El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
La puteada como característica argentina es un recurso, para expresar disconformidades. Los grandes medios y el propio gobierno prefieren explicar que las puteadas contra el presidente Macri se originan en una conspiración de los sectores opositores. Hubo silbatinas y puteadas en otros momentos de la historia. No es una temeridad sostener que después de más de dos años de gobierno los resultados son magros sobre todo viniendo “del mejor equipo en los últimos cincuenta años”.
La puteada es una característica, extendida a toda la geografía territorial. Puede haber variantes, según las regiones, las costumbres y las historias locales. Pero “la puta que te pario” es general. Como “la Vieja es sagrada” denigrar a la madre será el peor de los insultos.
Por ANÍBAL GALLAY (Especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL)
El insulto público
Se ha extendido en estas últimas semanas un insulto hacia el presidente Mauricio Macri. Ello ha ocurrido en canchas de fútbol y de básquet, en recitales, y hasta en el subterráneo porteño.
Hasta ahora el “hijo de puta” por excelencia era el árbitro de fútbol. Cuando la tribuna discernía un error arbitral contra el propio equipo surgía con cierto fervor el insulto consabido. Los árbitros en general no suelen inmutarse porque entiende que forma parte de los avatares a los que están expuestos.
El insulto político
Hubo casos de silbidos generalizados como el ocurrido contra el juez Norberto Oyarbide. Ocurrió el 13 de diciembre de 2012 durante un partido entre Del potro y Roger Federer. Hubo otros casos durante la dictadura como la entonación de la Marcha Peronista durante un partido e implicó el arresto de decenas de personas.
En 1988 el presidente Alfonsín intentó hablar en la inauguración de la Exposición Rural pero una silbatina lo interrumpió permanentemente. Los hombres y mujeres más ricos del país expresaban así su disconformidad.
Los medios de comunicación se han dedicado a analizar con detenimiento este fenómeno. Para algunos se trata de un gigantesco operativo estructurado por la oposición para desgastar al gobierno y crearle dificultades y en definitiva interrumpir el mandado de presidencia. Sería una puteada golpista.
Para otros es la manifestación de los sectores populares contra un gobierno que solo favorece a los ricos. Sería una puteada revolucionaria.
Que significa esto
Una mirada indicaría que los sectores populares (en este estadio de la historia) no se han propuesto ni bajar de Sierra Maestra, ni tomar el Palacio de Invierno. No hay atisbos de Cordobazo, ni Rosariazo ni vísperas de un 17 de octubre. Las herramientas son más modestas: huelgas y marchas. Y ahora se incorpora una nueva: la puteada masiva.
Estas puteadas masivas parecen una respuesta sencilla con un dejo de humor negro y la socarronería propia de la tribuna futbolera.
Una inflación que iba a ser del 12 por cien, y se corrigió al 15. Y será de más del 20.
Aumento de precios de los medicamentos a niveles siderales, de las tarifas de servicios públicos y de los útiles escolares.
Liberalización del precio de los combustibles.
Cierre de empresas y la desocupación derivada.
Cierre de escuelas y de planes educativos como el Fines.
Altos funcionarios con cuentas offshore.
El sistema financiero es el sector que ha tenido mas ganancias durante los años del gobierno de Cambiemos.
El famosísimo segundo semestre y la no menos famosa lluvia de inversiones.
La remanida cantinela de la “pesada herencia”.
Rebaja a los jubilados y pensionados.
Ofrecimiento de aumentos del quince por cien, previéndose una inflación mayor al veinte.
Y un detalle: privatización del "Fútbol para Todos".
En definitiva no se encuentran medidas que favorezcan a los sectores populares. Es difícil asegurar que de allí vienen las puteadas, pero no es temerario afirmarlo.
rubengallay@hotmail.com
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