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La "anunciocracia" de Milei

Una de las cosas en las que el gobierno de Milei se parece tanto al de Menem es en su enorme capacidad de detectar y hacer aflorar lo peor de nuestra sociedad, las peores emociones ocultas de todas las personas, de nuestras amistades, de nuestros familiares, de cada uno de nosotros. En varios sentidos.

 

Por AMÉRICO SCHVARTZMAN de EL MIÉRCOLES

 

En un país en el que la mayoría tiene entre sus ancestros a inmigrantes que llegaron huyendo de la miseria o de la guerra, humillados o marginados, e incluso perseguidos, ahora juega con la xenofobia, con ese sentimiento (tan trivial como tribal, y tan ancestral por desgracia) de temor, desconfianza o desprecio al otro, al "diferente a mí".

En especial al extranjero, y en especial al extranjero sin plata (como agudamente advirtió Adela Cortina, la filósofa española que acusa a sus compatriotas de "aporofobia", más que de xenofobia, porque a los extranjeros con mucha guita nadie los repudia).

En realidad el anuncio que hicieron (el de cobrar aranceles a extranjeros en hospitales y universidades) no es más que un anuncio, uno más, sin posibilidad de ejecución práctica por parte del gobierno central. Es uno más, en una cadena de anuncios mentirosos, falaces, malintencionados.

Los hospitales públicos son provinciales, no dependen de Milei, por lo tanto no puede "ordenarles" que les cobren a los extranjeros. Y las Universidades son autónomas, no les pueden "imponer" que arancelen (a nadie, ni a extranjeros ni a nadie). Hay una Ley de Educación Superior que lo impide. Deberían modificar esa ley primero.

De nuevo, son gestos. Gestos, quizás, que diseñan para tapar otras cosas: la crueldad con los jubilados, la sumisión a los grandes intereses transnacionales, la "reculada" con el proyecto de "ficha limpia", el acuerdo con el PJ para nombrar a jueces que dan vergüenza como Ariel Lijo, o el hecho de que el "éxito" de la gestión se basa en un engaño financiero que no se puede sostener: el dólar vale lo mismo que hace un año (o incluso un poquito menos) pero cada cosa que queremos comprar vale diez veces más que un año atrás. Un "misterio" que ningún teórico de los autodenominados "libertarios" puede explicar (pero tampoco sus opositores). Una burbuja parecida a la de la convertibilidad, pero en un país que no es el mismo, que no podría bancar esa burbuja tanto tiempo.

O quizás quieren tapar que la coalición de variantes de extrema derecha cruje por todos lados porque en el fondo son incompatibles (igual que las coaliciones anteriores que gobernaron y nos trajeron hasta acá). Un ultraliberal y un ultranacionalista (si fueran consecuentes) tarde o temprano tienen que pelearse.

Tal vez es para tapar las increíbles contradicciones del energúmeno que preside, para quien la China "comunista" (solo él creía que era comunista) era el demonio y ahora son grandes amigos que nada piden a cambio de sus yuanes (por ahi se dio cuenta de que China no es comunista, sino el país capitalista perfecto, muy parecido a sus sueños húmedos: economía liberal, política autoritaria).

 

...hay que dejar de discutir los gestos del energúmeno y sus adláteres y poner la lupa en lo que hacen, y siempre teniendo claro que ninguno de sus "éxitos" (o fracasos) justifican o le dan la razón a ninguno de los impresentables, ineptos, irresponsables y (también) perversos que gobernaron antes y que creen que los espantos actuales los legitiman de algún modo.

 

Son tantas las opciones, que ya no importa qué quieren tapar: es su estrategia permanente, tirar una bomba que luego no ocurre, porque no pueden, porque no quieren o porque no saben cómo. Ya hay una larga lista, empezando por el BCRA que iban a dinamitar, o la dolarización que tantos creyeron, o el cambio de nombre de la AFIP con el que algunos pavotes creyeron que dejaría de haber recaudación impositiva, o la "eliminación" de la pauta publicitaria, que la meten por otro lado, como por ejemplo para bancar ese torneo futbolero que da vergüenza ajena, promoviendo las apuestas. En fin.

El punto es que el anuncio es un bolazo más.

Los hospitales públicos son provinciales, no dependen de Milei, por lo tanto no puede "ordenarles" que les cobren a los extranjeros. Y las Universidades son autónomas, no les pueden "imponer" que arancelen (a nadie, ni a extranjeros ni a nadie). Hay una Ley de Educación Superior que lo impide. Deberían modificar esa ley primero.

Pero esta "anunciocracia" les funciona. Hay gente a la que eso le alcanza, la gente que creyó que el problema, el Mal, son los extranjeros, o que es el Estado, y basta que le digan "lo hice" para que esa gente crea que lo hicieron. Y probablemente pase un buen tiempo de su vida creyendo que lo hicieron.

Necesitamos que aparezca una alternativa en el horizonte. Sin eso seguiremos así como estamos, tristes, mordiendo la convicción de que para atrás no se puede ir, pero que con este tipo estamos yendo a un abismo del cual saldrá una sociedad infinitamente peor, más inhumana, más desigual, más cruel, más injusta.

Alguno quizás muera creyendo que Milei eliminó el Banco Central, y no le crea (o ni se entere) a los economistas que advierten que duplicó la base monetaria. El que decía que emitir debía ser considerado delito. En verdad, con Menem, este va a pasar a la historia como el rey de los mentirosos.

Y funciona porque además tiran la bomba y todo el país pasa a discutir la pelotudez que instalaron, sea la que sea.

Creo, insisto otra vez, que hay que dejar de discutir los gestos del energúmeno y sus adláteres y poner la lupa en lo que hacen, y siempre teniendo claro que ninguno de sus "éxitos" (o fracasos) justifican o le dan la razón a ninguno de los impresentables, ineptos, irresponsables y (también) perversos que gobernaron antes y que creen que los espantos actuales los legitiman de algún modo.

Necesitamos que aparezca una alternativa en el horizonte. Sin eso seguiremos así como estamos, tristes, mordiendo la convicción de que para atrás no se puede ir, pero que con este tipo estamos yendo a un abismo del cual saldrá una sociedad infinitamente peor, más inhumana, más desigual, más cruel, más injusta.

Y con una dolorosa paradoja, además, porque por ahora son las personas más vulnerables, que no casualmente son las olvidadas por todos los gobiernos anteriores, las más esperanzadas en este cruel sujeto y sus promesas.

Mientras tanto, mientras no haya una alternativa que ofrezca alguna expectativa, la desazón y los "logros" de este gobierno de mierda seguirán imperando impunemente.

 

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