El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
A partir de un neologismo (“insueldo”) el profesor Adrián Giménez plantea un análisis descarnado de las remuneraciones docentes en los niveles más precarizados y las compara con otros sueldos actuales. Además muestra un caso real: una maestra que debe vivir (o sobrevivir) con esos ingresos. Un panorama que revela cuánto valora el Estado la educación con el lenguaje más claro posible: el de los números.
Por ADRIÁN GIMÉNEZ ( especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL)
El prefijo in es negación, es lo contrario: insano contrario a sano, indecente contrario a decente, insensible contrario a sensible. Insueldo sería contrario a sueldo, para analizar y debatir. Más allá del análisis morfológico, vamos al sueldo, quiero decir, al tema de esta nota.
Hoy en día la vocación y los números ponen entre la espada y la pared al docente. Más aún a quienes se desempeñan en el nivel inicial y primario.
¿Qué es ser docente? ¿Qué ha pasado con su sueldo? ¿Conviene ser docente?
Este texto se originó de la crítica al paupérrimo sueldo de una maestra o maestro. Destacando que en 2020 no se produjo ninguna variación siendo cada docente, de todos los niveles, quien puso su conexión de internet y sus dispositivos para que el Sistema Educativo no se caiga y como hecho paradójico se le exigió que no se atrasen en su labor. Todo muy raro. Algo así como la pandemia ¿no?
Para esta nota se buscaron testimonios y se husmearon sueldos. Ejemplos: en un supermercado chino de la ciudad una cajera gana 15.000 pesos por mes. Es decir 500 por día, 8 o 9 horas y el valor aproximado es de 80. En la empresa Lambert el sueldo de bolsillo para alguien que no tiene antigüedad y no trabaja horas extras es de aproximadamente 32.000 pesos. En el frigorífico Fepasa un obrero sin antigüedad gana por quincena 27.000 pesos, es decir mensualmente sin horas extras gana 54.000. Una administrativa de frigorífico 45.000 (en este caso posee título secundario).
También se consultó a Mario Barberán, secretario general de la Asociación Obreros y Empleados Municipales (AOEM) para tener una comparación, y de Agmer a Walter Baccón, secretario general. Y lo más importante, el sueldo docente de una maestra que cuenta su día a día.
El municipal en algunos casos no tiene el secundario. No es para que nadie se enoje, es simplemente analizar costo-beneficio, es decir estudio-trabajo. En teoría a mayor estudio mejores condiciones laborales
Barberán: Por arriba de la inflación
En diálogo con Barberán se le consultó a qué se deben los buenos resultados y cómo fue la disputa por los porcentajes. Recordemos que el empleado municipal en el 2020 tuvo aumento: “El año pasado cerramos por arriba del índice inflacionario y este año vamos con un 22 por ciento a julio, que en realidad es un 25 por ciento porque es acumulativo. En el primer semestre comenzamos con ese parámetro. Creo que tenemos que superar la línea inflacionaria para ganarle a la inflación y seguir recomponiendo el salario. El logro se da, sin medidas de fuerza, sin descuentos, sin la obligación o la necesidad de recurrir a la lucha, con el diálogo en la mesa, diálogo duro por momentos, pero diálogo al fin”.
“Hemos llegado a acuerdos hasta el día de la fecha y creo que lo vamos a seguir manteniendo”, indica el dirigente. Y advierte: “Si es necesario ir a la calle lo haremos, pero mientras vayamos consiguiendo los resultados no es necesario, esto se debe a la evolución de la dirigencia gremial y a un diálogo permanente con las autoridades. Logramos un equilibrio en lo que es la política de los recursos humanos, que ejecuta lo que el político de turno quiere o programa, si bien falta creo que es el camino correcto”.
En números:
Planta Permanente Municipal: 4 por ciento por ciento respecto de los haberes del mes de febrero de 2021 a efectivizarse con los salarios correspondientes al mes de marzo de 2021. Total a cobrar de bolsillo: 34.478,08 pesos. Con el 8 por ciento de abril, 37.130 y con el 10 por ciento 40.850. Falta sumar adicionales y presentismo.
En números un contratado municipal gana de bolsillo: mínimo garantizado equivalente a la suma de 29.184,48 pesos. Con el 8 por ciento de abril 31.500, y con el 10 por ciento 34.300.
Agmer: la carpa y los resultados
Una maestra ganó 32.690 pesos con el salario de febrero. Fue el mínimo sin antigüedad. Walter Baccón contó: “En marzo hubo un aumento por el decreto nacional por la conectividad, el mínimo fue 33.190 pesos. Con el salario de mayo con el aumento (a cobrar en junio) va a ser 35.595”. Es decir que en julio la diferencia entre el contratado municipal y la maestra será de 1.295 pesos. Y el sueldo del empleado de Planta Permanente será 5.225 más que la maestra. A esto sin sumarle título de secundario, universitario o algún adicional.
