Varias megalópolis del Mundo están en riesgo de quedar bajos el agua por el calentamiento global, la suba de los mares, la sobreexplotación de las napas subterráneas y otros fenómenos naturales. La situación de Nueva York es peor por el colosal peso de sus edificios.
Por GABRIEL MICHI (*)
La realidad, una vez más, superará a la ficción. Quizás no con la espectacularidad de las películas de catástrofes pero si con el paso, quizás más lento pero ineludible- hacia un escenario que sólo puede traducirse en tragedia.
Distintos estudios internacionales están proyectando que en los próximos años varias de las ciudades que están cerca de las costas terminarán sumergidas bajo el agua.
Una investigación de la Universidad de Rhode Island (EE.UU.) mostró cómo casi 100 megalópolis de todo el planeta enfrentan ese peligro. Y hay datos que llaman poderosamente la atención: Yakarta, la híper poblada capital de Indonesia (con más de 11 millones de habitantes) va a tener que mudarse porque el riesgo de quedar sumergida está muy presente. Y Nueva York, la ciudad más cosmopolita del planeta y emblema de los Estados Unidos, también corre el mismo peligro sólo que en su caso se ve agravado por el colosal peso de sus edificios: alrededor de 780.000 millones de kilos de concreto distribuidos en más de un millón de estructuras.
En su informe final los investigadores de la Universidad de Rhode Island señalan: "Medimos las tasas de hundimiento en 99 ciudades costeras de todo el mundo entre 2015 y 2020 (---) En la mayoría de las ciudades, parte de la tierra se está hundiendo más rápido de lo que sube el nivel del mar. Si el hundimiento continúa al ritmo actual, estas ciudades enfrentarán el desafío de las inundaciones mucho antes de lo proyectado por los modelos de aumento del nivel del mar.
El hundimiento más rápido está ocurriendo en el Sur, Sureste y Este de Asia. Sin embargo, también se está produciendo un hundimiento rápido en América del Norte, Europa, África y Australia. La actividad humana, principalmente la extracción de agua subterránea, es probablemente la causa principal de este hundimiento. Se requiere un mayor monitoreo e intervenciones políticas para reducir las tasas de hundimiento y minimizar sus consecuencias".
Según esta investigación el hundimiento más rápido se dio en las megaciudades asiáticas de Yakarta y Shanghai. A tal punto que "la tasa de hundimiento superó los 280 mm/año en Yakarta entre 1982 y 2010 y los 16 mm/año en Shanghai entre 1990 y 2001".
Si bien en el informe se señala que en ambos casos ese proceso se desaceleró significativamente por la "reducción de las tasas de extracción de agua subterránea implementadas como regulaciones gubernamentales", no deja de ser un fenómeno muy preocupante.
Sin embargo ese avance en la concientización de las autoridades y la puesta en marcha de esas medidas resulta alentador: "Esta desaceleración del hundimiento por la gestión cuidadosa de las aguas subterráneas no es nueva. Por ejemplo, el hundimiento se detuvo o se desaceleró en Houston en la década de 1970 y en Silicon Valley en la década de 1960 después de una acción correctiva organizada. Estos ejemplos muestran que la regulación puede ser una herramienta efectiva para detener el hundimiento en áreas donde la extracción de agua subterránea es la causa principal", concluye el informe.
Una mención aparte merece lo que está ocurriendo con la ciudad de Nueva York que se está hundiendo aceleradamente también por el peso colectivo de todos sus edificios: hay 1.084.954 edificios en los cinco distritos neoyorkinos que pesan 762.000 millones de kilogramos, lo que equivale aproximadamente a casi 2 millones de aviones Boeing 747-400 completamente cargados. El nivel del mar en torno a la "Gran Manzana" viene subiendo a un ritmo dos veces superior al mundial, y estiman que aumente entre 20 y 76 centímetros de aquí a 2050.
Hay otros factores que agravan las perspectivas: los científicos prevén precipitaciones más frecuentes y extremas y hasta huracanes, debido a la crisis climática provocada por el ser humano. Según Tom Parson, uno de los investigadores del Servicio Geológico de Estados Unidos si bien aún falta tiempo para imaginar olas del mar sumergiendo a la gran ciudad, "hemos tenido un par de grandes huracanes con Sandy e Ida en Nueva York, donde las fuertes lluvias causaron inundaciones en la ciudad, y algunos de los efectos de la urbanización han permitido que el agua entre".
"La media de hundimiento de Nueva York es de 1 a 2 milímetros al año, con algunas zonas de mayor hundimiento que alcanzan los 4,5 milímetros al año", alerta Parsons. Algunas zonas del bajo Manhattan, Brooklyn y Queens figuran entre las que se hunden más rápido que el promedio. Según Parson, "parte de eso parece corresponderse con los proyectos de construcción que se están llevando a cabo. Pero también observamos hundimientos en el extremo norte de Staten Island que no puedo explicar, y he investigado todo tipo de cosas, así que siguen siendo un misterio".
El estudio por el que se llegó a estas conclusiones sobre la "Gran Manzana" también demostró que 44 de las 48 ciudades costeras más pobladas tienen zonas que se hunden más deprisa de lo que sube el nivel del mar. Pero, el agravante de las sobredimensión de sus construcción y el peso que representan, ubican a Nueva York en un lugar distinto: "Podríamos observar algunas correspondencias donde hay construcciones sobre suelos muy blandos y rellenos artificiales. En otros lugares observamos hundimientos difíciles de explicar. Y tiene muchas causas diferentes, como la relajación posglaciar producida tras la última glaciación, o el bombeo de aguas subterráneas", sostiene Parson.
Según la geofísica Sophie Coulson, becaria posdoctoral del Laboratorio Nacional de Los Álamos, "el nivel global del mar está subiendo y las líneas costeras están cambiando, y eso es fundamental para comprender el impacto de las actividades humanas, como las emisiones de gases de efecto invernadero, en nuestro mundo que se calienta. Esta investigación examina un importante factor humano que solo ha salido a la luz recientemente: el efecto de las cargas de los edificios urbanos en el hundimiento del terreno costero".
Y continuó, en una entrevista con la CNN: "La ciudad de Nueva York es una de las zonas costeras más densamente pobladas del mundo, y una gran parte de sus infraestructuras críticas están construidas en zonas costeras bajas. Comprender cómo y por qué está cambiando el paisaje, e identificar las zonas más vulnerables a las inundaciones es esencial para hacer los preparativos adecuados para mitigar la futura subida del nivel del mar".
Pero no es sólo Nueva York. Con sólo mirar el mapa de las ciudades y puntos en riesgo frente al aumento del nivel del mar se puede observar la gravedad y extensión de la amenaza. Mientras que el Hombre sigue potenciando esos peligros sin registrar que es algo suicida para todos. Aún a riesgo de que lo tape el agua.
(*) Artículo publicado en Mundo News. Se reproduce por gentileza de su autor.
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