el TFB. “La verdad tenía ganas de dar el salto, sin menospreciar al Torneo Federal (que está muy competitivo); me pareció que dar el salto en este momento era lo que más me convenía. Es un desafío nuevo para mí, quiero disfrutarlo y sacarle todo el jugo posible a esta linda situación”, aseguró después.
Sobre las posibles diferencias que pueden existir entre ambas categorías, opinó: “Soy de seguir mucho el básquet nacional. Está muy parejo lo que es Federal y Liga Argentina, a mi forma de ver en el Federal tenés que hacer un poco de todo dentro de la cancha y en la Liga Argentina cumplís roles específicos. Espero poder adaptarme rápido y cumplir con lo que me pida el DT y lo que necesite el equipo”.
Su hermano, Diego (29), con mucha más experiencia y con último paso por Salta Basket, es uno de sus referentes. “Con mi hermano siempre estamos en contacto, hablamos de todo en la vida. Él es mi ídolo, yo lo escucho mucho, más cuando es de básquet por su experiencia y por la forma de ver el juego. De la categoría me comentó que es dura, con gente de talla más alta y lo de tener americanos también. Así que… bueno, como dije recién, es cuestión de amoldarme”, se ilusionó.
Y como es de esperar además de su hermano el resto de la familia ha visto con muy buenos ojos esta nueva oportunidad. “La familia siempre está al tanto de todo, somos muy unidos y siempre nos apoyamos. Obviamente son los primeros en enterarse, recibí mucho apoyo y cariño de parte de ellos. Siempre están; en las buenas y en las malas. Es algo positivo para mí y eso trae mucha alegría así que todos contentos”, contó.
A pesar de haber sido uno de los más que estuvo en los 27 partidos de Capuchinos en el último TFB, quedó una sensación amarga ya que el Santo perdió la categoría pero él destacó lo positivo: “La experiencia fue muy buena en lo personal, es un club muy responsable dentro y fuera de la cancha. Tuvimos mucha mala suerte en mi opinión, nunca en todo el Torneo jugamos con el equipo completo debido a las lesiones, fue un golpe duro para mí. Pero, mejor que me pasen estas cosas ahora para poder crecer. Y si me toca volver a pasar por esa situación, estar más maduro y resolver distinto muchas cosas del juego”.
Finalmente, quien también supo defender los colores de Bahiense del Norte de Bahía Blanca, se mostró muy optimista por lo que le tocará vivir con el Rojo Uruguayense. “En la nueva temporada tengo los objetivos de mejorar mucho mi juego, hacer una buena temporada colectiva, y dejar lo más alto posible a la institución ya que me brinda esta oportunidad muy linda”, afirmó.
Fotos: Sebastián Bonelli (Prensa Capuchinos)
Informe: Mauricio Galarza (Prensa de Rocamora)
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