Llegar a este resultado no fue un camino sencillo. Baccón narró cómo fue la carpa docente: “Ante la negativa y el cierre de la paritaria en los últimos días de febrero por parte del gobierno provincial, el día 2 de marzo en el marco del segundo día de paro se decidió instalar una carpa frente a la Casa de Gobierno y el Consejo General de Educación en Paraná en la Plaza Mansilla. Esa carpa tiene un sentido y un valor muy importante y muy representativo para la docencia argentina, ya que rememora a la Carpa Blanca docente que se instaló allá en la época del 90 con el menemismo. Estuvo instalada frente al congreso 1003 días. Esta carpa hace visibilizar el conflicto, más allá de las medidas de fuerza o de acción directa como son los paros. En ese contexto se instala la carpa, contenida por todos los departamentos de la provincia. Las 17 seccionales de AGMER fueron rotando por allí, de a dos o de a tres departamentos por día donde se hacían diferentes actividades que tenían que ver con lo cultural, charlas, talleres, debates, exposiciones, y de esa manera se le daba contenido simbólico, político y pedagógico a la carpa docente, la cual se levantó luego de que hubo un acuerdo salarial con el gobierno”.
Un caso real
Mayda Díaz es maestra en el primer año de la EET N° 2 Francisco Ramírez” y aparte cuenta con 3 horas cátedras. No llega a los 5 años de antigüedad.
¿Qué es lo que podés hacer con tu sueldo?
Sobrevivir. No me queda un peso para nada. Alquilo, tengo que pagar un jardín privado para mi chiquita. Hasta el año pasado antes de la pandemia iba a un jardín municipal que es gratuito para mamás que trabajan y me cubría todo mi horario laboral. Pero este año por el protocolo iban a trabajar un día o dos a la semana, y como estoy sola con mis dos nenas decidí que vaya a un privado que de costo ya tengo 4.600. Haciendo números sí o sí tenés todos los servicios, abono de celu, gas, luz, cable. El año pasado estalló mi celular y tuve comprarme uno contra factura de Claro (cuando te llega la factura del abono viene incluida la cuota del teléfono, 6.300 pesos). Tengo a mi nena que toma leche (por semana 500 pesos) y usa pañales (1.500 pesos). Agradezco que tengo mis hijas recontra sanas porque la consulta tiene un coseguro de 300 pesos con IOSPER y los medicamentos no son al 100 por ciento.
¿Te das algún gusto?
Un helado el fin de semana, pero este mes pasó. Sobre todo, porque el mes que viene no voy a cobrar. Por un problema burocrático, no se aprobaron suplencias que están todo en regla y el sistema toma en cierre de fecha y yo quedé afuera, me aprobaron el 28 de abril. Entonces sumado a lo poco que gano voy a cobrar en junio.
¿Y la conectividad?
No te alcanza para pagar el servicio de internet de tu casa y cuando estás afuera necesitás datos, ya tenés otro gasto más de internet. Siempre hablamos con otras docentes el desgaste que tenés con los chiquitos, la responsabilidad no es la misma que en el secundario, tenés que cuidar el patio, turno de entrada y de salida. El desorden que te genera y más si tenes un hijo. Se te queda un chico y tenes que esperar y mi hijo también está esperando en otro establecimiento. La verdad que todo es muy complicado.
No naturalizar
En el contexto inflacionario y el valor nominal del sueldo ¿cuántos son los que pueden afrontar esta situación y salir “ilesos”? ¿cuántos se están alimentando mal? ¿cuánto repercutirá esta situación en futuros estudios: secundario, terciario y con viento a favor universitario? La vocación ¿dónde empieza y termina? Si al trabajo se le suma el estrés que genera –y más aún pensando en comer o no, sabiendo que lo que se cobra no permite llegar a fin de mes...
No hay que naturalizar las situaciones. “Somos privilegiados porque comemos todo el mes”. “Se trabaja el doble, porque en definitiva las burbujas son más cursos, hacer lo presencial sin descuidar lo virtual. Pero tengo trabajo, otros no”. Las maestras pueden trabajar doble turno. Hoy se puede porque el Estado, al haber pocas maestras las habilita a trabajar porque sino se tienen que conformar con un solo cargo. Ahora si trabajás doble turno frente a alumnos, más actividades que organizás fuera de ese horario no te queda tiempo para nada. Y por supuesto no tenés que tener familia.
El aumento en realidad no es aumento: está lejos de lo que aumentan las cosas y no impide perder poder adquisitivo. Aumento es cuando obtenés dinero que supera a la inflación y te permite poder comprar más cosas que antes no podías. Hoy en día es todo lo contrario: más allá del “aumento” cada vez comprás menos carne, menos nafta, menos dólares, menos todo, incluso menos polenta.
¿Es exagerado recordar lo que en las clases de Historia veíamos con mi querido profe Alejandro Bernasconi: el siervo de la gleba en la edad Media? Aquel sistema feudal donde el campesino trabajaba la tierra a cambio de comida. ¿Qué pasa hoy cuando el sueldo solo sirve para comer, o incluso ni eso? Si es así, no estoy descubriendo nada, pero ¿es que somos los nuevos esclavos del actual sistema, el capitalista, anestesiados por la realidad y el trajín cotidiano para no pensar y menos aún reaccionar?
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.
|
