Por AMÉRICO SCHVARTZMAN de EL MIÉRCOLES
Si uno repasa la cantidad de barbaridades que Milei y su gente han dicho desde las PASO hasta acá, realmente hubiera sido penoso que ese sujeto ganara estas elecciones.
Sí, todavía puede ganar la segunda vuelta, porque hasta hace pocos días, en las encuestas Massa seguía teniendo peor imagen que él. Esperemos que eso cambie.
Pero con los resultados de ayer podemos seguir afirmando que los pueblos no se suicidan. Y eso es una buena noticia.
Nuestra gente prefirió un farsante, como es Massa, y 140% de inflación, incertidumbre, 50% de pobreza y todo lo que ya sabemos, antes que coronar en primera vuelta a un tipo cuyo filósofo de cabecera dice que está bien que los padres o madres vendan a sus hijos, que la gente venda sus órganos, que el uso de armas sea libre, que no debe haber Estado y que progenitores de personas con discapacidad no tienen por qué hacerse cargo de la alimentación o supervivencia de sus vástagos.
Por supuesto, nuestra gente votó sin alegría. Y anoche festejó gente que no merece festejar, que merecía ser castigada con un voto superador. Pero no lo hay, ese es el asunto.
Lo que no podemos tener es gobiernos peores de los que hemos tenido. Iguales, bueno. Se banca cuatro años más. Pero no peores. No el horror. No la pesadilla.
Así que hoy, el día después, estoy contento. Después veremos. Ya seremos dignos y capaces de tener gobiernos mejores.
Entre la farsa y el horror; entre la mentira y el que considera "excrementos humanos" o "representante del Maligno" a quienes piensan distinto; entre el panqueque y un dogmático exasperado que niega lo que la ciencia viene diciendo desde hace décadas; entre la comedia y el espanto, yo no dudo: es preferible lo primero en todos los casos.
Lo que no podemos tener es gobiernos peores de los que hemos tenido. Iguales, bueno. Se banca cuatro años más.
Pero no peores. No el horror. No la pesadilla.
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