La Bolsa de Comercio de Rosario trazó en mayo nuevas proyecciones para las exportaciones argentinas para 2023. En el análisis se contempla el brusco golpe productivo por efecto de la sequía, que ajustó los cálculos a un valor de USD 71.566 millones previsto para las ventas externas.
De concretarse este pronóstico, las exportaciones argentinas se desplomarían en 2023 unos USD 16.880 millones en términos absolutos -desde USD 88.446 millones de 2022- una cifra sin precedentes.
En términos relativos la caída interanual del valor exportado alcanzaría el 19,1 por ciento, solo comparable con 2009, cuando se redujo en USD 14.346 millones o 20,5 por ciento -desde USD 70.018 millones de 2008 a USD 55.672,1 millones-, consignó el portal de Infobae.
“Esta estimación se ve recortada casi 4 por ciento respecto a la de abril, principalmente por nuevos ajustes hacia abajo en las exportaciones agroindustriales. En este sentido, la nueva estimación considera los últimos recortes productivos de la soja y el maíz, ajustados a la baja en 4 y 3 millones de toneladas, respectivamente”, informó la Bolsa de Rosario.
“Los cambios en las hojas de balance de la soja y el maíz necesariamente tienen su impacto en las perspectivas exportadoras de la actual cosecha gruesa argentina”, añadió la entidad.
Por otra parte, el análisis de la Bolsa rosarina puntualizó que “con gran parte de los suelos de la región núcleo aún en sequía y escasez hídrica, la siembra de trigo en la zona sería menos de la mitad del nivel de hectáreas del año pasado. Este complejo escenario redundaría en potenciales bajas de exportaciones mensuales sobre fines del 2023, principalmente en diciembre, cuando es exportada una porción considerable del trigo de la cosecha venidera”.
Estas proyecciones cifran para 2023 un nivel de exportaciones de USD 71.566 millones, con el aporte de USD 27.244 millones de la agroindustria (granos sin procesar más derivados) y de USD 44.342 millones del resto de los sectores. En ese sentido, se considera decisivo el recorte en el valor exportado por la agroindustria, de unos USD 14.396 millones (34,6 por ciento), desde USD 41.620 millones que ingresaron el año previo.
Los expertos del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) aseguraron: “Se siente, como nunca, en las arcas del BCRA el impacto de la sequía. A días de que se termine el primer tramo del ‘dólar agro 3’ -lo aportado por la soja- el resultado ha quedado lejos de las expectativas del Gobierno. Así, la autoridad monetaria continúa sin poder recomponer reservas frente a la persistente demanda de divisas y las netas se encuentran en terreno negativo en niveles de -USD 1.000 millones, a la vez que las líquidas -a las que se llega restando oro y DEG- se encuentran en torno a menos USD 6.800 millones. Es por esto que creemos que es imperativo para el ministro Sergio Massa que logre destrabar el adelanto de los fondos del FMI, lo que le permitiría mejor la foto”.
Los analistas del Movimiento CREA resaltaron que “la situación se encuentra ligada a la fragilidad de una macroeconómica caracterizada por una inflación superior al 100 por ciento anual y por la escasez de divisas que sufre el Banco Central. En un contexto que se agudiza por las pérdidas de la sequía (USD 20.000 millones) y por los vencimientos en dólares restantes del año con el FMI y privados (USD 4.384 millones)”, publicó el portal de Infobae.
Por otra parte, desde la Bolsa de Comercio de Rosario añadieron que “más allá del final de la tercera Niña (fenómeno climático ligado a las corrientes marinas y vientos del Océano Pacífico) consecutiva, la sequía sigue mostrando su impacto en las cosechas que fueron sembradas entre finales del 2022 y principios de este año. En este sentido, las exportaciones de la cosecha gruesa argentina muestran su menor volumen en 21 años. De acuerdo con datos preliminares de embarques, en abril de este año se habrían embarcado 3,9 millones de toneladas de productos agroindustriales entre los complejos Soja y Maíz. Este dato se encuentra un 49 por ciento por debajo del volumen del mismo mes del año pasado y un 38 por ciento detrás del promedio de los últimos cinco abriles”.
La Bolsa de Comercio rosarina ajustó a la baja su estimación de producción de soja para la campaña 2022/2023, desde 23 millones de toneladas proyectadas en abril a 21,5 millones en mayo. En consecuencia, se estima un desplome de 50,3 por ciento anual, desde 43,3 millones de toneladas de la campaña anterior.
“Así se perfila a ser la menor producción en 23 años, incluso ubicándose 10,4 millones de toneladas por debajo de la fatídica campaña 2008/2009 (-30,6 por ciento). En otras palabras, es la peor campaña desde la de 1999/2000, cuando se habían cosechado 20,1 millones de la oleaginosa, con la diferencia que en aquel entonces la superficie sembrada fue la mitad que en la actualidad (8,79 millones de hectáreas versus 15,97 millones)”, comentaron desde Portfolio Personal Inversiones.
Menos recaudación por retenciones
Las consecuencias adversas para la economía por los daños de la sequía en el campo no atañen solo a las exportaciones y las liquidaciones de divisas, también son palpables en concepto de recaudación tributaria por retenciones, que prácticamente caerían a la tercera parte este año, al equivalente de USD 3.000 millones, desde USD 9.773 millones del año previo.
“En el primer cuatrimestre 2023 la recaudación en Derechos de Exportación cayó 40 por ciento en pesos”, precisó Natalia Marín, analista de mercados de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Según José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina, “hace rato que la economía argentina se enfrenta a una situación de escasez de divisas, y pareciera que el único objetivo es transcurrir el año sin que se desate una crisis cambiaria. Sin embargo, los efectos de la sequía, subestimados al inicio de año, dejaron al descubierto la enorme fragilidad de la economía nacional”.
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