Mario Daniel Villagra, oriundo de Villaguay radicado en París escribe esta nota acerca de los acontecimientos por el cual Francia fue noticia hace unos días relacionándolo con la situación del Covid-19.
(*) MARIO DANIEL VILLAGRA (Especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL).
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El miércoles 28 de octubre a las 20, Macron anunció el confinamiento nacional a partir del viernes 30. En un contexto de "aceleración del virus", buscando una “inmunidad colectiva” con objetivos neutralizar la propagación del virus.
Hoy fueron 36.437 casos en 24 horas en Francia según datos de Salud Pública de Francia y del Ministerio de Salud.
El día anterior 33.417 personas habían dado positivo. Desde el inicio de la epidemia en Francia se han emitido 1.235.132 pruebas positivas. 244 personas han muerto en el hospital en las últimas 24 horas. Desde el comienzo de la epidemia, 35.785 personas han muerto por el Covid-19.
Más complicaciones
Pareciera ser que en la larga historia de este país hay un gran debate que fluctúa según el momento histórico: la relación entre religión y ciencia. En la actualidad, el “toque de queda” como medida presidencial para frenar la propagación del Covid-19, en suma con la última declaración del presidente Emmanuel Macron sobre las caricaturas de Mahoma, conforman una manifestación de tal debate. Ni gracias a ningún dios o diosa se ha podido parar con la pandemia, ni ninguna donación divina ha frenado la matanza del hombre por el hombre.
Datos
Desde el sábado 18 el toque de queda a partir de las 21 involucra aproximadamente 44 millones de habitantes dentro de un total de 75 en el territorio francés metropolitano. No obstante, en algunas regiones, por ejemplo, en Marsella, el tribunal administrativo ordenó suspender la medida, considerando que "El decreto (presidencial) en cuestión se aplica, pues, indiscriminadamente a todos los municipios de la Francia continental, que por lo tanto no fueron elegidos en función de criterios cruzados, como la densidad, la tasa de incidencia, las carreteras, la continuidad geográfica, la zona de captación o el nivel de equipamiento. De ello se desprende, como afirman los demandantes, que la medida de toque de queda así decidida de manera indiferenciada en todo el territorio de Francia continental carece de claridad en cuanto al carácter necesario, apropiado y proporcionado”.
No obstante, los datos proporcionados por el Ministerio de Solidaridad y Salud de Francia muestran que el mismo día que comenzó el “toque de queda” se batió el récord de 32.000 contaminados en un día. Actualmente, según este organismo, el número de decesos es de 34.645 en más un millón de casos confirmados, de los cuales prácticamente 111 mil pacientes ya han retornado a sus hogares.
Hechos
Sin embargo, la coronavirus no ha sido la única cuestión para debatir en términos ciudadanos y también jurídicos-políticos. Sin dudas que el asesinato del profesor de secundaria Samuel Paty puso en agenda nuevamente la relación entre religiones y República. Vale recordar que la actual constitución francesa data de 1958 y en su artículo primero dice: “Francia es una República indivisible, laica, democrática y social que garantiza la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos sin distinción de origen, raza o religión y que respeta todas las creencias. Su organización es descentralizada”. Según expertos, este hecho se enmarca en un contexto abierto tras la republicación de las caricaturas de Mahoma por el semanario satírico Charlie Hebdo, y sobre lo cual se abrió el juicio a principios de septiembre.
En consecuencia, durante la última semana se rindió homenaje al profesor de historia el 16 de octubre por un islamista, luego de que aquel mostrara una caricatura de Mahoma. En ocasión del acto oficial en homenaje al profesor, frente a la mítica universidad de la Sorbona el presidente Emmanuel Macron expreso “no renunciar a las caricaturas”, en alusión a las del profeta Mahoma de la religión musulmana. Declaraciones públicas que trajeron repercusiones en otros países. Según han informado diferentes medios, la Universidad de Qatar está aplazando la semana cultural francesa y las agencias de viajes de Kuwait han dejado de ofrecer viajes a Francia. También se están retirando productos franceses de las estanterías de supermercados en diferentes países de Medio Oriente. Asimismo, se produjo una manifestación frente a la residencia del embajador francés en Israel.
Opinión
La problemática entre religión, ciencia y Estado moderno no es nueva. En 1957 el filósofo alemán Hans-Georg Gadamer dedicó un ensayo al tridente, titulado ¿Qué es la verdad?. Aquí el pensador nos invita a reflexionar sobre, por ejemplo, la idea de que “lo afirmado por un hombre como Jesús no afecta al Estado para nada”, o que no debería afectarlo; con lo cual, uno puede leer entre líneas que no se trata de una cuestión de conocimiento, sino más bien de creencia y las creencias, en efecto, no se discuten en términos de verdades científicas. Para eso, la ciencia debería poder “superar lo aleatorio de la experiencia subjetiva mediante el conocimiento objetivo”, lo cual, es cierto, brinda una superioridad aparente al ideal de verificación por la vía de la demostración empírica. Para solucionar cierto problema entre religión y ciencia, Gadamer aporta el criterio de “tolerancia”, lo cual consistiría en proporcionar un estado de equilibrio en donde el lugar de la verdad estaría en el juicio.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando ese equilibrio se rompe y, en nombre de la libertad de expresión, se puede ridiculizar cualquier religión? ¿No caemos nuevamente en un fanatismo, en un “delirio moral”, si consideramos que las “leyes morales” son superiores a toda razón práctica?
A decir de Kant, “la razón tiene bastante tarea con aquellas causas en el mundo que se manifiestan a los sentidos”, a lo cual agregaría: como para ponernos a discutir sobre el sexo de los ángeles. En efecto, las creencias se respetan, no se discuten. En tal sentido, se corre el peligro de caer en una contradicción ingenua si se afirma la laicidad, pero las religiones y sus símbolos devienen objeto de burla; sobre todo si se hace en nombre de la libertad de expresión, a sabiendas de que en el marco de un sistema como el nuestro esto se puede reducir a la libertad de comprar medios y periodistas con el fin de generar y manipular la opinión pública. Sabiendo, además, que existen ítems que parecieran estar vetados en el debate público de esta nación europea, por ejemplo, el colonialismo; una de las raíces de la crisis migratoria que aquí también merece su nota aparte, como también merece una nota aparte el caso de la religión en Argentina, que permanece, a diferencia de Francia, manteniendo a una religión oficial gozando de los privilegios que le brinda el Estado.
(*) Mario Daniel Villagra, además de poeta es periodista. Nació en 1987 en Villaguay. Master en Estudios Hispánicos y Latinoamericanos de la Universidad Paris III-Sorbonne Nouvelle. Licenciado en Comunicación Social UNER. Actualmente reside en la ciudad de París. Es autor del documental "Arnaldo Calveyra, tras sus huellas".
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